El TEA en la infancia y adolescencia: signos de alarma y áreas de intervención

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Signos de alarma y áreas de intervención en la infancia y adolescencia

El TEA es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por un desarrollo inusual en las habilidades de comunicación y de interacción social, y por la presencia de un repertorio restringido y repetitivo de actividades e intereses, quedando afectados el área emocional, cognitiva y la conducta.

Etapa de Educación Infantil: Atención Temprana

La atención temprana se refiere a la intervención que se realiza desde los 0 a los 6 años, resultando de vital importancia para el desarrollo posterior y pronóstico, ya que es la etapa de mayor plasticidad neuronal. Así, en función del momento evolutivo podemos establecer algunas de las señales de alerta más frecuentes:

  • En la etapa inicial de 0 a 3 años, podemos encontrar a niños y niñas con un  limitado o escaso contacto visual, poca intención comunicativa (no si se trata de intereses específicos), ausencia de lenguaje verbal o gestual, aparición tardía del lenguaje, resistencia a los cambios, juego repetitivo, ausencia de juego simbólico, presencia de estereotipias, elevada sensibilidad a estímulos sensoriales, etc.
  • Al inicio de la escolaridadpodemos observar dificultades para seguir la rutina del aula, dificultades en el control de esfínteres, en la adquisición de hábitos básicos, para permanecer sentado, tendencia al aislamiento, dificultades para relacionarse con los demás, así como para entender dinámicas de tipo grupal, preferencia por juegos repetitivos y solitarios, conductas estereotipadas, rigidez conductual, dificultades en la autorregulación, entre otras.

Una vez confirmado por los especialistas la presencia del Trastorno del Espectro Autista (TEA), será necesario llevar a cabo un programa de intervención de manera conjunta con la familia y la escuela. Algunos de estos programas de intervención precoz, son:

  • Early Start Denver Model (ESMD, Sally Rogers).
  • ABA (Applied Behavior Analysis).
  • Model SCERTS.
  • Sistemas de Comunicación Aumentativa y Alternativa.
  • PECS
  • Método TEACCH.
  • RDI (Relationship Development Interaction)
  • Programas de Habilidades Sociales.

Se establecerá el programa de intervención que mejor se ajuste a las necesidades del niño o niña, una vez detectadas y valoradas sus características individuales, centrándose en las siguientes áreas de intervención:

  • Desarrollo de Habilidades Cognitivas.
  • Desarrollo de Habilidades Comunicativas y lingüísticas.
  • Desarrollo de Habilidades de Interacción Social.
  • Autonomía.
  • Juego simbólico y funcional.
  • Juego cooperativo.
  • Conducta adaptativa.
  • Alimentación, sueño y control de esfínteres.
  • Funciones ejecutivas.
  • Comprensión social.
  • Autorregulación emocional.

Etapa de Educación Primaria

En la etapa de educación primaria es frecuente encontrar dificultades de conducta (gestión del tiempo libre, comprensión e interpretación de normas, rigidez comportamental, inflexibilidad ante los cambios, falta de autocontrol, etc.), grandes dificultades sociales (falta de habilidades sociales, dificultad para interpretar emociones y sentimientos, para respetar turnos de palabra y mantener conversaciones, para interpretar sutilezas y dobles sentidos, juegos e intereses limitados, miedos irracionales, etc.) y escolares (dificultades de comprensión, interpretaciones literales, lentitud en el procesamiento de la información, dificultades de organización y planificación, hipersensibilidad a estímulos sensoriales, etc.).

Con respecto a los tipos de intervención, en función de las características específicas de cada niño o niña, se podrá llevar a cabo una intervención individual, para trabajar aquellos aspectos que requieran de una atención más individualizada y específica (programas de desarrollo cognitivo, comunicativo-lingüísticos, etc.) o una intervención grupal, siendo esta última especialmente beneficiosa para trabajar las habilidades sociales, debiendo seleccionar previamente perfiles parecidos y edades similares que permitan establecer unos objetivos determinados.

Con respecto a las áreas de intervención, en educación primaria las principales áreas de intervención se centran en las siguientes:

  • Comunicación y lenguaje: habilidades conversacionales (iniciar, mantener y finalizar una conversación, esperar el turno, mirar a los ojos, etc.), estilos de comunicación asertivos, comunicación no verbal, prosodia, habla monótona, etc., que se trabajarán mediante estrategias de role-playing y juegos.
  • Interacción Social: pedir ayuda, normas de conducta social, significado de la amistad, detección de intenciones, diferenciación de lo que se puede pensar y lo que se puede decir, etc.
  • Juego cooperativo y reglado: explicitar los pasos y normas de los juegos, tolerancia a la frustración, saber ganar y perder, etc.
  • Autorregulación emocional: reconocimiento y gestión de las emociones (termómetro de las emociones), verbalización de las emociones a través de modelos (emocionarios), etc.
  • Rigidez mental: Teoría de la mente (deducción de intenciones, comprensión de ironías, bromas, etc.), empatía, ampliación de intereses, utilizar cómics/viñetas para explicar cómo deben actuar ante estímulos que causen dificultades en la conducta (hipersensibilidad).

Etapa de Educación Secundaria: Adolescencia

La adolescencia es una etapa de importantes cambios en todos los niveles: cambios físicos, desarrollo de la sexualidad, cambios de grupo de compañeros y compañeras al cambiar de etapa, aumento de la presión académica, mayor importancia del sentido de pertenencia al grupo y de las relaciones de amistad, menor supervisión en los tiempos libres, etc., que pueden aumentar el riesgo de presentar estados de ansiedad, ideas obsesivas, depresión, etc.

Con respecto a las señales de alarma en esta etapa, podemos encontrar:

  • Dificultades de conducta que se evidencian en mayor medida en este periodo: desinhibición o extrema inhibición, tono de voz monótono, tendencia al monólogo, excesiva rigidez y persistencia a determinadas actitudes u objetos, dificultades de planificación y organización, falta de autonomía, escaso interés por situaciones o cosas nuevas, tendencia al aislamiento, dificultades para comprender dinámicas grupales, etc.
  • Dificultades académicas: dificultades para adaptarse a los continuos cambios de clase, de profesor y de materia que tienen lugar en la etapa de educación secundaria, lentitud a la hora de realizar las tareas escolares (coger apuntes, realizar exámenes, actividades, etc.), dificultad de planificación y organización de tareas (uso de agenda, planning, etc.), dificultad para distinguir la idea principal de un texto de las ideas secundarias, dificultades para interpretar las tareas y lo que deben hacer (comprensión inferencial), pérdida de motivación por algunas asignaturas, etc.
  • Dificultades emocionales y sociales: reacciones emocionales desproporcionadas, aumento de ansiedad, de obsesiones y rituales,  mayor vulnerabilidad ante engaños, falta de motivación y de perspectiva de futuro, poca conciencia de sus dificultades, gran necesidad de supervisión, baja autoestima, intereses muy diferentes a los de los chicos y chicas de su edad, ausencia de estrategias sociales, etc.

La intervención en esta etapa se va a centras especialmente en las siguientes áreas:

  • Ansiedad y pensamientos negativos: detección de sensaciones físicas, como son palpitaciones, sudor, temblores, malestar en el pecho, necesidad de huir, etc., conciencia de las causas que les producen ansiedad, estrategias de gestión para aumentar la seguridad ante estas situaciones y reducir la ansiedad, registro de pensamientos negativos, asociar el pensamiento negativo con la emoción, cambiar pensamiento negativo por otro positivo, etc.
  • Interacción Social: tomar conciencia de sus dificultades, promover la higiene física, entender la repercusión de su conducta en los otros, detectar emociones propias y ajenas, practicar la ironía y el doble sentido, trabajar dinámicas de roles, autoestima, toma de conciencia de sus puntos fuertes y débiles, etc.
  • Otros aspectos (redes sociales, acoso, etc.): uso adecuado de las redes sociales, estrategias sociales en redes sociales, conciencia de los peligros, enseñar qué es la amistad y los grados de relación apropiados por la edad, trabajar el bullying a través de videos, cortos, actividades grupales («COBARDES» – cortometraje de Rodrigo Fernández), trabajar los cambios físicos derivados de la adolescencia, sexualidad, etc.

Conclusión

El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que va a tener un gran impacto y una gran repercusión en la vida personal, social, escolar y laboral de las personas. Es de vital importancia una atención precoz y una intervención temprana en aquellas áreas en las que existe una gran afectación, principalmente el área cognitiva, social y comunicativa-lingüística, así como una formación adecuada de todas las personas implicadas en la atención de este alumnado, que favorezcan la participación y la inclusión de estos niños y niñas en los centros y las aulas, y que fomenten conductas de solidaridad, respeto y tolerancia hacia la diversidad.

Bibliografía

  • Mulas F, Ros-Cervera G, Millá MG, Etchepareborda MC, Abad L, Téllez de Meneses M. Modelos de intervención en niños con autismo. Rev. Neurol. 2010; 50 (Supl 3): S77-84.
  • Artigas-Pallarés J. ¿Sabemos qué es un trastorno? Perspectivas del DSM 5. Rev Neu-rol 2011;52 (S01):59-69.
  • Artigas-Pallarès, J, Pérez, I (2011). El autismo 70 años después de Leo Kanner y Hans Asperger. Hospital de Sabadell. Unidad de Neuropedriatría. Universitat de Barcelona. Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Campus Mundet, Barcelona, España.
  • Sant Joan de Deu Hospital (2019). Trastornos del aprendizaje, de la conducta y afectivos: diagnóstico e intervención. Intervención en el TEA. SJD.

Mercedes Parra Gutiérrez

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