El aprendizaje cooperativo en educación física

FacebooktwitterpinterestlinkedinmailFacebooktwitterpinterestlinkedinmail
Print Friendly, PDF & Email

Hoy en día es necesario que los estudiantes dentro del centro educativo no solo estén expuestos a actividades de aprendizaje conceptual, sino también social y emocional. Las actividades de las diferentes asignaturas se centran principalmente en trabajar los contenidos teóricos y prácticos propios de la materia, pero a menudo nos olvidamos de lo que se trabaja en el currículum oculto. Según Díaz Barriga (2006), el currículum oculto engloba todos esos aprendizajes no intencionados que ocurren en la interacción escolar. Es decir, aquellos aspectos afectivo-sociales o actitudinales que se trabajan de forma indirecta pero igualmente potente a la hora de realizar una determinada tarea. Conforme han ido pasando los años, el currículum oficial se ha ido dando cuenta de la importancia del currículum oculto, hasta el punto de llegar a incluir aspectos propios de este currículum en la legislación educativa.

En Castilla La Mancha, por ejemplo, encontramos los siguientes contenidos y estándares de aprendizaje dentro de la asignatura de educación física (Decreto 40/2015):

  • Contenidos bloque 5:
    • Los valores en el deporte. Juego limpio, trabajo en equipo y superación. Reflexión y adquisición a través de la propia práctica.
  • Estándares bloque 5:
    • 1.2. Se relaciona con sus compañeros y compañeras superando cualquier discriminación o prejuicio por razón de género, afinidad, nivel de habilidad motriz u origen.
    • 1.3. Coopera con sus compañeros y compañeras en las actividades grupales mostrando actitudes de compañerismo.
    • 1.4. Respeta las intervenciones y aportaciones de los demás.

O en la legislación educativa de la Comunidad de Madrid, donde encontramos los siguientes estándares de aprendizaje para la asignatura de educación física (Decreto 48/2015):

  • 7.1. Muestra tolerancia y deportividad tanto en el papel de participante como de espectador.
  • 7.2. Colabora en las actividades grupales, respetando las aportaciones de los demás, y las normas establecidas, y asumiendo sus responsabilidades para la consecución de los objetivos.
  • 7.3. Respeta a los demás dentro de la labor de equipo, con independencia del nivel de destreza.

Como podemos observar, la legislación indica que debemos trabajar el respeto, la colaboración o la tolerancia. Y aunque estos aspectos no son propios de ninguna materia en concreto, debido a su importancia, deben ser trabajados en todas ellas. Sin embargo, es la asignatura de educación física donde encontramos un marco de trabajo idóneo para desarrollar este tipo de contenidos, pues debido a su carácter vivencial, donde los alumnos interactúan constantemente unos con otros, las situaciones a partir de las cuales desarrollar estos aspectos afectivo-sociales son innumerables (Duran et al., 2015).

EL APRENDIZAJE COOPERATIVO EN EL MARCO ESCOLAR

Siguiendo a Sáez de Ocáriz (2016), el aprendizaje cooperativo promueve el desarrollo de relaciones personales y hábitos de trabajo positivos, los cuales fomentan la autoestima y el bienestar individual y de grupo para vivir en convivencia.

A través del desarrollo de las habilidades cooperativas en educación física, el alumnado va creando estrategias sociales que le permitirá gestionar con eficacia y autonomía situaciones problemáticas dentro y fuera del instituto, algo difícil de alcanzar si trabajásemos con estrategias puramente individualistas y competitivas donde los alumnos no se involucran en discusiones constructivas y acordando, mediante el debate y la argumentación, estrategias compartidas en la búsqueda de soluciones. Tal es su importancia, que el aprendizaje cooperativo resulta un requisito indispensable para el desarrollo positivo de las competencias académicas, afectivas y sociales (Blázquez, 2013).

Sin embargo, no toda actividad grupal es aprendizaje cooperativo. Para poder sacar el máximo partido a este tipo de aprendizaje, las actividades deben tener las siguientes características (Domingo, 2010):

  • Interdependencia positiva: el éxito solo es posible cuando todos logran superar la tarea.
  • Interacción positiva: los miembros del grupo se ayudan unos a otros para lograr el objetivo.
  • Responsabilidad personal: cada alumno debe asumir su responsabilidad dentro del trabajo del grupo para la consecución del objetivo común.
  • Habilidades sociales: los alumnos deben crear un ambiente de trabajo adecuado que favorezca la comunicación, el debate y la resolución democrática de problemas.
  • Eficacia de trabajo grupal: debe haber una reflexión grupal para determinar las acciones que fueron eficaces, las que no lo fueron, y buscar alternativas.

Una vez introducidas las características y beneficios del aprendizaje cooperativo, a continuación se presentan una serie de herramientas de uso específico en educación física con el objetivo de mostrar cómo llevar a clase este trabajo y dar ideas al profesorado para futuras propuestas de trabajo cooperativo.

EL APRENDIZAJE COOPERATIVO EN EDUCACIÓN FÍSICA

De entre todos los beneficios del aprendizaje cooperativo, uno de sus mayores logros es el de crear un buen ambiente de grupo, ya que este tipo de actividades fomentan el diálogo, la colaboración entre compañeros y la orientación de los esfuerzos de todos los estudiantes hacia un objetivo común. En esta línea, una actividad con un potencial muy grande para desarrollar las habilidades sociales del alumnado y crear “identidad de clase” son los retos de trabajo cooperativo de inicio de curso (Imagen 1). Una idea adaptada de la profesora Lucía Quintero (http://www.competenciamotriz.com/2017/09/sesion-evaluacion-inicial-de-trabajo.html?utm_source=blogsterapp&utm_medium=twitter), que requiere que toda la clase trabaje de forma coordinada para conseguir un objetivo común, ya que la nota final será la misma para todo el grupo y la única forma de conseguir solucionar los desafíos es a través del trabajo de todos y cada uno de los alumnos, creando discusiones constructivas durante el proceso de resolución de retos.

Imagen 1. Retos de trabajo cooperativo de inicio de curso.

Otra propuesta sería trabajar a través de los equipos de aprendizaje (Dyson y Grineki, 2001). En este ámbito encontramos un trabajo muy interesante de Casey (2010) aplicado al atletismo en secundaria. En esta unidad propone dividir a los alumnos en equipos de 4 personas, quienes eligen un país, el cual competirá al final de la unidad en unas olimpiadas. En cuanto al trabajo del grupo, el profesor facilita un dossier a cada equipo, con unas fichas de trabajo y unos roles: entrenador, encargado de material, registrador y controlador del tiempo. Estos roles cambian de sesión en sesión, favoreciendo que todos los alumnos asuman todas las responsabilidades. En cuanto a las fichas, estas contienen la información para trabajar diferentes pruebas atléticas (velocidad, lanzamiento de peso, jabalina, carrera de distancia, triple salto, salto de longitud, lanzamiento de disco, relevos y vallas). En cada una de las fichas, se explican los diferentes aspectos importantes a trabajar en esa especialidad (claves de aprendizaje), las formas de trabajarlo mediante tareas prácticas, algunas preguntas para reflexionar y guiar el aprendizaje y una planilla de observación que debe rellenar el “registrador” (Imagen 2).

Imagen 2. Ficha de aprendizaje cooperativo para el salto de altura (adaptado del lanzamiento de jabalina de Casey, 2010, p.197).

Por lo tanto, a través de estas tareas y su distribución por roles, se promueve la interdependencia positiva, la responsabilidad individual y grupal, las interacciones positivas y el desarrollo de habilidades interpersonales en pequeño grupo, al conseguir que un grupo de alumnos, de forma cooperativa, vayan ayudándose unos a otros con el objetivo común de que todos aprendan la técnica correcta para hacer un buen papel en las olimpiadas finales.

Finalmente, otra forma muy interesante para aplicar el aprendizaje cooperativo en educación física es el puzle de Aronson (Rosas, 2013). A modo de ejemplo, se explicará este modelo a través del contenido de acrossport.

Esta propuesta se basa en la creación de grupos heterogéneos (por ejemplo la creación de 6 grupos de 5 alumnos). El profesor divide la tarea que pretende que los alumnos aprendan en 5 estaciones (estación 1: figuras de bancos; estación 2: figuras de carretillas; estación 3: figuras de equilibrios; estación 4: figuras de pie; estación 5: transiciones entre figuras). A continuación, en cada uno de los grupos se nombra un experto para cada habilidad, quien deberá ir a su estación donde se juntará con los expertos de esa estación de los otros grupos (en la estación 3 de equilibrios se juntará el experto de equilibrios del grupo 1, con los expertos de equilibrios de los grupos 2, 3, 4, 5 y 6). Una vez en los grupos de expertos, los alumnos trabajarán en equipo proponiendo ideas, debatiendo soluciones a posibles problemas dentro de ese contenido, y ayudándose unos a otros para que todos los expertos salgan bien formados de la estación. Posteriormente, cada experto vuelve a su grupo de origen, donde ahora coincidirán 5 expertos, uno de cada estación. Es ahora donde se produce otro de los magníficos fenómenos del aprendizaje cooperativo, el aprendizaje entre pares. Cada experto enseña a sus compañeros de grupo lo aprendido en su estación, de tal manera que al final de la actividad todos los alumnos conocerán lo aprendido en cada una de las 5 estaciones. A partir de este momento, se puede establecer que los alumnos creen coreografías basadas en lo aprendido en las estaciones. Mientras tanto, el profesor pasa de ser una figura de enseñanza magistral en la que él habla y los alumnos escuchan, a ser un mediador, un apoyo en el proceso de aprendizaje donde los alumnos son los verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje.

CONCLUSIONES

El aprendizaje cooperativo es una herramienta con un grandísimo potencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje en las diferentes asignaturas del currículum, y más especialmente en educación física por su carácter vivencial y práctico. Este modelo de trabajo nos permite no solo desarrollar contenidos específicos de la asignatura, sino hacer hincapié en aquellos aspectos afectivo-sociales y actitudinales tan importantes que en muchas ocasiones quedan olvidados.

La evidencia científica ha demostrado que este tipo de actividades fomentan el desarrollo de habilidades sociales imprescindibles para el futuro de los alumnos, mejorando su competencia a trabajar en equipo, comunicar y argumentar sus puntos de vista, y acordar soluciones democráticas basadas en la responsabilidad individual y grupal. Por lo tanto, su uso durante la formación del alumnado debe ser un pilar fundamental a la hora de trabajar los diferentes contenidos del currículum, ya que con las adaptaciones pertinentes, puede ser utilizado tanto en el trabajo de la condición física y la salud, como en la enseñanza de los deportes o las actividades en el medio natural o expresión corporal.

REFERENCIAS

Blázquez, D. (2013). Diez competencias docentes para ser mejor profesor de Educación Física. Barcelona: INDE.

Díaz Barriga, Á. (2006). La educación en valores: Avatares del currículum formal, oculto y los temas transversales. Revista electrónica de investigación educativa, 8(1), 1-15.

Domingo, J. (2010). El aprendizaje cooperativo y las competencias. Revista d’innovació docent universitària, 2, 1-9.

Duran, C., Lavega, P., Salas, C., Tamarit, M., e Invernó, J. (2015). Educación Física emocional en adolescentes. Identificación de variables predictivas de la vivencia emocional. Cultura, Ciencia, Deporte, 10(28), 5-18.

Dyson, B., y Grineski, S. (2001). Using cooperative learning structures in physical education. Journal of Physical Education, Recreation & Dance, 72(2), 28-31.

Quintero, L. Sesión evaluación inicial de trabajo cooperativo. [Entrada de blog]. Recuperado de http://www.competenciamotriz.com/2017/09/sesion-evaluacion-inicial-de-trabajo.html

Rosas, C. S., Romero, H. S., y Méndez, A. Y. (2013). La inclusión y el aprendizaje cooperativo en la sesión de Educación Física a través del puzzle de Aronson. La Peonza: Revista de Educación Física para la paz, (8), 20-32.

Sáez de Ocáriz, U. (2016). Aprendizaje cooperativo “AC”. En Blázquez, D. (coord.). Métodos de enseñanza en educación física. Enfoques innovadores para la enseñanza de competencias (pp. 53-82). Barcelona: INDE.

Casey, A. (2010). Capítulo IV: El aprendizaje cooperativo aplicado a la enseñanza del atletismo en la escuela secundaria. En Velázquez, C. (coord). Aprendizaje cooperativo en educación física: fundamentos y aplicaciones prácticas (pp. 149-195). Barcelona: INDE.

REFERENCIAS DE LAS IMÁGENES

Imagen 1: Lucas Cuevas, A.G. (2021). Elaboración propia.

Imagen 2. Lucas Cuevas, A.G. (2021). Elaboración propia.

Ángel Gabriel Lucas Cuevas

Deja una respuesta