Archivo del Autor: Ivan Guillen Cano

Educar para convivir en el aula: estrategias docentes desde la educación emocional

En el día a día de nuestras aulas, cada docente sabe que enseñar no es solo transmitir conocimientos: es acompañar. Y en ese acompañamiento, la convivencia cobra un papel esencial. No hablamos únicamente de evitar conflictos, sino de construir un entorno donde cada estudiante se sienta visto, valorado y seguro. En este escenario, la educación emocional se presenta como una aliada imprescindible.
Este artículo nace de la experiencia cotidiana en las aulas y de la convicción de que es posible e incluso necesario educar desde la emoción. Partiendo de un marco teórico, exploramos qué entendemos por convivencia positiva, cuáles son las competencias emocionales básicas y cómo puede el profesorado convertirse en un referente emocional para su grupo. A partir de ahí, proponemos estrategias concretas aplicables en el aula, en la tutoría y desde la experiencia que ya marcan la diferencia.
Se reflexiona sobre las prácticas reales y adaptadas al día a día docente, como una rueda de emociones o la gestión de un momento de conflicto con escucha activa. También abordamos los retos que esto supone: la falta de tiempo, la formación insuficiente, la presión del currículo. Pero sobre todo, queremos reflexionar que sí se puede educar para convivir (mejor) en el aula. Que hay caminos. Y que merece la pena recorrerlos.

Cómo fomentar el pensamiento crítico en secundaria con ayuda de las fake news

El pasado mes de octubre, una DANA arrasó el litoral mediterráneo. Esta catástrofe natural trajo consigo no solo daños materiales, sino que, también, produjo una oleada de noticias falsas (o fake news) que dieron lugar a una situación de pánico y confusión en la población. Este fenómeno nos puso ante el espejo, a los docentes, de la necesidad de formar a nuestro alumnado en el desarrollo del pensamiento crítico, especialmente a los estudiantes de educación secundaria. Este colectivo, a pesar de ser considerados “nativos digitales”, adolecen de las herramientas necesarias para conseguir identificar información verdadera de manera efectiva en redes sociales tales como TikTok, Instragram o WhatsApp, entre otras. Este artículo propone reflexionar acerca el pensamiento crítico en el aula, fomentándolo a través de estrategias didácticas concretas, a través del uso de herramientas de verificación, análisis comparativo, así como dinámicas prácticas que permitan, por así decirlo, empoderar a los estudiantes para ser consumidores informativos con criterio y responsables de la información que también difunden.

Aprendizaje Inmersivo y Gamificación: Cómo empezar a transformar la educación con tecnología

La gamificación y las tecnologías inmersivas, como la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV), tienen un importante potencial para transformar el entorno educativo, superando las limitaciones de las consideradas metodologías tradicionales. Estos enfoques hacen que el aprendizaje sea más dinámico y atractivo, promoviendo la motivación y el compromiso del alumnado. La gamificación introduce elementos propios de los juegos, como recompensas y niveles, en el aula, lo que activa mecanismos de motivación similares a los de los videojuegos. Esto fomenta valores como la competencia entre iguales, la superación personal y el interés de los estudiantes, creando así un ambiente en el que se sienten motivados y predispuestos al aprendizaje.

Asimismo, las tecnologías inmersivas permiten al alumnado interactuar con entornos virtuales y objetos en tiempo real, ofreciendo experiencias de aprendizaje profundas y participativas. Las citadas tecnologías facilitan la comprensión de conceptos complejos y promueven un aprendizaje práctico, aumentando la curiosidad y la retención de la información. Además, estas herramientas favorecen la colaboración entre los estudiantes, ya que pueden trabajar en equipo para resolver problemas y explorar situaciones que, de otro modo, no serían accesibles. La integración de la gamificación y las tecnologías inmersivas crea un ambiente de aprendizaje activo y multisensorial, haciendo que los estudiantes participen de una manera más activa y, por lo tanto, disfruten de su proceso de aprendizaje.