1. INTRODUCCIÓN
La etapa de la adolescencia está caracterizada por numerosos cambios, tanto físicos como emocionales, (GESELL, 1972) e igual que el docente de EF procura adaptar los contenidos a las posibilidades fisiológicas del alumnado, las variables psicológicas no pueden quedarse apartadas.
En la actualidad está en boca de todos la educación emocional, pero a veces no encontramos actividades efectivas y atractivas para los adolescentes y vemos cómo en sesiones o talleres más teóricos, algunos se sienten incómodos o vulnerables al verse expuestos a esas emociones. En estas líneas se busca que el trabajo sea de manera introspectiva e individual, de manera que una vez terminada la experiencia ellos decidan qué quieren compartir con el grupo.
La legislación actual, el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria, nos habla de trabajar la competencia emocional, de las técnicas de relajación y del fomento del autoconocimiento. Lo podemos encontrar en la competencia específica 1.2 y en el saber básico “Vida activa y saludable” de Educación Física, en la que se menciona de manera específica la salud mental. Es por ello que en las siguientes líneas trataré ofrecer un recurso práctico de la Pirámide de Maslow.
2. LA PIRÁMIDE DE MASLOW
La pirámide de Maslow se da a conocer en 1943, cuando el psicólogo estadounidense Abraham Maslow publica “Una teoría sobre la motivación humana”, obra de perteneciente al mundo de la psicología humanista. En pocas palabras el autor decía, que si el ser humano logra satisfacer sus necesidades más básicas, será capaz de desarrollar nuevas capacidades en las que sentirse más pleno.
Su trabajo se resume en una gráfica a modo de pirámide en la que encontramos cinco fases, siendo las que están en la base las consideradas como imprescindibles, ascendiendo hacia otras más complejas, para alcanzar la plenitud. Estas fases, partiendo de la base hasta la cúspide, y siendo las anteriores sobre las que se construyen las siguientes, son:
- Necesidades fisiológicas: son las consideradas como básicas y esenciales, imprescindibles para la supervivencia y entre ellas encontramos respirar, alimentarse, hidratarse, descansar, vestirse o la reproducción entre otras.
- Necesidades de seguridad: todos aquellos aspectos que hagan sentirse seguro, y entre ellas encontramos la seguridad física, de empleo, de recursos, seguridad económica, moral, de salud o incluso de la propiedad privada.
- Necesidades sociales o de afiliación: este nivel se asocia a la pertenencia social, sentirse dentro de un grupo social en el que poder mantener relaciones intrapersonales, así como el desarrollo afectivo. Por ejemplo: familiares, amigos, compañeros de trabajo, pareja…
- Necesidades de reconocimiento: vienen a ser las necesidades que satisfagan nuestra estima y confianza. Maslow diferencia dos categorías en este nivel: la independencia y la autoestima. Por tanto tienen que ver con el autoconocimiento, el respeto, la dignidad y el éxito, aunque este concepto pueda ser bastante subjetivo.
- Necesidades de autorrealización: este nivel se lograría sólo en caso de haber alcanzado los niveles anteriores, en que la persona presente un crecimiento personal. Tiene que ver con la moralidad, la creatividad, la espontaneidad, la falta de prejuicios, la adaptación a los hechos y/o a la resolución de los problemas.
Estos fundamentos teóricos no sería necesario exponerlos al alumnado, pero sí que nos sirva a los profesionales como base para justificar esta práctica.
Son muchos los ámbitos en los que se utiliza la pirámide de Maslow, desde la psicología hasta el marketing. También en la psicología deportiva y por ende a continuación plantearé una sencilla actividad para las sesiones de EF con gran calado entre el alumnado.
3. APLICACIONES EN EL AULA
La actividad planteada forma parte de la unidad “Yogilates”, en concreto para el alumnado de 2º de ESO. En esta unidad se trabajan disciplinas como el Pilates y el Yoga por el beneficio a nivel físico en cuanto a mejoras de flexibilidad, de fuerza y tono muscular, de salud de la espalda, o hábitos posturales, pero el trabajo del control de la respiración revierte de manera muy positiva en la relajación, y por consiguiente en el autoconocimiento.
Los beneficios de la relajación y la meditación son según (BENSON, 1980):
- Disminuye el estrés (ayuda al equilibrio endocrino/ inmunológico).
- Reduce síntomas asociados a la depresión, trastornos de ansiedad y dolor crónico.
- Ayuda a mejorar el insomnio.
- Aumenta la capacidad de “prestar atención”.
- Mejoras en la calidad de vida.
- Mayor neuroplasticidad cerebral
Estas sesiones se trabajan, a nivel metodológico, de una forma más libre con el descubrimiento guiado, pero también más tradicional con la asignación de tareas o el mando directo. Cada sesión tiene una parte principal en la que se trabajan diferentes asanas de Yoga o ejercicios de Pilates, pero en todas ellas se deja una última parte de la sesión a modo de relajación o meditación. Las primeras sesiones dedicaremos apenas unos minutos, para llegar a dedicarle 10 minutos al final de la unidad.
Algunas técnicas empleadas son la visualización de paisajes o de movimientos deportivos; masaje por parejas con pelotas de tenis; o técnicas de relajación de Schultz y Jacobson. Y la última de las sesiones, a modo de colofón, es en la que se hace una meditación guiada con base en la Pirámide de Maslow. Es decir, tratamos de ir de menos a más, en la construcción de un camino que nos lleve a la reflexión del alumnado sobre sus necesidades y sus objetivos.
Sería conveniente, antes de ponerlo en práctica, comentarlo con el Departamento de Orientación del centro y/o con el equipo docente, por si hubiera casos vulnerables en los que el alumnado pueda verse sobrepasado. En tal caso, una opción es ofrecer la posibilidad o no de participar en la actividad, y en caso de que accediera, informarle de qué consiste y de que lo primero es que sienta que cómodo y tranquilo durante su transcurso.
4. DESARROLLO DEL CONTENIDO
Es importante resaltar que para poner en práctica esta actividad se ha hecho un trabajo previo para ir captando el interés de los alumnos poco a poco, creando rutinas de relajación, donde el respeto por el silencio les haga entrar poco a poco en un estado de relajación. Es cierto, que al principio nos encontraremos con alumnos reticentes a estas prácticas, pero es importante que no nos enfrentemos a ellos y que vayan sumergiéndose por sí mismos en las actividades sin verse obligados, como una elección propia.
Antes de esta práctica hemos desmentido la creencia de que meditar es dejar la mente en blanco, hemos creado una percepción positiva y optimista hacia la propia exploración, y defendido que las emociones y las respuestas físicas están ligadas de manera tan intrínseca, que controlar nuestra respiración nos puede ayudar a revertir estados de ansiedad, de frustración y de enfado. Trabajaremos desde la gratitud y las emociones que nos conectan con los demás de manera respetuosa.
Por tanto una vez llevada a cabo la parte más activa de la sesión, los ejercicios y las posturas, nos disponemos a tumbarnos en el suelo. Es importante cuidar las condiciones y el ambiente: que no haya ruido, que busquemos una época del año en la que no haga excesivo calor ni frío, que en la medida de lo posible podamos graduar la luz… Cuando hayamos conseguido que los alumnos estén en silencio y con los ojos cerrados, empezaremos nuestra relajación guiada, un relato en base a cada uno de los niveles descritos anteriormente, aunque en cierta manera estarán adaptados a las características y necesidades de la edad que tienen y de las preocupaciones que conforman su mundo.
Comenzamos con las indicaciones básicas de percibir nuestro cuerpo en el suelo (NIVEL DE NECESIDADES FISIOLÓGICAS): “percibo mi respiración pausada y tranquila, mi temperatura corporal es agradable… Siento los músculos relajados sobre la superficie y no existe tensión en ellos… Mi cuerpo está bien alimentado, no paso hambre, ni sed… Estoy descansado y en calma…” Estas frases serán sólo un ejemplo de cómo podemos conducir este relato pero iremos introduciendo todos los niveles.
- Indagaremos posteriormente en los sentimientos y en las necesidades que les hacen sentirse seguros (NIVEL DE NECESIDADES DE SEGURIDAD): “Gracias a las personas que más me quieren, al llegar a casa me siento que estoy a salvo, que no tengo que preocuparme porque algo malo me vaya a pasar…. Siento que en casa mis padres tiene un trabajo con el que podemos disfrutar de las pequeñas cosas del día a día… Económicamente tenemos nuestras necesidades cubiertas, disfrutamos de una seguridad social que cuida de nuestra salud… Puedo disfrutar de una educación y de unos profesores que buscan mi desarrollo personal…”.
- Pasaríamos después al mundo de las relaciones sociales (NIVEL DE NECESIDADES SOCIALES O DE AFILIACIÓN): “Siento que tengo un grupo de amigos, que pueden ser muchos o pocos, pero que sé que me quieren y quieren lo mejor para mi…. Me rodeo de buenas personas, que me hacen feliz, con los que me río y disfruto, pero con los que también puedo contar en los días malos… Tengo personas de confianza, mis padres, mis hermanos, mis primos y amigos con los que puedo desahogarme, con quien puedo expresarme con naturalidad y que no me juzgan… A menudo recibo y doy abrazos y besos a las personas a las que quiero…”.
- En cuarto lugar indagaríamos en los pensamientos que tienen de sí mismos (NIVEL DE NECESIDADES DE RECONOCIMIENTO): “Soy una persona válida, me quiero y estoy trabajando en ser la persona que quiero ser… Trato bien a los demás, me esfuerzo en ser mejor y en conseguir lo que me propongo… A veces no sé muy bien qué quiero, pero sé que es normal, sólo soy un adolescente… Confío en mí para conseguir aquello que quiero y voy tomando decisiones que me harán ser quien quiero en el futuro… Procuro no crear mi imagen en base a las redes sociales porque me doy cuenta de que se vende una irrealidad de vida perfecta, llena de filtros y donde se muestra solo la parte bonita…”
- Y así llegaríamos al último nivel (NIVEL DE NECESIDADES DE AUTORREALIAZIÓN): “Estoy contento de ser como soy, y aunque a veces dudo o fallo, no me castigo… Puedo ser yo mismo con los demás y ser espontáneo, no digo lo que otros quieren escuchar, digo lo que pienso de manera respetuosa… Trato de no juzgar a los demás y soy capaz de perdonar, porque los demás también fallan como yo… Tengo claros los límites del respeto, los que me deben otros y los que yo les debo a ellos… Ante un problema soy capaz de mantener la calma y buscar una solución… Estoy dispuesto al cambio, a la evolución y al desarrollo, a cambiar de opinión y acepto otras opiniones…”
Se recomienda guardar un tono de voz pausado, con una entonación agradable, modulando la voz, pero sin grandes cambios para evitar sobresaltar a los participantes y dejando silencios para la reflexión. Es interesante caminar sobre ellos para ir viendo posibles reacciones. La utilización de la primera persona en el discurso ayuda a personalizar lo que están escuchando así como para crear mayor vínculo entre el docente y discente.
Estas afirmaciones son sólo unos ejemplos, y puede que algunas de ellas no sean realidades o verdades entre todos los practicantes. Que existan reacciones a algunas de ellas nos pueden ayudar a detectar carencias en los alumnos. Si por ejemplo, durante el relato de las necesidades afectivas veo que un alumno reacciona ante la afirmación de que me siento querido de forma exagerada, puede que recientemente haya tenido algún problema con un amigo, que no sienta suficiente afecto por parte de sus familiares, que haya perdido a algún familiar… O justo todo lo contrario, que se emocione por sentirse querido, y esto sucede también con bastante frecuencia.
Nuestra materia nos permite tener momentos de conversación con algunos alumnos de manera individual, y no olvidemos lo revelador que puede ser para un alumno que un profesor le pregunte si está bien porque durante la meditación le ha visto algo inquieto y quería asegurarse de que todo está bien, y que si no lo está se puede hablar. Esto puede ser una apertura hacia un espacio de diálogo y comunicación, demostrando empatía por sus emociones.
CONCLUSIONES
La experiencia docente nos dice que cuidar de la educación emocional de los alumnos es primordial para su crecimiento integral, y es que cada vez es más necesario entre adolescentes que viven pegados a pantallas que les venden falsas realidades ideales, y que debemos enseñarles a canalizar sus sentimientos y emociones para tener un buen autoconcepto.
Esta es sólo una actividad que trata de enlazar contenidos propios de la EF con el bienestar psicológico de nuestros tutorados, y que debemos trabajar de manera transversal y con el apoyo de toda la comunidad educativa para atajar la problemática actual que existe en torno a la salud emocional.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Benson, H. (1980), “El efecto mente-cuerpo: la medicina de la conducta, un camino para mejorar su salud” Grijalbo, Barcelona.
- Figura 1. Recuperado de: https://pixabay.com/es/photos/meditar-relajarse-relajante-calma-5353620/
- A.L. (1972), “El adolescente de 10 a 16 años” Paidos, Buenos Aires.
- Maslow, A..H. (1943), “A theory of human motivation”, Psychological Review, vol. 50 nº 4, pags. 370-396.
- Maslow, A.H. (1987), “Motivation and Personality” Harper & Row Publishers, Nueva York.
- Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria
Beatriz Tercero Herrero