¿Se puede trabajar la Historia en Educación Infantil?

FacebooktwitterpinterestlinkedinmailFacebooktwitterpinterestlinkedinmail
Print Friendly, PDF & Email

Introducción

Si bien la enseñanza de la Historia en Educación Infantil suele llevar asociadas bastantes dificultades, sobre todo teniendo en cuenta que las limitaciones cognitivas propias de esta etapa solo les permiten comprender el presente y la inmediatez, con las metodologías y actividades adecuadas se pueden enseñar contenidos relacionados con tiempo e Historia.

¿Cómo trabajar Historia en Educación Infantil?

Autores como Miralles y Rivero (2012), afirman que no solo es posible trabajar Historia en Educación Infantil, sino que, además, pueden trabajarse tres aspectos generales: conceptos de tiempo y cambio, interpretación del pasado y enseñanza de contenidos históricos. Y como se indicaba anteriormente, adecuando las metodologías, estrategias y procesos y si se cuenta con los recursos didácticos adecuados, a los 5 años ya se puede trabajar Historia con el alumnado puesto que la gran mayoría ya poseen una idea de duración y cierto sentido de la historia.

Prats y Santacana (2001) fijan los siguientes fines educativos de la Historia que podrían aplicarse a la etapa educativa que nos ocupa:

  • Facilitar la comprensión del presente.
  • Preparar al alumnado para la vida adulta.
  • Despertar el interés por el pasado.
  • Potenciar en el alumnado un sentido de identidad.
  • Ayudar al alumnado en la comprensión de sus propias raíces.
  • Enriquecer otras áreas del currículo.

Por su parte, Caminero (2016) afirma que las nociones temporales (antes y después, ayer/ahora/mañana, primero y segundo…) deben ser adquiridas lo antes posible de forma clara. Además, es muy importante ordenar el propio eje temporal alrededor de los 4-5 años, siendo este el primer papel que desempeña la historia en las primeras edades. Sin embargo, los conceptos de tiempo son subjetivos, dependen de varios factores como las experiencias de cada niño/a, las oportunidades de escuchar narraciones en las que se aborden conceptos de tiempo y de poner en relación sus acontecimientos vitales con el paso del tiempo.

Aunque se ha mencionado que el interés por el tiempo no surge hasta los 5 años aproximadamente, la primera noción de tiempo aparece antes de los 2 años. A continuación, se muestra un resumen de los progresos que hacen los niños y niñas sobre el paso del tiempo según Trepat, C.A. y Comes, P. (2002).

Antes de los 2 años

  • Formación de un sentido temporal a partir de ritmos naturales.
  • Parece comprender con cierta frecuencia el término “ahora”.
  • Empieza a emplear la palabra “hoy” en sentido de “ahora” (inmediatez).
  • La distancia entre el instante inmediato y el objeto delimita el horizonte temporal.

Entre los 2 y los 3 años

  • Parece comprender expresiones temporales utilizadas en el entorno familiar como “espera un minuto”, “date prisa”, “ahora mismo”, etc.
  • Distingue pasado, presente y futuro en el marco del día utilizando palabras como mañana, tarde y noche.
  • Comienza a organizar el tiempo en función de los esquemas sociofamiliares.

Entre los 3 y los 4 años

  • Expresa duraciones como “toda la semana” y “años” aunque en un sentido vago y poco preciso.
  • Utiliza correctamente los tiempos verbales de presente, pasado y futuro (aunque no posee demasiados términos para indicarlo).
  • Puede palmear correctamente ritmos muy sencillos.

Entre los 4 y los 5 años

  • Conoce y expresa su edad.
  • Sabe responder correctamente en qué momento del día se encuentra (mañana o tarde).
  • Responde a cuestiones simples utilizando los términos “antes” y “después”.
  • Comienza a resolver problemas de tiempo físico.
  • Primeras simultaneidades físicas. Por ejemplo, dos lámparas encendidas y apagadas en el mismo instante se han apagado y encendido para el niño “al mismo tiempo”.

Entre los 5 y los 6 años

  • Comienza a mostrar interés por el tiempo.
  • Empieza a preguntarse cuándo pasará una cosa.
  • Sabe qué día de la semana es.
  • Es consciente de que existe un tiempo “antes” y otro “después” de su nacimiento.
  • Se da un notable desarrollo de la memoria, así es capaz de recordar el proyecto de un juego de un día para otro.
  • Ordena los momentos principales de una narración sencilla y bien estructurada.

Queda, por tanto, demostrada la pertinencia de trabajar la historia en la etapa de Educación Infantil, el cómo hacerlo ya es una cuestión más compleja. Prats y Santacana (2001) proponen varias formas de trabajar la historia, por ejemplo: mediante imágenes o fuentes iconográficas del pasado, a través del patrimonio, a través del juego o a través de los objetos.

Es ya una labor de cada docente elegir las metodologías, temas y recursos que más interés despierten entre su alumnado y que puedan proporcionar mayor éxito a su propuesta. La Prehistoria puede ser una época ideal para comenzar a tratar la Historia en esta etapa educativa ya que resulta muy llamativa para el alumnado por su lejanía en el tiempo.

“Figura 1. Niño trabajando con arcilla”

Autores como Feliu y Jiménez (2015) afirman que dicha etapa forma parte del mundo imaginario de los niños y niñas, ya que a través de imágenes previas se agolpan ideas en sus mentes transformando esa lejana realidad en algo próximo. Si preguntamos al alumnado de Educación Infantil qué les sugiere la palabra Prehistoria, inmediatamente se sucederán palabras como mamuts, lanzas, cuevas… de lo cual podemos deducir que perciben esta época de manera atractiva, plagada de animales extintos y fascinantes, y caracterizado por una vida en contacto con la naturaleza. La forma de vida de los primeros pobladores, también invita al alumnado al trabajo en grupo, la cooperación y la colaboración.

Aunque, como ya he dicho antes, cada aula es diferente y es nuestra labor como docentes buscar la forma más adecuada de tratar esta rama de conocimiento con nuestro alumnado.

Conclusión

Es por tanto perfectamente posible trabajar la Historia en las primeras etapas educativas, teniendo en cuenta la realidad y el contexto del aula y adecuando toda acción educativa a las posibilidades y limitaciones de nuestro alumnado. El tratamiento de la Historia reportará numerosos beneficios a las nociones de conocimiento temporal de niños y niñas y servirá de base para otros aprendizajes como el respeto al patrimonio cultural o el conocimiento de otras formas de vida.

 

Referencias

Caminero, L. (2016). Las ciencias sociales en Educación Infantil: un viaje en la historia para conocer la prehistoria. [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de Valladolid]. https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/19625/TFG-G1919.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Feliu, M. y Jiménez, F.X. (2015). Ciencias sociales y educación infantil. Graó.

Miralles, P. & Rivero, P. (2012). Propuestas de innovación para la enseñanza de la Historia en Educación Infantil. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 15(1),81-90. https://www.redalyc.org/pdf/2170/217024398006.pdf

Prats, J. & Santacana, J. (2001). Principios para la enseñanza de la historia en Prats, J. (Ed.), Enseñar historia: notas para una didáctica renovadora (pp. 13-33). Junta de Extremadura. http://www.ub.edu/histodidactica/images/documentos/pdf/ensenar_historia_notas_didactica_renovadora.pdf

Trepat, C.A. & Comes, P. (2002): El tiempo y el espacio en la didáctica de las ciencias sociales. Grao.

IMAGEN: Sanivpetro (2024). Foto gratuita chico formando juguetes de arcilla. [Fotografía]. Freepik.

https://www.freepik.es/foto-gratis/chico-lindo-formando-juguetes-arcilla_10705161.htm#query=ni%C3%B1os%20arcilla&position=2&from_view=search&track=ais&uuid=452c3978-e00e-4063-9143-89f2104b76d5

 

Saray Martínez Llano

Deja una respuesta