Herramientas para la evaluación en la asignatura de Educación Física con alumnos TEA en Educación Primaria

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Introducción

La asignatura de Educación Física, según Domingo Blázquez (2017) es una de las áreas que más facilita el desarrollo integral de los alumnos. Entendida este como un desarrollo cognitivo, motriz y afectivo-social. Por otra parte, también permite el desarrollo de la maduración del alumno y su integración en la sociedad de forma armónica.

Asimismo, el Real Decreto 126/2014 que establece el currículo de Educación Primaria en el ámbito nacional, establece que la Educación Física fomentará que “el alumnado logrará controlar y dar sentido a las propias acciones motrices, comprender los aspectos perceptivos, emotivos y cognitivos relacionados con dichas acciones y gestionar los sentimientos vinculados a las mismas, además de integrar conocimientos y habilidades transversales, como el trabajo en equipo, el juego limpio y el respeto a las normas, entre otras.”

Por otro lado, hay que considerar el proceso de evaluación como vital en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje de nuestro alumnado. Solo así estará completo el proceso y nuestra labor como docente adquirirá un sentido completo

Por ello, se ha considerado oportuno mencionar y desarrollar el trabajo en el proceso de evaluación de la Educación Física para poder hacer una aproximación teórica que permita una buena aplicación práctica para los alumnos TEA.

Trastorno de Espectro Autista (TEA)

Actualmente, según afirma el manual DSM-V (2013) el Trastorno de Espectro Autista (TEA) incluye el autismo, el trastorno de Asperger, el trastorno desintegrativo de la infancia y el trastorno generalizado del desarrollo, todos ellos caracterizados por ser un desorden que impide el desarrollo normal del sistema neurológico en un periodo crítico (Frith, 2004).

Para establecer con claridad a las personas con TEA se tienen en cuenta dos criterios fundamentalmente, a saber:

  • Déficits sociales y de comunicación
  • Intereses fijos y comportamientos repetitivos.

En función de estos criterios, los TEA se organizan en 3 niveles. Esos niveles permiten conocer sus dificultades y la gravedad del trastorno.

Tabla 1. Niveles TEA

Asimismo, desde la asignatura de Educación Física es imprescindible tener en cuenta las peculiaridades motrices que puedan tener los alumnos con Trastorno de Espectro Autista.

En general, las personas TEA tienen dificultades en la coordinación a nivel grueso, lo que tiene implicación en los principales grupos musculares. Por otro lado, es frecuente que tengan un desarrollo motor tardío, es decir, comienzan a sentarse, gatear y andar con algo de retraso respecto a la media de la población. También pueden presentar torpeza motriz, bajo tono muscular, que les afectará a actuaciones que requieran mucha coordinación, fuerza o equilibrio, alteraciones en la postura corporal, una marcha anómala y estereotipias o movimientos involuntarios…

La evaluación en Educación Física

Marta Castañer (2016) define la evaluación como “el proceso continuo y global que forma parte del proceso de Enseñanza Aprendizaje y que tiene como fin, comprobar sistemáticamente los objetivos y logros propuestos con antelación”.

Domingo Blázquez (2017) menciona que la evaluación es un procesual, holística, contextualizada, reflexiva, democrática y cualitativa.

Como objetivos esenciales, dicho autor propone los siguientes:

  • Conocer la situación de partida inicial de los elementos del proceso.
  • Detectar las dificultades del modelo de actuación elegido.
  • Motivar e incentivar al alumno.
  • Conocer el rendimiento y asignar calificaciones.

Por otro lado, Muñoz Díaz (2014) propone unas peculiaridades de la evaluación en Educación Física, que hace que se distingan de otras áreas del currículo, como son que la  actividad física y deportiva tiene carácter lúdico y de satisfacción personal; los éxitos conseguidos en el aula pueden desvirtuarse debido a la estrecha relación entre motricidad y desarrollo; las condiciones para desarrollar el área restan eficacia a la evaluación y por último, las expectativas de los alumnos hacia la Educación Física son distintas a las de otras asignaturas.

La evaluación para alumnado con TEA

En primer lugar, hay que conocer las características y nivel de desarrollo de cada niño en particular y para ello hay que responder a estas tres preguntas:

  • ¿Cuál es el punto de partida del alumno?
  • ¿Qué cosas no es capaz de realizar?
  • ¿Necesita algún tipo de apoyo o ayuda? ¿Cómo y en qué momento?

Por otro lado, es importante mencionar que en el área de Educación Física este alumnado, en la mayoría de las ocasiones no tiene adaptaciones curriculares significativas por lo que debe ser evaluado bajo los mismos objetivos y criterios de evaluación que el resto de sus compañeros.

Y, por último, hay que contar con el equipo de apoyo que interviene en el centro escolar (Orientador, personal de Audición y Lenguaje, Pedagogía Terapéutica y demás auxiliares) y que servirá de ayuda en la realización de pruebas específicas, en las salidas del centro, contenidos concretos que resulten más complejas para los niños y cualquier circunstancia que pueda alterar la no consecución de los contenidos establecidos.

Sainz (2002) establece las siguientes pruebas de evaluación, diagnóstico específico y test motores para el autismo:

  • I.D.E.A (Inventario del Espectro Autista): es un instrumento de evaluación que permite sistematizar la observación brindándonos una valoración cuidadosa de las dimensiones que se alteran en el autismo y en las personas con espectro autista, proporcionando pistas adecuadas para el posterior diseño de los programas de intervención.
  • C.A.R.S (Escala de Evaluación del Autismo): la escala está destinada a valorar el grado de autismo, sin embargo, permita también hacer una ponderación de las dificultades, estilos y competencias del ámbito comunicativo y de la forma de relacionarse e interactuar con los objetos y las demás personas.
  • ADOS-G: es un completo sistema estandarizado de observación de la conducta de personas con sospecha de TEA. Las actividades estructuradas de la prueba y los materiales proporcionados ofrecen contextos estandarizados en los que se observan las interacciones sociales, la comunicación y otras conductas relevantes para este diagnóstico. Estructurado en cuatro módulos, el sujeto es evaluado sólo con el módulo adecuado a su edad y nivel de comunicación verbal.
  • ADI-R: El ADI-R es una entrevista clínica que permite una evaluación profunda de sujetos con sospechas de autismo o algún trastorno del espectro autista. Ha demostrado ser muy útil en el diagnóstico y en el diseño de planes educativos y de tratamiento.
  • Guía para la atención educativa a los alumnos y alumnas con trastorno del espectro autista: recurso de detección en el medio escolar, dirigido al profesorado.
  • Test de Deterioro motor (Test of Motor Impairment, Henderson Revision).

Por medio de esta prueba se observó que en torno al 67% de 9 niños con autismo mostraban un nivel clínicamente significativo de limitación motora.

  • El PEP-R (Psychoeducacional Profile-Revised) revela el perfil de las competencias adquiridas y en emergencia en varios temas para el niño y permite la concepción de un programa de trabajo individualizado. Para los adolescentes y los niños, se trabaja con el AAPEP (Adolescent and adult Psychoeducacional profile).

Los principales temas abordados por el PEP-R son: imitación; percepción; la motricidad general; la motricidad fina; la coordinación ojo-mano; competencias verbales; autonomía; y habilidades sociales.

Conclusiones

Es evidente que por el marcado carácter social y de trabajo en grupo de la asignatura de Educación Física, esta se convierte en un medio muy eficaz para trabajar el desarrollo integral de todo el alumnado en general y de los alumnos TEA en particular.

Si pretendemos hacer bien nuestra labor hay que tener muy presente la atención a la diversidad, intenta hacer que todos nuestros niños y niñas consigan alcanzar el máximo de sus posibilidades en basa a sus facultades tanto psíquicas como físicas.

Por ello, considero imprescindible en primer lugar, formarse sobre un gran número de trastornos, enfermedades y demás situaciones anómalas que se pueden dar en nuestras clases para poder ofrecer a los alumnos, sea cual sea su situación, unos recursos eficientes para la conseguir un aprendizaje significativo.

Bibliografía

  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
  • Blázquez, D. (2017). Cómo evaluar bien Educación Física. Barcelona: INDE.
  • Castañer, M. (2016). Métodos de enseñanza en Educación Física. Barcelona. INDE.
  • Sainz, A. (2002). Cómo ayudar a tu hija o hijo. Vitoria: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco.
  • Frith, U. (2004). Autismo. Hacia una explicación del enigma. Madrid: Alianza Editorial.

Referencia de imagenes

MIGUEL CAMBRONERO RESTA     

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