Desarrollo y aplicación de la inteligencia emocional en la E.S.O. Claves esenciales para profesores

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El presente artículo de divulgación quiere transmitir estrategias y técnicas usadas por docentes basadas en la inteligencia emocional y sus claves básicas a la hora ayudar a sus alumn@s y grupos de estudiantes e incluso a ellos mismos con sus inquietudes, problemáticas, situaciones de tensión, etc. Se habla de métodos utilizados en casos reales y sus resultados a posteriori o bien las consecuencias del uso de dicha metodología. Se comentan también resultados de satisfacción del alumnado con el profesorado a nivel cuantitativo de forma que tengamos una visión objetiva de las consecuencias de uso de tales técnicas.


 

Y otro curso más, el presente, nos vamos a 30 alumnos como ratio general en la ESO. Si bien algunas personas mantienen que el número de estudiantes por aula no es importante en la educación, multitud de estudios rigurosos y estadísticas soportan la idea contraria. No es desdeñable observar como en los cursos de actividades deportivas, inglés, informática, etc, los precios suben de manera ostentosa cuando las clases son en grupos reducidos o incluso individuales.

Como quiera que no podemos cambiar de momento esta densidad de población por grupo en la ESO, vamos hacer divulgación de  algunas técnicas y estrategias que puedan ayudarnos para una mejor atención a nuestros pupilos e incluso ayudarnos a nosotros mismos. Para ello trataremos dichas técnicas de inteligencia emocional a través de casos reales (por supuesto los nombres usados son ficticios) su aplicación en los mismos y sus posteriores resultados.

Figura 1. Densidad de población

Entendemos la inteligencia emocional como la capacidad de entender las emociones y utilizar ese conocimiento para la toma de decisiones. De esta forma el mismo individuo podría ser muy inteligente en cuestiones académicas y serlo muy poco en aspectos emocionales y sociales.
Para una mejor comprensión de las claves en la inteligencia emocional nos vamos a servir del siguiente esquema sobre las claves de la inteligencia emocional centrándonos en tres de sus ítems;

Figura 2. Comprender nuestras emociones

Nerea era una alumna de 1º ESO que empezó el curso con enormes problemas emocionales. A menudo requería salir de clase llorando y acudía al departamento de orientación del centro a fin de hablar con la orientadora y calmarse un poco. Su estado de ánimo degeneró en depresión por lo que tuvo que ser tratada por salud mental. Al preguntarle por las razones de aquellas crisis de ansiedad ella sostenía que se debían al pánico a los exámenes venideros y al fracaso escolar.

Pero la realidad era bien distinta y sin ser la mejor estudiante en su grupo de sección bilingüe de inglés, sus notas eran bastante buenas en las pruebas objetivas. A pesar de ello, las crisis no solo se mantuvieron sino que se agudizaron llegando a impedirle durante algunos días la asistencia a clase.

Para ayudarle en la detección de sus propias emociones, la orientadora empleó con ella un diario emocional (Lara Sánchez, 2016) en el que la alumna iba apuntando como se sentía cada día y qué tipo de pensamientos asociaba a dichos sentimientos así como las situaciones a las que se enfrentaba y que daban origen a los mismos.

Una vez que tenía sus anotaciones pudo describir brevemente cómo se había sentido en todas las situaciones, tanto las malas como las buenas. Se la requirió para  hacerse preguntas que la ayudaran a reflexionar como “¿Qué produjo la emoción o estado de ánimo?” o “Qué pensamientos vinieron a tu mente en el momento en que estabas sintiendo esa emoción?”

También, dicho repaso mental con sus anotaciones condujeron a que se conociera mejor a si misma, deseos, fustraciones, objetivos, puntos fuertes y débiles pero hacerlo con objetividad, requeriría si fuera necesario las opiniones sinceras de quienes mejor nos conocen.

Pasados unas semanas volvió a leer el diario y se le indicaron preguntas del tipo “¿Qué emociones se repiten?” “¿Qué emociones no experimento?” “¿Cuáles son las acciones que realizo ante determinadas emociones?” Todas estas preguntas la ayudaron a autoconocerse y a introducir cambios que la permitieran manejar de manera más satisfactoria determinadas situaciones emocionales.

Analizando con el departamento de orientación sus anotaciones ella podía llegar a comprender y percatarse de como lo que estaba sintiendo afectaba  a su conducta diaria.

Entre la asistencia de la orientadora, psicólogo y el tutor se llegó a la conclusión que realmente la niña tenía bastante presión en casa por parte de su madre (recién separada) para no suspender, lo que, además, se veía agravado por la propia ansiedad que la niña tenía por creerse la razón de dicha separación.

Figura 3. Emociones

Cuando esta alumna entendió que la situación no se debía a ella y que la asistencia a las clases redundaba en un mejor rendimiento académico, empezó a controlar sus miedos y a entender sus emociones lo que ahora en 3º ESO la mantiene como una de las mejores de su promoción y además la ha ayudado a romper una reciente relación amorosa que le causaba más disgustos que alegrías.

Gestión emocional

Mateo es un profesor que tuvo durante el curso pasado ciertos problemas de salud que le mantenían en un estado nervioso y alterado importante. A pesar mantener la calma en sus clases, lo que le conllevaba un gran esfuerzo de concentración diario, un día en mitad de una guardia observó a algunos alumnos haciendo bromas pesadas a un niño con problemas de movimiento que se desplazaba en silla de ruedas. Sin poder reprimirse afeó su actitud en público para lo que utilizó un lenguaje impropio de un docente y un tono demasiado agresivo.

Uno de los “acosadores” que, además tenía rol de líder en aquel grupo, se presentó al final del día con sus padres para hablar con el profesor en cuestión. Mateo, que para esa hora ya había recapacitado sobre el incidente y había entendido como su estado mental había influido en su tarea de resolución de conflictos, pidió perdón al alumno delante de sus padres y más tarde a todos los demás en aquel grupo controlando entonces sus reacciones impulsivas.

Mateo detectó primeramente sus emociones e influencia en aquella situación usando una dinámica personal llamada “técnica de los 3 circulos” o “círculos de pensamiento”.

Esta técnica trata de hacer tres círculos concéntricos, el primero va en el centro e incluye el problema. El segundo círculo, que rodea al primero incluye las señales preventivas o de alerta, y estas son las que avisan que el problema está próximo. El último círculo lleva el planteamiento de objetivos y metas, es decir, lo que habría hacer para resolver el problema, una vez elaborada esta técnica, ayudará a sobrellevar de una manera eficiente el control de nuestras problemáticas.

Figura 4. Técnica 3 círculos

También en aquellos días y como autoayuda Mateo practicaba el Mindfulness, cuyo objetivo es lograr un profundo estado de conciencia durante la sesión, y se usan varias técnicas concretas para alcanzarlo. Perseguimos conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicios de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. Esto le ayudaba en su concentración en momentos de tensión y a pensar con claridad. Saber qué acontece en nuestro fuero interno en cada instante a través de la gestión de los procesos atencionales.

El Mindfulness consigue separar la persona de sus pensamientos para poder reconocerlos y poner en duda los patrones mentales, otorgando un gran peso al aquí y el ahora mediante una atención total al momento presente. (Bertrand Regader, 2018).

Figura 5. Mindfulness

A los padres que llegaron al centro muy enfadados, Mateo les relató cómo sus problemas físicos y de concentración habían afectado  aquel día su trabajo y habló con el departamento de orientación para trasladar el problema aun existente  entre los chicos y el alumno con problemas de movilidad para que agentes externos trataran la problemática adecuadamente ya que él no se sentía capacitado en aquellos meses.

La persona que sabe regular las emociones no las esconde ni las reprime, pero encuentra la forma adecuada de mostrarlas. Veamos algunas técnicas a tal efecto.

Gestionar adecuadamente las emociones supone:

No someterlas a censura.

Permanecer atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como psicológico.

Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado, sin acusaciones ni malas formas y detallando qué situación o conducta es la que nos ha afectado.

Las técnicas referenciadas han sido muy útiles para el profesor del caso práctico y posteriormente dicho docente las ha empleado para ayudar a alumn@s con casos de pensamiento cíclico (rumiación), ansiedad, síntomas de depresión, etc. Se recomienda claro está el consenso con el departamento de orientación del centro o psicólogos licenciados, la autopráctica y el análisis de resultados antes de intentar la ayuda a otras personas.

Detectar  emociones ajenas

María es una profesora en mi instituto muy querida y apreciada por alumnos y claustro. Cuando me la cruzo por el pasillo siempre tiene una sonrisa y algún comentario o pregunta sobre cualquier tema de mi interés. Los alumnos la saludan sin excepción y la requieren para contarle sus cuitas en las horas de recreo. Ella siempre sabe escucharles y orientarles si ello es posible.

Pero ¿Qué convierte a María en una persona tan especial?, es desde luego su empatía, la capacidad de conectar con las emociones de los demás, su entendimiento de la problemática de cada persona y su visión sobre los intereses y deseos de aquellos que requieren su ayuda.

Figura 6. Empatía

Desde luego hay ciertas aptitudes innatas pero en lo que respecta a nosotros podemos trabajar esta cualidad, para lo cual refiero a continuación algunas estrategias;

Será desde luego importante la interpretación del lenguaje no verbal, «Cuando hablamos (o escuchamos), nuestra atención se centra en las palabras más que en el lenguaje corporal. » (Givens, 2000, citado por Preston, 2005).

Hablando con María nos refiere algunos trucos y técnicas en este sentido que ella usa habitualmente con los alumnos:

Las palmas abiertas son una señal antigua de honestidad

Apuntar con el dedo con la mano cerrada es un intento de demostrar dominio.

Busca la falta de arrugas alrededor de los ojos para detectar una sonrisa falsa.

Las cejas levantadas muchas veces son señal de incomodidad.

Si imitan tu lenguaje corporal la conversación puede ir bien.

Las piernas cruzadas normalmente son señal de resistencia, baja receptividad y son una mala señal de negociación.

Si se ríen contigo tal vez les importas.

Una mandíbula cerrada, cuello tenso o ceño fruncido muestra estrés.

El tono de voz es uno de los elementos con mayor influencia sobre la comunicación de cuantos existen. En tal tono hay una serie de parámetros sonoros que le dan sentido, consciente e inconsciente, al mensaje que se está transmitiendo. Algunos de ellos son: el timbre, la intensidad del sonido, la velocidad de la dicción, la claridad, la proyección, etc. (Edith Sánchez, 2017)

El tono de voz grave sugiere madurez y genera confianza en los demás. Es el más utilizado en los anuncios publicitarios

Si el tono de voz es extremadamente grave, remite a sensaciones sombrías

Una voz firme y segura nos hace pensar en que el hablante es alguien distinguido e importante

Hablar en un tono de voz bajo nos sugiere que la persona tiene grandes debilidades o que es torpe

Quienes emplean un tono de voz muy agudo transmiten baja credibilidad

Los resultados del empleo de todas estas técnicas son asombrosos ayudando a los docentes a determinar personalidades y cuadros complejos tanto en el comportamiento de los alumnos disruptivos así como de los más sobresalientes, originando un clima de confianza mutuo y entendiendo conflictos y problemáticas puntuales en el aula. Como referencias cuantitativas de dichos resultados se adjuntan algunas gráficas en distintos niveles de ESO y Bachillerato en cuanto a la satisfacción del alumnado (escala 0 a 10) con los docentes objetos de estudio.

Figura 7. Encuesta satisfacción con profesor en 4º ESO.

 

Figura 8. Encuesta satisfacción con profesor en 3º ESO.

 

Figura 9. Encuesta satisfacción con profesor en 1º BCH.

El desarrollo de la inteligencia emocional es, por supuesto, una labor ardua bajo este punto de vista puesto que requiere de entrenamiento y ejecución en ambiente escolar de todas y cada una de estas herramientas. Obviamente tendremos más facilidad en algunas y otras nos resultarán complejas pero poco a poco se puede llegar a tener buenas conexiones con los alumnos lo que nos facilitará nuestra labor docente y creará un clima de confianza y cooperación en ellos que nos resultará de suma utilidad.

Bibliografía y referencias.

  • Diario emocional, qué es y para qué sirve (febrero 2016) Siquia. Lara Sánchez http://www.siquia.com/2016/02/diario-emocional-que-es-y-para-que-sirve/
  • Técnica de los 3 círculos. Universidad de Guadalajara (México). Desarrollo habilidades del pensamiento (2009). Aline Aguilar, Marino Flores, Etienne Hernández y Gibran Pérez. http://mentehabil.blogspot.com/2009/12/tecnica-de-los-3-circulos.html
  • ¿Qué es el Mindfulness? Las 7 respuestas a tus preguntas (2018)  Bertrand Regader.  Psicologia y mente. https://psicologiaymente.com/meditacion/que-es-mindfulness
  • Preston, P. (marzo – abril, 2005). Nonverbal Communication: Do You Really Say What You Mean? Journal of Healthcare Management (50), núm. 2.
  • ¿Qué comunica nuestro tono de voz? (octubre, 2017) La mente es maravillosa. Edith Sánchez. https://lamenteesmaravillosa.com/comunica-tono-voz/

Figuras

 

 

 

 

 

 

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