Deseamos presentar en el presente artículo dos casos de pedagogías alternativas separadas por casi cien años de historia, desde la pedagogía Freinet aplicada por el maestro catalán Antonio Benaiges Nogués en el pequeño pueblo de Bañuelos de Bureba, cercano a Briviesca, que coincidió en el tiempo con el estallido de la Guerra Civil y su depuración; hasta el resurgimiento de nuevas iniciativas en la misma provincia burgalesa, utilizando métodos Montessori, y que se ejemplifica con la Escuela Magea, ubicada en el municipio de Castrillo del Val, en pleno contacto con la naturaleza, y al mismo tiempo a solo unos kilómetros de la capital burgalesa.
El método Montessori transforma el método convencional del aprendizaje en las escuelas, impulsando una enseñanza basada en la utilización de los sentidos, organizando un ambiente adaptado a los intereses y a los ritmos de aprendizaje de cada niño, para ello el docente ha debido investigar y evaluar a cada uno de sus alumnos previamente. Esta metodología es una extraordinaria forma de enseñanza en la que cada niño, de forma activa, construye su conocimiento desarrollando su propia autonomía, confianza, iniciativa y automotivación a través de la exploración y del juego. Todo surge y se desarrolla gracias al interés y a la curiosidad que siente el niño. El maestro se convierte en orientador del alumno, ya que adapta el entorno, diseña las actividades y proporciona los materiales que precisa el niño. Esta metodología permite convertir a los más pequeños de Educación Infantil en los propios protagonistas de su desarrollo y aprendizaje.