El uso responsable de los medios tecnológicos en los centros educativos de Educación Primaria

FacebooktwitterpinterestlinkedinmailFacebooktwitterpinterestlinkedinmail
Print Friendly, PDF & Email
  1. Introducción

El uso responsable de las nuevas tecnologías en la educación primaria es crucial para garantizar un entorno de aprendizaje seguro y enriquecedor para los estudiantes en su etapa formativa inicial. Si bien la integración de la tecnología puede ofrecer numerosos beneficios pedagógicos, es fundamental promover un enfoque equilibrado que fomente su uso adecuado y seguro entre los niños y niñas de nuestra clase.

Imagen 1

Imagen 1

Es esencial inculcar a los estudiantes unos principios éticos para garantizar la seguridad en línea desde una edad temprana. Esto implica educar a los niños y niñas sobre la importancia de proteger su privacidad y mantener un comportamiento respetuoso en el entorno digital. Debemos educarlos sobre la importancia de no compartir información personal en línea, de respetar los demás usuarios y a identificar qué información es real y cual es falsa. Para ello, es crucial la colaboración de las familias y que se trabajen estos principios de manera transversal y simultanea tanto en el aula como en casa. También se debe hacer hincapié en la importancia en equilibrar el tiempo de pantalla con actividades físicas y sociales. Promover la participación en actividades al aire libre, juegos interactivos así como pasar tiempo con amigos y familia sin pantallas de por medio.

“En el campo de la educación, la Era de la desinformación pone de manifiesto la necesidad de desarrollar, tanto en el alumnado como en el profesorado, las estrategias cognitivas del pensamiento crítico para que puedan hacer frente a los riesgos derivados del uso de los medios tecnológicos» (Buckingham, 2019). La alfabetización mediática es, por lo tanto, crucial en los docentes que deben ser (junto a las familias) los precursores del desarrollo cognitivo necesario para que niños y niñas sepan afrontar esta situación de la manera más prudente posible.

 

  1. Beneficios e inconvenientes del uso de las nuevas tecnologías en educación

No es ningún secreto que “gracias” a la pandemia de Covid-19, tanto docentes, como alumnado (y sus familias) nos hemos tenido que poner al día con las nuevas tecnologías para incorporarlas en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Esta circunstancia ha cambiado de pleno la realidad en las aulas ya que en la actualidad, el uso de plataformas y recursos online se utilizan a diario por alumnado y docentes. Aunque en un principio muchos de nosotros nos vimos sobrepasados por la carga de trabajo y la necesidad de manejar muchas herramientas online diferentes, lo cierto es que nuestras clases se han visto enriquecidas por una variedad de recursos que fomentan la involucración de los alumnos y la atención a la diversidad.

Imagen 2

Imagen 2

Entre otros beneficios, la tecnología ha ampliado las posibilidades de acceso a la información y al conocimiento. Los estudiantes ahora pueden acceder a una amplia gama de recursos educativos en línea, lo que les permite investigar y profundizar en temas de interés de una manera más interactiva y dinámica.

Además, la tecnología ha facilitado la personalización de la educación. A través de software educativo específico y plataformas de aprendizaje adaptativo, los docentes podemos adaptar el contenido y el ritmo de las lecciones de acuerdo con las necesidades individuales de los estudiantes. Esta personalización promueve un aprendizaje más efectivo al permitir que cada estudiante avance a su propio ritmo y reciba el apoyo necesario para alcanzar su máximo potencial.

El uso de tecnología en las aulas ha fomentado la colaboración y la comunicación entre los estudiantes y docentes. Las herramientas de colaboración en línea, como las aplicaciones de trabajo en equipo y los foros de discusión, han permitido que los estudiantes participen en debates y proyectos grupales más allá de los límites físicos del aula. Esto ha fomentado un ambiente de aprendizaje más interactivo y ha fortalecido las habilidades de colaboración y comunicación de los estudiantes, preparándolos para el entorno laboral moderno.

Sin embargo, el uso excesivo o inadecuado de la tecnología en las aulas puede presentar desafíos significativos. La dependencia excesiva de dispositivos electrónicos puede distraer a los estudiantes y afectar su capacidad de concentración. Además, la brecha digital puede exacerbar la desigualdad educativa, ya que no todos los estudiantes tienen acceso a los mismos recursos tecnológicos en el hogar, lo que puede crear disparidades en el aprendizaje y el desarrollo.

Además, la seguridad y la privacidad de los datos se han convertido en preocupaciones crecientes a medida que la integración de la tecnología se profundiza en las aulas. La protección de la información personal de los estudiantes y su seguridad en línea se ha vuelto una prioridad crucial que las instituciones educativas y los responsables políticos deben abordar de manera proactiva.

 

  1. Situación actual (detección)

Es muy difícil encontrar en nuestra sociedad, niños y niñas que no hayan utilizado algún tipo de tecnología, mayoritariamente tablets y smartphones. Y aunque sabemos que ya son parte de nuestra vida, debemos crear una consciencia grupal en la que familias, y docentes, siendo conscientes de los riesgos que conllevan darle un móvil a un menor (y más si es con conexión a internet) y en los pasos que se deben seguir para que su uso sea responsable y seguro.

Es importante recalcar el hecho de que aunque los alumnos y alumnas sean capaces de utilizar las TICs y las redes sociales (RRSS) no significan que sepan hacer buen uso de ellas. Por ello, es necesario que los docentes preparen a sus estudiantes para la era de la desinformación promoviendo la aplicación de los movimientos del pensamiento para evitar que «se conformen con lo que devuelve el buscador en su primera pantalla» (Ernesto, 2013, p.116).

Si se les da un dispositivo a los niños, se deben implementar filtros de contenido y mecanismos de supervisión para proteger a los niños de contenidos inapropiados y actividades potencialmente peligrosas en línea. Es crucial que maestros, profesores y padres trabajemos juntos para establecer un entorno seguro en el que los niños puedan explorar y aprender de manera segura con la tecnología, al mismo tiempo que se evitan riesgos innecesarios.

La omnipresencia de Internet y las RRSS en nuestra vida diaria ha supuesto un gran avance en el acceso al conocimiento y en las comunicaciones, pero también nos ha enfrentado a graves riesgos como la contaminación informativa, las noticias falsas (fake news) y los anzuelos digitales (clickbaits) (Romero-Rodríguez et al., 2019).

El alumnado de la etapa de Educación Primaria usa Internet y RRSS, incluidas aquellas que no están adaptadas a su edad. Por ello, es trabajo de nosotros los docentes de enseñarles a pensar críticamente cuando las usen.  Ya que sin este, “el alumnado podría conformarse con la primera información que se le ofrece cuando consulta Internet y las RRSS, no contrastar y comparar la información, no comprobar cuándo ha sido publicada la información y por quién, contribuir a la difusión de información errónea o sesgada, etc. Igualmente, no basta con sintetizar y captar lo esencial de la información que se encuentra en Internet si esta no es veraz o no ha sido contrastada. En definitiva, los niños y las niñas serían más vulnerables ante riesgos como la desinformación” (Cañas, Pinedo y Palacios (2022).

Imagen 3

Imagen 3

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO, en adelante) propone un currículum para profesores y alumnos sobre alfabetización mediática e informacional (AMI, en adelante). Este se titula: “Media and Information Literate Citizens: Think Critically, Click Wisely!” (Grizzle et al., 2021). Algunos de los aprendizajes que se han de adquirir son:

  • evaluar de manera crítica la información de los medios digitales
  • analizar, compartir, organizar y almacenar información
  • sintetizar ideas extraídas de información de los medios
  • protegerse de los riesgos tecnológicos.
  • Además, se demanda que el profesorado promueva esta alfabetización entre el alumnado.

 

  1. Posibles cambios para mejorar la situación actual (propuestas de intervención)

Teniendo en cuenta la casuística mencionada anteriormente, se puede lograr un equilibrio entre el uso adecuado de la tecnología y un entorno de aprendizaje enfocado en el colegio.

Las redes sociales y las fake news son una problemática a la que debemos enfrentarnos prácticamente a diario. Por ello, el alumnado debe conocer este problema y aprender como estar preparado cuando se encuentran ante él. Los docentes debemos trabajar diferentes habilidades en clase para que niños y niñas utilicen un razonamiento crítico ante los medios tecnológicos y las redes sociales ante la desinformación. Aunque controlar el uso de teléfonos móviles en el aula puede ser un desafío, con la implementación de medidas efectivas, es posible fomentar un entorno de aprendizaje más enfocado. Aquí hay algunas estrategias que podrían ser útiles:

  •  Establecer normas claras: Desarrollar y comunicar claramente las reglas y expectativas sobre el uso de teléfonos móviles en el aula, y asegurarse de que tanto los estudiantes como los padres las comprendan. Sería conveniente y muy fructífero incluir a los propios estudiantes en la creación de estas normas para que sientan que son parte del proyecto y que su voz es escuchada y tenida en consideración.
  • Ofrecer alternativas interactivas: Proporcionar actividades interactivas y dinámicas en el aula que mantengan a los estudiantes comprometidos. PAra ello, es necesario hablar con ellos e interesarnos por cuales son sus gustos e intereses.
  • Fomentar el uso educativo de los dispositivos: Integrar el uso de teléfonos móviles como herramientas educativas al incorporar aplicaciones educativas y recursos en línea que enriquezcan el aprendizaje en el aula.
  • Comunicación abierta: Mantener una comunicación abierta con los estudiantes y los padres sobre los beneficios y desafíos del uso de teléfonos móviles en el aula. Tratar casos reales de ciberacoso o estafas a jóvenes por redes sociales son recursos muy efectivos para que el alumnado conozca los riesgos.

Así mismo, enseñar a los niños a identificar noticias falsas es fundamental en la era de la información, donde la desinformación puede propagarse rápidamente. Aquí hay algunos enfoques que podrían ser útiles:

  • Fomentar el pensamiento crítico desde una edad temprana: Enseñar a los niños y niñas a cuestionar la información que encuentran en línea y a considerar la fuente, el propósito y la veracidad de la información antes de aceptarla como verdadera.
  • Educar sobre fuentes confiables: Enseñarles a identificar fuentes confiables y reconocidas, como sitios web de instituciones educativas, medios de comunicación reconocidos, etc.
  • Analizar el contenido: Enseñar a los niños a examinar el contenido de las noticias, incluyendo verificar si hay evidencia o fuentes citadas, si la información se presenta de manera equilibrada y si hay sesgos evidentes.
  • Ejemplos prácticos: Proporcionar ejemplos concretos de noticias falsas y discutir cómo identificar las señales de alerta, como titulares exagerados, fuentes anónimas o falta de pruebas verificables.
  • Enseñar sobre la edición de imágenes: Educar sobre la manipulación de imágenes y cómo las imágenes editadas pueden utilizarse para distorsionar la verdad, alentando a los niños a ser escépticos y a buscar pruebas adicionales para respaldar la autenticidad de las imágenes.
  • Promover la responsabilidad digital: Enseñarles sobre la importancia de ser responsables al compartir información en línea y sobre cómo pueden contribuir a detener la propagación de noticias falsas al verificar la información antes de compartirla con otros.

Al capacitar a los niños para que sean críticos y reflexivos al consumir información en línea, se puede ayudar a cultivar una generación más informada y consciente de la importancia de la veracidad y la precisión de la información.

La gran mayoría de los docentes no planifican actividades (por falta de tiempo, recursos y/o formación) en las que se promuevan estrategias cognitivas concretas para analizar de forma crítica la información que se encuentra en Internet y las RRSS, aunque lo consideran muy importante y les gustaría recibir formación en este sentido, según el estudio de Gretter y Yadav (2018) o de Gutiérrez-Martín et al. (2022), donde se muestra que el profesorado expresa que se siente insuficientemente formado en alfabetización mediática, a la vez que consideran el fenómeno de especial interés debido a su relevancia actual.

Algunas de las propuestas que podemos incluir y siguiendo la guía de Cañas, Pinedo y Palacios (2022) son las siguientes:

  • Crear un documento tipo rúbrica para analizar cómo se está trabajando el razonamiento crítico en el aula.
  • Evaluar cómo los docentes se sienten en el uso de los diferentes medios tecnológicos y redes sociales.
  • Formación específica y práctica

  

  1. Conclusiones

El uso responsable de las nuevas tecnologías en la educación primaria implica no solo enseñar a los niños cómo usar la tecnología de manera segura y ética, sino también fomentar un equilibrio saludable entre el mundo digital y el mundo real. Al establecer pautas claras, supervisar su uso y fomentar el desarrollo de habilidades críticas y creativas, se puede garantizar que los niños se beneficien plenamente de las oportunidades que ofrece la tecnología, al tiempo que se protege su bienestar y desarrollo integral. Se debe alentar a los estudiantes a no solo consumir contenido, sino también a crear y compartir sus propios trabajos utilizando herramientas digitales. Esto no solo fomenta la expresión creativa, sino que también les ayuda a comprender mejor cómo utilizar la tecnología como una herramienta para el aprendizaje y la expresión personal.

Aunque parezca que hemos llegado muy lejos, estamos tan solo al comienzo de un proceso que va a seguir revolucionando la educación en todos sus ámbitos. Por ellos, los docentes debemos tener una mente abierta y una disposición a seguir aprendiendo y trabajando ya que tendremos que adaptarnos a muchos otros cambios digitales que están por llegar.

 

 Referencias bibliográficas y webgrafía

 

Isabel García Sánchez

 

Deja una respuesta