La presencia femenina en la historia de la Música

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El movimiento feminista que se desarrolla a día de hoy en nuestra sociedad responde a la búsqueda de una igualdad entre hombres y mujeres. Es un movimiento que implica una necesidad de reconocer el talento, el trabajo, el respeto, las ideas, los pensamientos, las inquietudes, de alzar la voz bien alto para que, en sociedad, todos juntos, seamos capaces de respetarnos y amarnos unos a otros como seres humanos de un planeta global, donde las mujeres hacen cosas tan importantes como los hombres. Se pretende defender un pensamiento crítico en diferentes ámbitos, entre ellos destacaremos el cultural, dentro del cual la mujer ha sido, a lo largo de mucho tiempo, un modelo secundario y sumiso, siendo desvalorada solo por su sexo sin tener presente sus capacidades e intereses.

Este valor de la igualdad puede ser contemplado y puesto en marcha en los colegios, porque si tenemos una educación en consecuencia estaremos plantando la semilla para que crezcan nuestros niños y niñas en un mundo donde la diferencia de sexos solo sea eso, sin implicar nada más.

Desde la asignatura de música, como parte de la cultura, podemos poner en marcha en los colegios infinitas maneras de contribuir a que nuestro alumnado sea consciente de la situación de desprestigio que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia de la música, desde sus comienzos hasta nuestros días, desde diferentes vertientes.

Pero ¿es posible que solo existieran y perduraran hasta nuestros días genios musicales masculinos? ¿Ninguna mujer fue capaz algún día en nuestro pasado de componer alguna gran obra? ¿O simplemente no les dejaron mostrar su talento y su genialidad y siguen en la oscuridad sin que nadie les de vida a sus partituras?.

La verdad es que la música culta ha sido patrimonio dominado por el sexo masculino, por ello, hoy en día, en los libros de texto, en los cuentos sobre historia de la música y en cualquier artículo que encontremos sobre música conocida como clásica, encontraremos los nombres de genios como Antonio Vivaldi, Johann Sebastian Bach, Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Johann Strauss, Frédéric Chopin, Giuseppe Verdi, Piotr Ilich Chaikovski, Claude Debussy, Manuel de Falla… Podríamos estar líneas y líneas nombrando compositores, hablando de sus obras maestras, de sus biografías, podríamos escuchar muchas de sus obras interpretadas con exactitud dando diferentes matices que nos acercan por completo a aquel tiempo donde fueron escritas. Por esto queda más que reflejado la desvalorización y el olvido del papel de la mujer en el plano artístico, donde ha sido tarea difícil rescatar y recopilar información que demuestre que también ellas fueron capaces de crear, de sentir musicalmente y de perdurar hasta nuestros días con el talento que les caracteriza. Ellas también fueron genios y tenemos prueba de ello.
Algo que merece ser destacado es que la patrona de la música es una mujer. Santa Cecilia señala en nuestros calendarios que el día 22 de noviembre es el día de la música y esto no es casualidad. Ella fue una mujer de una familia noble en el siglo III que, convertida al cristianismo, fue condenada a morir cruelmente y, como se le asoció directamente cierta actitud hacia la música en cuanto que tocaba algún instrumento musical, como podría ser la lira, la cítara o el arpa, fue nombrada patrona de los músicos.

Remontándonos a la Antigua Grecia encontramos una poetisa, Safo, que fue conocida por sus composiciones. En la Edad Media existieron trovadoras como la Condesa de Día o Tarsiana, que realizaron composiciones de música popular. En la música denominada culta encontramos Hildegard von Bingen, la cual se aprovechó de su condición como abadesa en el monasterio para crear música.

La italiana Maddalena Casulana (1544-1590) fue una compositora y cantante de la época renacentista que se asociaba con la interpretación al laúd y que a muchos profesionales de la música del momento dejó impresionados con sus capacidades para componer. Destacan los madrigales que fueron publicados en diferentes libros, así sabemos que Maddalena es la primera mujer compositora que vio sus obras musicales publicadas en papel. Queda presente en una dedicatoria que escribió en su primera publicación donde dice: «Deseo mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que solo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres».

Italia parece ser un lugar clave donde encontramos algunas de las mujeres vinculadas con el arte musical. Francesca Caccini (1587-1641) parece que aprendió de su padre a interesarse por el ámbito musical. Por eso tocaba varios instrumentos y destaca con algunas composiciones entre las cuales se encuentran algunas danzas y alguna ópera en sus comienzos, por eso se le conocía como «la Monteverdi de Florencia».

También las hermanas Rafaella Aleotti (1570-1656) y Vittoria Aleotti (1573-1620) que, respaldadas de nuevo por su padre, llegan a crear una pequeña orquesta que consiguió actuar para personajes importantes de la nobleza. Barbara Strozzi (1619-1677), apoyada de nuevo por su padre, cantaba y escribió obras que fueron recopiladas y publicadas, convirtiéndose así en la compositora que más cantatas escribe en la época Barroca. Isabella Leonarda (1620-1704) fue religiosa y es considerada como la primera mujer a quien le fueron publicadas sus composiciones entre las cuales resaltan la cantidad de motetes que llegaron incluso a influenciar en otros compositores de la época. También Elizabeth Claude Jaquet de la Guerre (1667–1729), hija y hermana de músicos, tocaba en la corte de Luis XIV el clavicémbalo y, más tarde, se interesó por la sonata y la cantata y llegó a publicar una obra importante con una serie de cantatas en francés.

En la etapa del Clasicismo, una mujer con origen español de su familia es Marianne von Martínez (1744-1812). Recibió una formación musical de la mano del compositor Joseph Haydn y Marianne resaltaba por sus dotes con el clave. Sus obras se estrenaban junto a otras del maestro Mozart o Beethoven, de hecho, se comenta que se realizaban reuniones musicales en casa de Marianne donde participaban otros preciados compositores de la época. Marianne solía interpretar junto a Mozart algunas obras en el clave. Entre todas sus composiciones hay sinfonías, conciertos, oberturas y sonatas. También hay que resaltar que llegó a ser admitida en la Accademia Filarmonica di Bologna, aunque no pudo asistir porque no era un lugar apropiado para las mujeres Sus obras incluyen misas, conciertos, sonatas, cantatas y una sinfonía.

Maria Anna Walburga Ignatia Mozart (1751-1829), conocida como Nannerl y la hermana mayor de Mozart, fue una niña prodigio como lo fue su hermano y, al igual que él, recibió clases de clave y composición. Juntos interpretaban en las cortes de Viena y París, pero, sin embargo, mientras Wolfgang Amadeus Mozart componía y se dedicaba a la música, su hermana Nannerl tuvo que abandonar su carrera musical por el papel que mantenía la mujer en la sociedad de la época. Su padre la desvaloró seguramente porque consideraba que las mujeres no eran apropiadas para dedicarse a la música o porque creía que su hijo debía de ser quien destacara como genio musical. Nannerl compuso alguna obra en sus comienzos, pero no tenemos ninguna que llegara a nuestros días y, seguramente, podría haber destacado en el terreno musical como mujer prodigio que era.

Maria Teresa von Paradis (1759-1824) es otro genio silenciado, ella interpretaba con el clave y componía sonatas, tríos, conciertos y óperas. Viajó por las principales ciudades de Europa mientras daba conciertos mostrando sus dotes musicales y algunas de sus obras podemos escucharlas en la actualidad. Sin duda, fue una mujer valiente que trabajó duro para dedicarse a la música en un mundo de hombres y, además, su falta de visión no le freno para seguir componiendo e interpretado e incluso llegó a inventar el conocido musicógrafo que le permitía leer la notación musical en relieve.

Nos adentramos en el Romanticismo con una mujer, Fanny Cacilie Mendelssohn (1805-1847), hermana del músico y compositor conocido Felix Mendelssohn, pianista y compositora que escribió más de 460 obras. Pero no tuvo fácil la publicación de sus trabajos, dado que seguimos en tiempos donde las mujeres no eran aptas para este tipo de trabajos, así que algunas de sus obras fueron publicadas con el nombre de su hermano Félix.

Seguimos con Clara Wieck Schumann (1819-1896), pianista y compositora reconocida en la época. Es esposa del compositor Robert Schumann que destaca en su trabajo por sus piezas románticas. El papel de la mujer en el siglo XIX sigue limitado al cuidado de los hijos y la casa familiar, así que sus composiciones fueron escasas, aunque gozan de prestigio. Entre ellas podemos encontrar obras para piano, para voz y piano, obras para música de cámara e incluso orquesta. Además de la composición algunos años los dedicó a la enseñanza de la música en el Conservatorio de Frankfurt, donde destacaba como una excelente intérprete de las obras de compositores virtuosos como Chopin, Liszt o Beethoven.

Alma Marie Schindler de Mahler Gropius Werfel (1879-1964) fue una compositora que nació en una casa donde el arte estaba siempre presente, su padre era pintor y se casó con el compositor Gustav Mahler. Fue su esposo quien le negó realizar ninguna actividad creativa musical y le obligó a ocuparse de las tareas del hogar, tan solo realizaba tareas de copista y lectora de obras de su esposo. Ella era una mujer bella que a lo largo de su vida tuvo unas cuantas relaciones sentimentales con diferentes hombres, algunos de ellos relacionados con el plano artístico a los cuales Alma servía de inspiración para sus creaciones.

Ana María Cecilia Sofía Kaloyeropulu (1923-1977), conocida como María Callas, fue una soprano estadounidense cantante de ópera considerada la más espectacular del siglo XX. María Callas destacaba por su talento vocal y dramático, transmitía con gran facilidad al espectador diferentes emociones, así que no es de extrañar que la llamaran «La Divina».

Todas estas mujeres aportaron un legado musical que podemos apreciar y disfrutar. No solo en el ámbito artístico musical lo han tenido más difícil las mujeres para alcanzar un lugar visible y ser valoradas por sus capacidades y talentos. Hay otros campos como el de la medicina, la arquitectura o la literatura donde el comienzo para el género femenino fue silenciado y oscuro, y se convirtió en un camino duro, lleno de esfuerzo y lucha por intentar alcanzar la igualdad con los hombres. Pero, como podemos ver, si se investiga y se indaga un poco en la presencia de mujeres a lo largo de la historia musical nos encontramos con trabajos asombrosos y composiciones bellas que fueron escritas por mentes prodigiosas. Aquí hemos contemplado algunas compositoras importantes, pero se cree que hay al menos 4000 mujeres compositoras hasta día de hoy, lo que implica que la mujer ha tenido un papel esencial en la historia de la música y tenemos que tenerlas siempre presentes y conocer sus obras y vidas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

REFERENCIAS DE FIGURAS

Almudena Pradilla Larraz

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