La dislexia en las aulas de Educación Primaria

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La palabra dislexia proviene del griego y etimológicamente significa “dificultad con el lenguaje”. Se muestra específicamente en el aprendizaje de la lecto-escritura, más concretamente con problemas en la lectura y en la escritura, y de forma general, con todo lo relativo a la descodificación de códigos o símbolos, como son las letras y los números.

Su origen es neurobiológico y los inconvenientes que pueden verse en el ámbito educativo son: pensamiento, habla, lectura, escritura, deletreo o problemas para manejar símbolos relacionados con las matemáticas.

De forma general, la dislexia es un trastorno que suele estar asociada a otras dificultades específicas de aprendizaje, como podrían ser, el trastorno del cálculo (discalculia), el trastorno de la expresión escrita (Disgrafía) y el trastorno de la ortografía (disortografía), siendo algo extraño encontrar algunos de estos problemas en ausencia de la propia dislexia. También, en ocasiones, es frecuente encontrar en los niños que padecen este trastorno, problemas de atención, que frecuentemente van asociados a la impulsividad.

Cabe destacar que la dislexia se presenta en alumnos con un desarrollo cognitivo normal o incluso en ocasiones un nivel alto, que no padecen alteraciones sensoriales perceptibles.

Tal y como alega Fernández (1993) los factores causantes de este trastorno son:

  • Mala lateralización: los trastornos lingüísticos, perceptivos y viso espaciales son, en muchos casos, consecuencia de una mala lateralidad.
  • Alteraciones en la psicomotricidad: donde se aprecia falta de equilibrio y ritmo.
  • Conocimiento deficiente del esquema corporal: como consecuencia de la mala lateralización, el alumno no posee unos puntos de referencia espacial que le ayuden a su orientación.
  • Desorientación espacio temporal: esta orientación espacio temporal, nos ayuda a situar los objetos en relación a nuestro cuerpo, a su vez también se encuentra presente a la hora de llevar a cabo los procesos de lectura y escritura. Por esta razón, la dificultad del niño en esta orientación también se reflejará en estos ámbitos, y
  • Trastornos de la percepción: debido a los desórdenes en la percepción auditiva y visual, la persona disléxica suele confundir sonidos y palabras fonéticamente iguales. En algunos casos también se da confusión de colores, formas y tamaños.

Los alumnos que presentan dislexia, además de presentar estas características muestran importantes trastornos, tanto en la precisión, como en la fluidez lectora.

Actualmente, las causas de la dislexia no están íntegramente confirmadas, debido a las dificultades que genera y que engloba el cerebro. Lo que se sabe con más exactitud es que existe un componente genético determinado con la herencia de ciertos genes que pueden inducir a padecer esta dificultad. A su vez existen otras causas como: causas neurológicas que se deben a una pequeña disfunción cerebral,  causas emotivas,  causas asociativas,  (problemas para asociar una palabra con un sonido y con su significado), y causas metodológicas (no comprender o diferencia los conceptos de ‘fonema’ y ‘grafía’).

Y como docentes que vivimos el día a día en las aulas, hemos podido comprobar a través de la experiencia lo que les pasa a los niños con esta dificultad. Como maestros debemos detectar cuando se trata de un problema de esta índole ya que pueden repercutir en grandes problemas. Para ello vamos a redactar algunos síntomas que presentan.

Estos niños necesitan más tiempo para hacer y llevar a cabo las tareas escolares y las cosas, y deben de trabajar de manera diferente para obtener el mismo resultado, pueden brillar o sobresalir de otras muchas formas pero a su vez necesitamos tener mucha más paciencia, también necesitan recordatorios visuales puesto que es muy difícil recordar las cosas por ellos mismos, y por último, la dislexia no define quien son ni quien quieren ser

Para un correcto desarrollo de un niño que presenta dificultades específicas de aprendizaje educativo, es fundamental llevar a cabo una intervención educativa ajustada a sus necesidades e intereses y que nos permita apaciguar estas dificultades en cada una de las asignaturas de la forma más correcta posible.

En nuestra actuación como docentes, debemos realizar una intervención y prevención lo más temprana posible, para intentar subsanar las dificultades e intentar prevenir otras nuevas, desarrollar una evaluación psicopedagógica, que ayude a saber el nivel de desarrollo del niño y sobre todo tener una colaboración, tanto por parte del equipo del centro escolar como de las familias. Esta colaboración es esencial para que dichas dificultades se mejoren y se atiendan adecuadamente. Por consiguiente a esto, es de vital importancia llevar a cabo un buen funcionamiento del proceso de enseñanza- aprendizaje, para que nos permita lo antes posible, el acceso a la lectura y a la escritura, básicos para sentar las bases de futuros aprendizajes.

Referencias bibliográficas

  • Fernández Borja, F. (1993). La dislexia: origen, diagnóstico y recuperación. Madrid: CEPE, 1993, p. 65.
  • Jiménez, J. E. y Artiles, C. (2001). Cómo prevenir y corregir las dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura. Madrid: Síntesis.
  • Gómez, E., Defior, S. y Serrano, F. (2001). Mejorar la fluidez lectora en dislexia: Diseño de un programa de intervención en español. Universidad de Granada, España. Escritos de psicología, Vol. 4, nº2, pp. 65-73. Mayo- agosto 2011.

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