Música y emociones

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«La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón»

Magdalena Martínez.

La relación entre música y emociones es evidente. Ya en las antiguas civilizaciones la música fue considerada como lenguaje y medio de expresión, y sus pueblos la utilizaban para solventar sus necesidades, comunicar pensamientos y compartir las preocupaciones que tenían. Digamos que era una manera de liberarse mentalmente y de expresar sentimientos. Platón citaba que «la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo», lo que nos deja en evidencia que ya a.C. existe una relación entre la música y las emociones. La música, desde tiempos lejanos, ha demostrado que repercute, para bien o para mal, en la vida de las personas, afectando de una manera positiva o negativa en nuestro estado de ánimo y modificando así las emociones que nos invaden.

¿Quién no ha experimentado alguna vez alguna emoción mientras escuchaba música? Podríamos decir que tiene un extraño poder en nosotros que hace que nos excitemos: es capaz de aumentar nuestra alegría, o todo lo contrario, alterar el ritmo cardiaco y las pulsaciones, ponernos los pelos de punta. Si escuchamos música podemos percatarnos rápidamente de que los diferentes sonidos son capaces de crear pensamientos, de ponernos en movimiento y hacernos sentir alguna emoción que nos ayude a vivenciar nuestro yo interior.

«Érase una vez un sultán llamado Amurath, famoso por su crueldad. Cuando Amurath conquistó Bagdad, ordenó matar a treinta mil personas, a pesar de que habían depuesto sus armas. Entre los que iban a ser ejecutados había un músico. Cuando llegó su turno, suplicó que le dejaran hablar con el sultán. Fue llevado ante Amurath, quien le permitió que tocara ante él. El músico cogió un salterio, instrumento parecido a una lira, al que acompañó con su voz. Cantó acerca de la captura de Bagdad y del triunfo de Amurath. La belleza de la armonía, la tristeza y la dicha que produjo el músico con su instrumento y su voz superaron el sultán y le hicieron llorar. Sintió remordimiento por su crueldad y ordenó que el resto de los prisioneros fuera inmediatamente liberados».

Blanche y Beattie, 2005, p.6

Esta es una de entre otras leyendas que describen el gran poder de la música para ablandar corazones y, siendo en este donde alberga la emoción, estaremos de acuerdo en que la música nos impulsa y nos da fuerza para cometer una acción, tiene la capacidad de tranquilizarnos y reducir la ira, mejorar y recuperar el bienestar, equilibrar y modificar nuestro estado anímico.

La teoría del Ethos fue conocida en la antigua Grecia como una teoría que recoge que la música influye en nuestro carácter, de manera que existen ocho modos principales y cada uno de ellos tiene los tonos y semitonos distribuidos de distinta manera. A cada uno de estos modos se le atribuye un Ethos o, lo que es lo mismo, una propiedad o carácter:

Dorio – Sublime

Frigio – Templanza

Lidio – Quejumbroso

Hipodorio – Nobleza

Hipofrigio Suavidad

Hipolidio – Dionisiaco

Mixolidio – Apasionado

Por ello, dependiendo del modo que se utilice para la composición se estará atrayendo un carácter o estado. Por ejemplo, una melodía dórica se relaciona con un equilibrio ético y una actitud tranquila, mientras que una música basada en el modo frigio estaba considerada negativa por llevarnos al éxtasis y a la pérdida de la razón.

El poder de la música sobre la respuesta emotiva de una persona puede ser un recurso para buscar aspectos positivos y beneficiosos, ya que a través de ella podemos mejorar el estado emocional, tratar problemas psíquicos, mejorar la autoestima, favorecer la relajación, intuición y concentración mental, mejorar la memoria, activar el sistema nervioso y ayudar a la comunicación personal e interpersonal, entre otros aspectos. Todos nosotros, alguna vez en nuestra vida, habremos sentido cómo, al escuchar alguna música, nos alejamos del mundo, de las personas y las cosas y entramos en otro mundo repleto de sentimientos y pensamientos.

Pero también, de la misma manera que la música ejerce sobre el individuo esa capacidad de cambiar nuestro estado, es posible que, dependiendo de cómo nos sentimos, elijamos escuchar una música u otra y así reflejarnos en ella para expresar y liberar emociones para luego alimentarlas.

«Los sabios hallaron placer en la música, y vieron que podría utilizarse para mejorar el corazón de la gente. Debido a la profunda influencia que ejerce sobre el hombre, y el cambio que induce en sus modales y costumbres, los antiguos reyes la establecieron como tema de instrucción».

Confucio, 551-479 a.C.

En el aula de música tenemos que ofrecer al alumnado diferentes audiciones musicales que despierten en ellos diversas emociones, para que experimenten la variedad sonora y descubran su mundo interior, enfocando sus ideas y pensamientos hacia el exterior. Es una forma de conocerse a sí mismo, de focalizar y comunicar sus inquietudes y, además, este ejercicio resulta muy positivo para respetar y entender el mundo en el que vivimos.

Existen infinitas actividades musicales que pueden proponerse para trabajar el mundo emocional en nuestros alumnos y alumnas. Para ello, debemos poner especial atención a llevar a cabo una adecuada selección de piezas musicales, ya que de las obras utilizadas dependerá que los niños y las niñas vivencien y descubran emociones con más facilidad. Aquí se pone en juego nuestra capacidad para escuchar, analizar las audiciones y escoger aquellas que van a crear diferentes sensaciones en el aula.

Aquí menciono, a modo de ejemplo, algunas de las obras que nos inspiran diferentes emociones:

EMOCIÓN PIEZAS MUSICALES
Alegría Truth of touch de Yanni,
Payday de Jason Farnham.
Ternura Traumeri de Schumann,
Sueño de amor de Franz Liszt.
Irritación Danza de los caballeros (Romeo y Julieta) de Prokofiev,
El vuelo del moscardón de Nicolai Rimsky-Korsakov.
Ilusión La danza del hada de azúcar
(El Cascanueces) de Tchaikovsky,
Locally Sourced de Jason Farnham.
Tensión En la gruta del rey de la montaña (Peer Gynt
de Grieg,
Fantasía y fuga sobre el nombre de Bach de
Franz Liszt.
Miedo Sinfonía nº5 de Beethoven, Carmina Burana
de Carl Orff.
Nostalgia Caribbean blue de Enya,
Les jours tristes de Amelie.
Felicidad La Primavera de Vivaldi,
Make it shine de Sophonic media.
Deseo Pequeña Serenata Nocturna de Mozart,
Meditación de Thais de Jules Massenet.
Satisfacción Carros de fuego de Vangelis,
Fragmento de la Marcha nº1 Pompa
y circunstancia de Edward Elgar.

Utilizando como recurso la música, a continuación, nombro brevemente algunas actividades que me parecen muy interesantes para reconocer y vivenciar emociones en el aula.

  • Escuchar la música y dibujar lo que esta te representa.
  • Movimiento libre acompañado por la música.
  • Dramatización de diferentes emociones.
  • Lectura de un cuento y con el fin de añadirle sonidos vocales e instrumentales.
  • Escuchar varias melodías y unirlas con algunos dibujos que representan estados de ánimo.
  • Inventar un cuento para una melodía.
  • Expresar mediante un dibujo o un escrito cómo nos sentimos al escuchar una música en concreto.

Estas son tan solo unas pequeñas y sencillas ideas para planificar actividades que acerquen al alumnado al mundo emocional. Debemos tener en cuenta que, con imaginación y creatividad, podemos planificar montones de actividades musicales que ayuden a conectar con las emociones.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Avila, R. (8 de noviembre de 2013). El «ethos» de la música (II) [Mensaje en un blog]. La guía. Recuperado de: https://filosofia.laguia2000.com/filosofia-y-arte/el-ethos-de-la-musica-ii

Blanche, C. y Beattie, A. (2005). El poder de la música. Madrid: Tikal Ediciones.

Jauset-Berrocal, J. A. (2008). Música y neurociencia: la musicoterapia. Barcelona: Editorial UOC.

Pintado, E. (2014). Proyecto emocionario musical [Mensaje en un blog]. Diario de una maestra. Aula de Elena. Recuperado de: http://www.auladeelena.com/p/proyecto-emocionario-musical.html

Ruíz, S. (1 de marzo de 2018). Musicoterapia [Mensaje en un blog]. Susana Ruíz Saínz. Recuperado de: http://susanaruiz-psicologia.es/musicoterapia/

REFERENCIAS DE IMÁGENES

Crescoli, G. (27 de Noviembre de 2017). Emociones [fotografía]. Recuperada de: https://pixabay.com/es/photos/smiley-emoticon-ira-enojado-2979107/

Almudena Pradilla Larraz

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