Introducción
El lenguaje es una forma de comunicación, específicamente humana, que se desarrolla durante los primeros meses de vida, siendo una de las funciones cognitivas más complejas y teniendo su etapa más importante entre los 0 y los 6 años.
La adquisición del lenguaje, en la mayoría de los casos, se produce de una manera espontánea y natural, sin haber recibido una instrucción específica por parte de su entorno más cercano. Dependerá básicamente de haber estado en contacto con otras personas y de las capacidades del individuo. Sin embargo, algunos niños y niñas pueden presentar dificultades en la adquisición del lenguaje oral sin que puedan ser atribuidas a déficits en otras áreas del desarrollo (cognitivos, sensoriales, motrices, etc.). Es aquí donde aparecen los Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL) o Trastornos del Desarrollo del Lenguaje (TDL), terminología usada en los países anglosajones, como Reino Unido.
En este sentido, Leonard (1998) define este trastorno como una «limitación significativa del lenguaje que no es debida a pérdida auditiva, déficits motores, factores socioambientales o alteraciones en el desarrollo.
El TEL es un trastorno del neurodesarrollo, en el que los componentes formales del lenguaje se adquieren de manera tardía e imperfecta. Cuando se habla de aspectos formales del lenguaje, nos estamos refiriendo a la fonología (sonidos del lenguaje), morfosintaxis (normas que controlan el lenguaje), el léxico (significado de las palabras y su relación con el contexto) y la pragmática (uso social del leguaje). Aspectos que cursan unas fases evolutivas hasta completar su desarrollo y donde los niños con TEL van a presentar grandes dificultades y limitaciones (Wetherell, Botting & Conti-Ramsden, 2007). Dependiendo del módulo lingüístico afectado existirán distintos subtipos de TEL (trastorno fonológico-sintáctico, trastorno léxico-sintáctico, trastorno semántico-pragmático, etc.).
TEL: Características y señales de alerta
Algunos de los signos de alerta a tener en cuenta en el desarrollo del lenguaje, son:
- Algunos de los signos de alerta a tener en cuenta en el desarrollo del lenguaje, son:
- Ausencia de respuesta al identificar objetos familiares.
- Léxico inferior a su edad evolutiva, siendo un ítem difícil de detectar por las familias debido a las dificultades para poder comparar su lenguaje con otros niños de edad similar.
- Ausencia de combinación de palabras, ya llegados a los 2-3 años.
- Lenguaje inteligible.
- Ausencia de pronombres y adjetivos, y grandes dificultades para hablar de futuro o pasado inmediato ( > 3 años).
- Dificultades para recuperar o buscar las palabras que necesita a la hora de narrar acontecimientos ( > 5 años).
- Repetir, sin finalidad comunicativa, frases estructuradas fuera de contexto.
El TEL, además de llevar implícito déficits en la comprensión y expresión de los componentes del lenguaje, se presenta de modo diverso en cada individuo y en cada lengua (Leonard, 2009).
Así, por ejemplo, en las lenguas hispanohablantes las dificultades que más frecuentemente suelen apreciarse, son:
- Errores fonológicos atípicos y persistentes.
- Afectación gramatical: mayor omisión de artículos, menor cantidad de verbos utilizando los más simples semánticamente, menor uso de preposiciones y dificultades significativas en el uso de oraciones más complejas.
- Afectación en el discurso narrativo: falta de cohesión, ausencia de conectores o uso incorrecto de los mismos, dificultades en la comprensión, especialmente en la comprensión inferencial a la hora de realizar interpretaciones o leer entre líneas.
Todas estas características implícitas en los TEL van a tener un gran impacto en el niño o niña, y una gran repercusión a nivel escolar:
- Grandes dificultades para llevar a cabo multitareas, como la de escuchar y escribir al mismo tiempo.
- Dificultades para procesar instrucciones o consignas, pudiendo ser catalogados de niños inatentos o «vagos».
- Dificultades para entender nuevos términos y conceptos en las diferentes áreas curriculares.
- Dificultades para narrar o explicar sucesos, pudiendo vivir situaciones de acoso que no llegan a expresar.
- Dificultades sociales: comprender estados emocionales, intenciones, juegos y normas implícitas, iniciar interacciones, comprender lenguaje metafórico, indirectas, etc.
Evolución al TDL: Trastorno del Desarrollo del Lenguaje
Debido a las implicaciones y repercusiones del TEL, en los últimos años los expertos se han planteado si realmente se trataría de un problema tan específico del lenguaje como su nombre indica. En 2016, un estudio realizado, en Reino Unido, (Catalise consortium) por distintos profesionales implicados en el estudio y la atención de los niños con este trastorno atribuye, además de la dificultades en los diferentes componentes del lenguaje, problemas en las funciones no lingüísticas que dependen de las estructuras neuronales implicadas en el sistema procedimental: problemas motores (dificultades de coordinación motriz), dificultades atencionales asociadas, dificultades en la memoria de trabajo, etc.
Por ello, este estudio plantea el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) como un término más adecuado y completo que el de Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), planteando además la posibilidad de comorbilidad del TDL con otros trastornos del neurodesarrollo (TDAH, dislexia, trastornos de la conducta o emocionales, etc.).
Conclusión
El TEL es un trastorno del neurodesarrollo, cuyo origen se desconoce y al que los estudios de los últimos años le atribuyen una base genética. Existe una gran heterogeneidad entre las personas que presentan un TEL, por lo que será necesario realizar un proceso diagnóstico exhaustivo (historia clínica, evaluación neuropsicológica, contexto escolar y sociofamiliar, etc.) para determinar el tipo y la gravedad del trastorno, así como los módulos del lenguaje afectados (fonológico, morfosintáctico, semántico o pragmático). En cualquier caso resulta evidente la repercusión y el impacto que, en mayor o menor medida, va a ocasionar en la vida social y escolar de los niños.
Tras los últimos estudios realizados (Bishop et al 2016, 2017), se coloca el foco en el diagnóstico de las dificultades específicas que conlleva el trastorno para su tratamiento, cambiando su denominación a la de Trastornos del Desarrollo del Lenguaje (TDL) cuando éste no está relacionado con una causa biomédica manifiesta (condiciones neurodegenerativas, Trastorno del Espectro Autista, discapacidad intelectual, sensorial, motora, etc.), pudiendo presentar además dificultades en otras funciones no lingüísticas (problemas de coordinación, dificultades en la atención, disfunciones ejecutivas, etc.).
Bibliografía
- Leonard, Laurence B. (1998). Children with specific language impairment. Cambridge, MA: MIT PRESS.
- Coloma, C. (2013). Sintaxis compleja y discurso narrativo en escolares con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Granada: Editorial de la Universidad de Granada.
- Coloma, C. (2014): Discurso narrativo en escolares de 1º Básico con TEL. Universidad de Chile.
- Asociación TEL Galicia (2014). Trastorno Específico del Lenguaje. Guía para la intervención en el ámbito educativo. Colegio Profesional de Logopedas de Galicia.
- D.V.M. Bishop, Margaret J. Snowling, Paul A. Thompson, Trisha Greenhalgh, Catalise Consortium (2016). CATALISE: A Multinational and Multidisciplinary Delphi Consensus Study. Indentifying Languaje Impairments in children.
Mercedes Parra Gutiérrez