Hábitos de vida saludable en tiempos de pandemia. Nuestra tarea en el aula.

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La salud, así como los factores de riesgo y las prácticas saludables han sido objeto de estudio desde hace décadas por los expertos en este ámbito. Actualmente, la OMS en su Carta Magna (1946) define salud como <<un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades>>

Hoy en día, tras la aparición del COVID-19, cuando la salud y su preservación es una de las preocupaciones fundamentales, ya no solo de la comunidad educativa sino de la sociedad en general, parece imprescindible establecer una serie de orientaciones para favorecer la Educación para la Salud (en adelante EpS).

La vuelta a las aulas está protagonizada por una serie de medidas orientadas a preservar la salud física de nuestros alumnos basada en la distancia social, el lavado frecuente de manos, etc. Aun así no debemos olvidar el sentido global del término y proporcionar también medidas para favorecer la salud en su globalidad, de todos y cada uno de nuestros alumnos.

Podemos entender EpS como «un proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años de la infancia orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales, y también del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener una vida sana y participar en la salud colectiva». (Perea Quesada, R. 1992)

Existen diversas clasificaciones sobre los determinantes de la salud. Una de ellas, universalmente aceptada y que ha pasado a ser clásica en Salud Pública, es la formulada por Ladonde (1974) en su informe A New perspective on the Health of Canadians, que establece los determinantes de la salud en cuatro grupos de factores:

    • Biología humana (envejecimiento, herencia genética)
    • Medio ambiente físico y social (contaminación, pobreza…)
    • Estilo de vida (alimentación, ejercicio físico, consumo de drogas, estrés…)
    • Sistema de asistencia sanitaria (cobertura, calidad…)

Los porcentajes permiten establecer comparaciones. En la cuantificación (porcentajes) realizada por Denver (1977) sobre dichas variables, partiendo de un análisis epidemiológico de la mortalidad en EE. UU., llegó, en cuanto a factores se refiere, a las siguientes conclusiones:

    • Estilos de vida, 43% (conductas en relación con la salud)
    • Biología humana 27% (genética)
    • Medio ambiente, 19% (factor condicionante)
    • Sistema de asistencia sanitaria, 11%

La importancia de la escuela como medio para la promoción de la salud hizo posible la creación de la red europea de escuelas promotoras de salud, integrada por la Oficina Regional Europea de la OMS, La Comisión de la Unión Europea (CUE) y el Consejo de Europa (CE). Tiene como finalidad facilitar a la comunidad educativa la adopción de formas de vida saludables en un ambiente favorable a la salud, conviniendo que una escuela promotora de salud es aquélla que responde a los siguientes objetivos:

 – Favorecer modos de vida sanos y ofrecer al alumnado y al profesorado opciones a la vez realistas y atractivas, en materia de salud.

– Definir objetivos claros de promoción de la salud y de seguridad para el conjunto de la comunidad escolar

– Ofrecer un marco de trabajo y de estudio dirigido a la promoción de la salud, donde se tengan en cuenta: las condiciones del edificio escolar, de los espacios deportivos y de recreo, los comedores escolares, los aspectos de seguridad de los accesos, etc.

 – Desarrollar el sentido de responsabilidad individual, familiar y social en relación con la salud. – Posibilitar el pleno desarrollo físico, psíquico, y social, y la adquisición de una imagen positiva de sí mismo en todo el alumnado.

 – Favorecer buenas relaciones entre todos los miembros de la comunidad educativa y de ésta con su entorno.

 – Integrar la EpS en el Proyecto Curricular de forma coherente, utilizando metodologías que fomenten la participación del alumnado en el proceso educativo.

 – Proporcionar a los alumnos y alumnas los conocimientos y habilidades indispensables para adoptar decisiones responsables en cuanto a su salud personal y para que contribuyan al desarrollo de la salud y seguridad de su entorno.

 – Identificar y utilizar los recursos existentes en la colectividad para desarrollar acciones a favor de la promoción de la salud.

 – Ampliar la concepción de servicios de salud escolar para hacer de ellos un recurso educativo que ayude a la comunidad a utilizar adecuadamente el sistema sanitario.

NUESTRA TAREA EN EL AULA

Después de analizar los conceptos anteriores podemos determinar que la escuela incide directamente sobre el estilo de vida de nuestros alumnos, que como hemos podido observar acumula el 43% de los factores determinantes para la salud.

Para abordar la EpS en la escuela, durante la llamada “nueva normalidad” trabajaremos sobre los siguientes ámbitos, englobando los factores físico, mental y social, y siempre teniendo en cuenta las diferentes medidas establecidas para combatir la COVID-19:

Descanso

El descanso en la niñez es crucial para el óptimo desarrollo mental y físico.

Por un lado, debemos atender al sueño, que abordaremos con recomendaciones a los padres.

Según un estudio de la Asociación Española de Pediatría, hasta un 30% de niños padece alteraciones crónicas del sueño. Pero ¿Cómo conseguir que los pequeños mantengan un buen descanso? Los expertos en descanso de Velfont te dan las claves:

  • Crear una rutina con el niño. Uno de los pasos básicos para tener un buen descanso es establecer una rutina de descanso, tanto para pequeños como adultos. Algunos hábitos que pueden formar parte de esta rutina son el baño, la cena y el cepillado de los dientes. Realizar esta rutina en familia ayudará a que el niño la adopte rápido. La clave está en establecer una misma hora para acostarse y levantarse.
  • La cama, nunca un castigo. Muchos padres amenazan a sus hijos con enviarles a la cama si no se portan bien. Esto provoca que los pequeños relacionen la cama con un castigo, algo que puede complicar su rutina de descanso. La cama debe relacionarse con la relajación y el sueño y debe suponer una experiencia agradable y placentera para el pequeño.
  • Actividad física. Practicar ejercicio ayuda a liberar energía. En el caso de los niños, puede ser clave para que lleguen más cansados y tengan más predisposición para ir a la cama.
  • Evitar distracciones. Para favorecer la relajación del niño, se recomienda evitar actividades que lo estimulen. Hablamos de la televisión, los dispositivos móviles y los videojuegos. Estas actividades tienden a alterar a los pequeños, algo que puede retrasar el sueño.

Por otro lado, desde la escuela debemos ofrecer tiempos de actividad y descanso alternando actividades con gran actividad cognitiva y respetando periodos de descanso, como por ejemplo a través del juego o el tiempo libres del recreo.

En la actualidad, tanto adultos como niños estamos expuestos a un gran nivel de alerta constante para cumplir todas las medidas de prevención contra el virus pandémico. Por esta razón es importante crear actividades seguras en las que los niños puedan bajar el nivel de alerta, favoreciendo su descanso físico y cognitivo como por ejemplo a través de la lectura individual en diferentes espacios del aula que cada alumno elija como espacio de tranquilidad y seguridad.

Higiene

La higiene personal, parece ser el centro de las miradas actualmente ya que constantemente, e incluso desde los medios de comunicación nos recuerdan la importancia de la higiene y lavado de manos.

Las funciones principales de la higiene personal son:

    • Mejorar la salud y bienestar del alumno y la comunidad
    • Prevenir la aparición y desarrollo de enfermedades
    • Facilitar las relaciones interpersonales
    • Contribuir a la formación de una imagen positiva de si mismos.

Aunque los hábitos de higiene suelen iniciarse en el hogar, la escuela, y más hoy en día toma protagonismo en la creación de dichos hábitos.

Las rutinas son el principal aliado a la hora de establecer hábitos higiénicos. De esta manera, podemos establecer un horario en el que se incluyan tareas como lavado de manos o normas de aula como la importancia de utilizar pañuelos desechables, así como qué debemos hacer con el pañuelo usado.

Es cierto que desde las autoridades sanitarias nos recuerdan que los alumnos deben realizar estos rituales de higiene varias veces al día, por lo que se tiende a realizar de la manera más rápida posible para poder retomar las actividades lectivas. Aun así, es importante es importante transmitir calma y aprobación en los alumnos ya que relacionar la higiene con una situación de estrés, angustia o conflicto puede romper la creación del hábito.

Lavarse Las Manos, Lavado, Las Manos, El Agua

Figura 1. Lavarse Las Manos, Lavado, Las Manos, El Agua

Alimentación

Grandes nutricionistas infantiles como Miguel Ángel Ruiz Jiménez, (2007) en su libro El gran libro de la nutrición infantil nos recuerda de la importancia de la alimentación para un adecuado funcionamiento del organismo, cuando además está en pleno desarrollo como es el caso de nuestros alumnos.

Además, hoy en día cuando el buen funcionamiento del sistema inmunitario parece decisivo para combatir la enfermedad COVID-19, debemos prestar especial atención a nuestra alimentación. Para ello debemos saber que una alimentación equilibrada es importante ya que:

Permite mantener la mente despierta. El cerebro, para llevar a cabo sus funciones, necesita determinados nutrientes de manera continuada, de tal modo que una dieta saludable y organizada, permite el constante flujo de estos nutrientes y su adecuado funcionamiento.

– Te ayuda a controlar el peso. Llevar una dieta equilibrada con bajo contenido de grasas y azúcares, permite mantener mejor el peso y mantenerlo estable a largo plazo.

– Mejora la capacidad de respuesta de tu sistema inmune. Dado que el sistema inmune está relacionado con gran cantidad de nutrientes, mantener una alimentación adecuada hace que este se defienda de manera más eficiente de los agentes extraños y sea más difícil que las bacterias actúen provocando infecciones.

– Mantiene el colesterol y la glucosa, a raya. Las dietas desequilibradas y poco saludables elevan los niveles de colesterol y glucosa pudiendo ser peligrosos para la salud cardiovascular y el desarrollo de diabetes tipo 2. Llevar una dieta variada, equilibrada y compensada reduce la posibilidad de padecerlos o sufrir estas enfermedades a largo plazo.

– Eficaz para controlar la tensión arterial. Una dieta rica en frutas y verduras puede ayudarte a reducir los problemas con la tensión  arterial y ¿por qué? Los responsables son las vitaminas y minerales como el potasio que contienen. Además, las personas que comen de manera saludable suelen mantenerse activas y no practicar hábitos tóxicos, lo que reduce notablemente la posibilidad de padecerla.

– Promueve el equilibrio y adecuado tránsito intestinal. Si tomas diariamente fruta, verdura, y cereales integrales, no tendrás problemas para cubrir la cantidad de fibra diaria necesaria. Esta, además de mejorar el tránsito intestinal y regular su equilibrio, reduce el riesgo de determinadas enfermedades como las cardiovasculares o algunos tipos de cáncer. ¡Recuerda consumir una cantidad adecuada!

– Mejora el estado de ánimo. Determinados nutrientes como el hierro, ácido fólico, algunas vitaminas del grupo B o los  ácidos grasos omega-3 pueden influir en nuestro estado de ánimo. Una dieta variada, aporta la cantidad necesaria de estos y mantiene el equilibrio nuestro estado de ánimo, así como una actitud positiva

Desde la escuela, debemos concienciar tanto a nuestros alumnos como familias de la importancia de llevar una dieta equilibrada. Nos centraremos en los 6 pilares:

    1. Adaptada: cada persona, a sus horarios, actividad física, condiciones económicas, edad, salud, etc.
    2. Completa: ha de aportar en las cantidades adecuadas todos los nutrientes, la fibra y el agua que nuestro organismo necesita.
    3. Satisfactoria: es importante que los alimentos, las cantidades y las preparaciones sean apropiados y agradables para sentirnos satisfechos, comer bien no tiene que ser algo aburrido. 
    4. Variada: para que se aleje de la monotonía es aconsejable variar nuestra gama de alimentos, de esta manera nos aseguramos el aporte de todos los minerales y vitaminas. Además, hay que procurar que sean frescos y de temporada. 
    5. Equilibrado en energía: el aporte la energía debe ser el que necesitamos, es importante para el funcionamiento correcto de nuestro organismo no pasarnos ni quedarnos cortos.
    6. Segura: no debe poner en riesgo nuestra salud, previniendo toxiinfecciones alimentarias y evitando la ingesta de componentes nocivos, como por ejemplo los pesticidas de la fruta y verdura o el abuso de aditivos

Actividad física

Durante el periodo de cuarentena, muchos se han dado cuenta de lo importante que es la actividad física, no solo para nuestro cuerpo sino también para nuestra mente.  Muchas personas que jamás habían practicado deporte sentían la necesidad de practicarlo por su propio bienestar. Es cierto que nuestra vida diaria incluye actividad física implícita, como por ejemplo caminar de casa al colegio, después a la oficina, después al supermercado, …

Debemos recordar lo importante que fue para nosotros la privación de la actividad física al aire libre durante la cuarentena para comprender la necesidad de los alumnos de realizarla a menudo.

Desde la escuela, debemos ofrecer oportunidades de actividad física y no solamente durante las sesiones semanales reservadas para ello con el especialista de Educación Física o Psicomotricidad.

La actividad física debe estar presente en el día a día de las aulas ya que no solamente favorece la salud y la prevención de enfermedades ya que se ponen en juego todos los sentidos del alumno transformando la actividad en activa y significativa, favoreciendo así el proceso de enseñanza-aprendizaje.

De Los Niños, Correr, Atlético

Figura 2. Actividad física

Protección y prevención de accidentes

Cuando hoy en día hablamos de la prevención en las escuelas todo el mundo apunta hacia la prevención del contagio viral, pero debemos ser conscientes de que en las escuelas va a seguir habiendo contusiones, heridas, atragantamientos, … y debemos saber prevenirlas, así como tener claro cómo actuar en caso necesario.

Los accidentes infantiles constituyen un grave problema de salud pública ya que son la primera causa de muerte en niños y niñas de uno a catorce años. En estas edades hay más muertes por lesiones que por la suma de todas las demás enfermedades infantiles. Sin embargo, está demostrado que, si se tomaran las medidas preventivas oportunas, la mayor parte de estos accidentes podrían evitarse. De todos los accidentes infantiles, el 15% ocurren en centros escolares

La actuación preventiva tiene dos vertientes:

    • La protección del medio con el fin de lograr la mayor seguridad en el entorno.
    • La educación del alumnado en prevención de accidentes para lograr la mayor autonomía posible según las distintas edades, con el máximo de seguridad.

Si aún así tenemos un accidente en la escuela, es importante seguir el protocolo P.A.S (Prevenir, Avisar y Socorrer):

    • Prevenir, que ningún otro alumno sufra el mismo accidente que el inicial, así como prevenir que el daño del alumno inicialmente accidentado sea mayor.
    • Avisar, a cualquier persona que pueda ayudarnos, así como al teléfono de emergencia si fuera necesario.
    • Socorrer, poner en práctica los conocimientos de primeros auxilios.

Aunque en la mayoría de los manuales de salud infantil, los puntos anteriores son los más tratados, es importante añadir dos puntos más:

    • Relaciones sociales
    • Bienestar emocional

Como he mencionado, son pocos los manuales sobre salud infantil que hablan de estos dos aspectos, pero hoy en día cuando las relaciones sociales están restringidas por la distancia social y el bienestar emocional eclipsado por las medidas de contención del virus, como maestros tenemos el deber de mirar más allá y fomentar unas relaciones sociales así como una educación emocional de calidad, siempre respetando las medidas de seguridad sanitaria.

En conclusión, estamos viviendo una situación sin precedentes en las escuelas. La salud hoy en día toma protagonismo, pero la salud es mucho más que no ser contagiado por el virus. No olvidemos la importancia del descanso, tanto físico como cognitivo; la importancia de una alimentación sana para un buen funcionamiento y desarrollo del organismo; la importancia de la actividad física para un bienestar físico, cognitivo y emocional; la importancia de la prevención de accidentes, así como los primeros auxilios; la importancia de las relaciones sociales y el bienestar emocional.

Si solo nos centramos en el virus, conseguiremos que los niños no enfermen, pero la salud es mucho más que eso. Necesitamos niños con un completo bienestar físico, psíquico y emocional.

ANA SAN AGUSTÍN NAVARRO

 

Bibliografía y referencias

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HENDERSON, A. C, WOLLE, J., CÓRTESE, RA. y MCINTSH, D.V. (1981), «The future of the health education profession: implications and practice», American. J. Publichealth, vol.95, núm. 6, p. 555-559.

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Figuras

Pezibear (2020). Figura 1. Lavado de manos [fotografía]. Recuperado de: https://pixabay.com/es/photos/lavarse-las-manos-lavado-las-manos-5273442/

Lee Dong Ryeol (2015). Figura 2. Actividad física [Fotografía]. Recuperado de: https://pixabay.com/es/photos/de-los-ni%C3%B1os-correr-atl%C3%A9tico-730672/

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