Mindfulness en Educación Infantil

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1. Introducción

El mindfulness es una forma, pensamiento o actitud que se centra en el momento actual, en el presente. Algunos lo definen como técnica de origen oriental meditativa, que se centra en el ahora para desarrollar todas habilidades cognitivas, tanta a nivel consciente como inconsciente.

Las actividades que pueden llevarse a cabo para su educación en el mindfulness son juegos y ejercicios de meditación que se centran en la respiración que les permita reflexionar sobre cualquier tema que suscite su interés: animales, castillos, juegos, etc.

Además, el mindfulness se utiliza como técnica terapéutica para niños con ciertas dificultades, con rasgo de autismo y niños con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH.

2. Origen y término del mindfulness

El origen del mindfulness se remonta unos 2500 años atrás, proviene de la tradición budista, y se basa en ser plenamente consciente de los estímulos externos e internos que suceden en la actualidad. Se trata de una consciencia constante, sin juicios, expectativas o creencias; y una manera de vivenciar el presente con serenidad y aceptando los estímulos que surgen.

El Instituto Europeo de Mindfulness (IEMN) informa de que, esta palabra proviene originalmente del sánscrito, que es uno de los idiomas indoeuropeos más antiguos, con más de 3500 años. Posteriormente el término se extendió al palí, que es el idioma tradicional que utilizaban los primeros budistas.

Por otra parte, el IEMN nos dice que, al hablar de mindfulness, algunas personas harán referencia al entrenamiento en sí, mientras que otros se refieren a los beneficios del propio entrenamiento. Estos beneficios consisten en manera general, al aumento de la consciencia.

3. La importancia del mindfulness en infantil

Los niños necesitan sentirse valiosos y capaces de expresar sus ideas y emociones entre iguales y adultos. Y para poder hacer esto último necesitan la suficiente seguridad en sí mismos que les impulse a alzar la voz sin que tengan en cuenta la diferencia de edad. Dedicar un momento al día para estar en el presente permite reducir los niveles de estrés y ansiedad que provocan algunas de las mencionadas circunstancias.

Figura 1

El mindfulness crea un espacio y un tiempo seguro en el que los niños relajan la mente y el cuerpo. Se trata de un contexto en el que los niños pueden mostrarse auténticos, expresar lo que piensan y sienten, y tienen la posibilidad de reflexionar antes de actuar.

 

4. Beneficios del mindfulness en infantil

El objetivo principal del mindfulness se fija en que el niño sea capaz de centrarse en el momento presente de manera activa, que centre su atención y mantenga una consciencia plena y reflexiva a lo que sucede en el momento actual.

Algunas de los beneficios más significativos del mindfulness en infantil son los siguientes:

  • Reduce el estrés el estrés en el aula y les enseña a relajarse.
  • Les ayuda a afrontar con menos nervios determinadas situaciones que les produce ansiedad.
  • Mejora sus relaciones interpersonales.
  • Favorece la creatividad.
  • Facilita la gestión de conflictos de forma sana.
  • Aumenta la capacidad de concentración, la empatía y la solidaridad entre iguales.
  • Les ayuda a conocerse mejor.
  • Desarrolla la inteligencia.
  • Ayuda a mantener el equilibrio emocional, físico y psicológico.
  • Mejora la capacidad de comunicación.
  • Aumenta su capacidad de resiliencia.
  • Permite el reconocimiento de los propios pensamientos y de cómo las emociones se manifiestan en sus cuerpos.
  • Ayuda a los niños a desarrollar la aceptación, la tolerancia, la frustración y la gestión positiva de sus emociones.

 

5. Actividades de mindfulness en infantil

El trabajo de mindfulness en Educación Infantil requiere de una planificación de actividades en las que se tenga en cuenta un tiempo y un espacio para su realización. Algunos ejemplos de actividades pueden ser las siguientes:

  • El ejercicio de la uva pasa: esta actividad consiste en que cada niño deberá coger una uva pasa y con los ojos abiertos o cerrados, se tomarán su tiempo para tocar su textura. Después, la introducirán en su boca para saborearla con tiempo. A través de este ejercicio los niños aprenden las cualidades de los alimentos: olor, sabor, textura, etc.
  • Espacio de la calma: se debe destinar un espacio en el aula dedicado a estar tranquilo, para pensar y poder estar en silencio, el rincón de reflexionar. En este lugar los niños deben sentirse libres para relajar su cuerpo y su mente.
  • Manos enfrentadas: en este ejercicio los niños deben enfrentar sus manos con cada uno de los cinco dedos tocándose. Mediante este juego se busca la calma, y es por ello que, en los momentos que sientan nervios o enfado, el maestro puede ayudar al niño a serenarse mediante esta simple técnica. De esta forma, al enfrentar las manos y estar unidas por la punta de los dedos, los pensamientos negativos o abrumadores van disminuyendo de intensidad poco a poco.
  • La respiración de la abeja: consiste en taparse las orejas con los dedos índice, cerrar los ojos e imitar el zumbido de las abejas…MMMMMMMMMMMM. A través de este juego favorecemos el control de la respiración para llegar a la interiorización y resulta muy eficaz para manejar algunas impaciencias comunes a esta edad.
  • Meditar como una rana: mediante este ejercicio los niños deben estar quietos y atentos como una rana. Se puede introducir un audio en el que podrán escuchar las orientaciones que nos dicen sobre las ranas: “las ranas pueden dar grandes saltos, pero también se queda quietas observando lo que pasa a su alrededor y atentas para cazar una mosca”, “su tripa se hincha cuando entra el aire y se deshincha cuando sale el aire”, etc.
  • Escuchamos el silencio: mediante este tipo de ejercicio se pretende que los niños sean capaces de prestar atención en lo que escuchan. Para ello, se necesita un instrumento como una campana o por ejemplo un cuenco tibetano, lo importante es que dicho instrumento tarde en dejarse oír. Primeramente, se explicará a los niños que vamos a hacer un sonido y que deben escuchar en silencio hasta que se deje de oír, cuando lo dejen de escuchar pueden levantar la mano. Este ejercicio les aporta calma y además les permite centrar su atención.

 

Conclusión

El mindfulness es una técnica fundamental para trabajar las emociones del niño y es una herramienta que permite mejorar su capacidad de concentración y asimilación. El resultado de practicar mindfulness es el de obtener números beneficios como reducir el estrés y la ansiedad, gestionar las emociones, o por el ejemplo alcanzar un autoconocimiento de los propios pensamientos y de las emociones originadas en nuestro cuerpo.  Por todo ello, es importante introducir esta técnica meditativa desde los primeros años de vida, pues los beneficios que aporta serán esenciales para un buen desarrollo personal.

 

Referencias

FIGURA:

 

MIRIAM FRANCO MANSILLA

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