1. Modelo de Responsabilidad Personal y Social
El modelo de Responsabilidad Personal y Social (Teaching for Personal and Social Responsibility) surge en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX.
Dicho modelo fue creado y desarrollado por Hellison a partir de los años 70. Surge en un entorno social y cultural con bajo nivel adquisitivo y en grave riesgo de inclusión social en ciudades como Chicago y Portland. Se propone que los jóvenes participen en programas de actividad física y deportiva que promuevan y desarrollen valores aplicables en su día a día.
Fue tal la gran acogida del modelo que a lo largo de las décadas se ha ido expandiendo por todo el mundo, incluyéndose España (Fernández-Rio, 2016).
2. Niveles del modelo
El modelo se presenta como una serie de metas (cinco) que los discentes deben alcanzar para llegar a ser responsables. El camino empieza en el nivel uno y de forma acumulativa, los alumnos deben conseguir un nivel y pasar al siguiente a través de una evaluación y supervisión del docente.
Nivel 1: Respeto por los derechos y sentimientos de los demás.
En este primer nivel, es fundamental que el docente sea capaz de crear un ambiente de seguridad y confianza que permita expresarse con naturalidad a todos los alumnos.
Para ello, hay que centrarse fundamentalmente en dos aspectos: en primer lugar, el respeto a los demás. Consiste en evitar cualquier tipo de conducta violenta, física o verbal hacia los demás, incluido, evidentemente, el docente. Además, en esta etapa, si algún estudiando infringe esta norma no debe ser castigado ni excluido, sino que se le invita a intentarlo de nuevo siguiendo las normas básicas de comportamiento. Por otro lado, la elaboración conjunta de las normas de convivencia en la que, entre todos, siempre en consenso, deben establecer las normas a seguir por toda la clase.
Nivel 2: Participación y esfuerzo.
Antes de pasar a este segundo nivel, los alumnos deben tener cierto autocontrol para ser capaces de participar o no en la actividad según su capacidad para cumplir las normas. Una vez que se ha alcanzado este autocontrol, el docente se puede centrar en fomentar la participación del alumno en todas y cada una de las actividades propuestas lo que demuestra el esfuerzo y persistencia del discente.
El Objetivo de este nivel es fomentar y desarrollar experiencias positivas en el aula para que los alumnos consideren la actividad física y el deporte como algo agradable y entretenido y sean así capaces de implementarlas en su tiempo de ocio (Jiménez, 2000). Además, se debe promover una participación global, en la que nadie se sienta excluido ya sea por razones de sexo, edad o competencia motriz.
Nivel 3: Autonomía personal (Autogestión).
En este tercer nivel se trata de que el alumno adquiere el mayor nivel de autonomía posible y que sea capaz de asumir sus propias responsabilidades. En esta etapa se deben proponer actividades en las que los alumnos tengan diferentes opciones o soluciones posibles y entre los miembros del grupo deban elegir y tomar una decisión. Posteriormente deben reflexionar sobre la decisión tomada. Además, en los niveles superiores, como parte del desarrollo de la autonomía se propone que los alumnos sean capaces de planificar un programa de actividad física personal en su tiempo libre con los conocimientos del curso.
Nivel 4: Ayuda a los demás y liderazgo.
Este cuarto nivel se centra en dos de las características fundamentales del modelo de Responsabilidad Personal y Social como son la empatía y el liderazgo.
Para desarrollar la empatía, entendida como el hecho de ponerse en el lugar de los demás, los estudiantes deben entender que los demás pueden tener diferentes puntos de vista y respetarlos, independientemente de quién tenga la razón. Por otro lado, en lo referente al liderazgo, se desarrolla por medio de atribuir a diferentes alumnos el rol o cargo de líder de un grupo intentando que ese grupo trabaje de forma cohesionada y sean capaces entre todos de tomar decisiones finales con respeto a los demás integrantes.
Los objetivos fundamentales de esta penúltima etapa son conseguir que los alumnos sean capaces de ayudar a los demás sin ningún tipo de menosprecio, a ayudar solamente si los otros piden o necesitan ayuda, tratando de evitar comportamientos egoístas fomentando la solidaridad.
Nivel 5: Fuera del contexto deportivo.
El quinto y último nivel se trata de que los alumnos puedan aplicar todo lo que han aprendido en los cuatro niveles anteriores a su vida diaria. Eso implica que deben desarrollarlo en otros contextos como son en otras clases, en el patio, con la familia, en su tiempo libre, en sus clubes deportivos… Una vez que han llegado a este nivel, los estudiantes se muestran personas respetuosas, que son capaces de esforzarse y que tienen autonomía y liderazgo no solamente en las clases de Educación Física sino también fuera de ellas.
En definitiva, este modelo, tal y como indica su nombre pretende conseguir alumnos que sean y sigan siendo adultos responsables.
3. Conclusiones
A lo largo del presente documento, se ha realizado una aproximación conceptual del modelo de Responsabilidad Personal y Social. Gracias a estas bases se facilita su aplicación práctica con éxito en las clases de la asignatura de Educación Física.
Este modelo tiene una importancia capital puesto que no se centra en el desarrollo de las competencias físicas de los alumnos, que también, sino que fomenta el desarrollo de la responsabilidad individual y grupal de los alumnos. Es decir, permite, a través de la práctica de actividad física y deportiva, que los alumnos sean capaces de respetar a los demás con independencia de sus capacidades y además se les invita a seguir con el modelo fuera de las clases. Por ello, el modelo de Responsabilidad Personal y Social puede contribuir a crear una sociedad mejor basada en el respeto y la responsabilidad individual.
4. Referencias
- Mediamodifier (2020). [Figura]. Recuperado de: https://pixabay.com/es/illustrations/logro-%c3%a9xito-monta%c3%b1a-nubes-personas-5597527/
- Fernández-Rio, J. (2016). Modelos pedagógicos en EF: consideraciones teórico-prácticas para docentes. Revista Española de EF y Deportes, 413, 55-75.
- Jiménez, C. (2000). Modelo de intervención para educar en valores a jóvenes en riesgo a través de la actividad física y el deporte. Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid, Madrid, España.
MIGUEL CAMBRONERO RESTA