Innovación en el aula: aprendizaje significativo con los juegos de mesa

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Es indudable la actual demanda por parte del profesorado de los juegos de mesa para trabajar diversos aspectos en el colegio. Cada vez es más común ver, a través de las redes sociales, a jóvenes (y no tan jóvenes) maestros utilizar este tipo de recursos en sus aulas.

No obstante, existe un gran número de neófitos en esto de los juegos de mesa que cuando escuchan este recurso recuerdan juegos de su infancia (véase parchís, el juego de la oca, el dominó…).

Sin embargo, siendo mi última intención criticar a esos juegos clásicos que tan buenos ratos nos han hecho pasar a todos, en la actualidad, existen multitud de alternativas a los juegos de mesa de toda la vida. Además, están perfectamente adaptados a las características de cada una de las edades para los que van dirigidos.

Por lo tanto, como he comentado anteriormente, cada vez somos más los docentes que los utilizamos en nuestras clases, con independencia de la edad de nuestros estudiantes y del área en la que trabajamos.

Y fruto de ello, surgen multitud de metodologías y recursos que se relacionan con el juego, surgiendo conceptos novedosos como la gamificación, o ludificación (traducción más correcta del término inglés según los expertos) o aprendizaje basado en juegos (ABJ) o Game Based Learning en inglés.

Es en este último, en el que me voy a basar para la realización de este artículo puesto que considero que es más habitual e igualmente, más sencillo de llevar al aula por la mayoría de docente.

El ABJ se entiende por la utilización de juegos como vehículos en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Isaacs, 2015). A pesar de que este concepto surgiera para referirse a los juegos electrónicos o de computadores, el gran auge de los nuevos juegos de mesa hace que se existan multitud de experiencias en los colegios e institutos españoles (Gonzalo, 2017).

Estudios como el de Romero y Gebera (2015) apuntan que este tipo de juegos tienen las siguientes ventajas en el aula:

  • Son herramientas que provocan una gran motivación inicial al alumnado.
  • Permiten un aprendizaje significativo de los contenidos.
  • Poseen una incidencia positiva en las emociones y habilidades personales.
  • Aumentan el grado y las posibilidades de interacción al ser juegos en los que juegan varias personas.

Por estas razones, entre otras, presentó una serie de juegos de mesa que pueden ser de gran utilidad a los profesores para trabajar contenidos tan importantes y transversales como:

  • El trabajo en equipo.
  • El respeto a las normas.
  • Expresión de emociones.
  • Aumento de la confianza.
  • Distensión.
  • Mejora del clima afectivo en clase.

Todos los juegos que se presentan a continuación los he trabajado en el aula teniendo muy buenas experiencias. Además, todos ellos son económicos (menos de 20 euros) y no ocupan espacio en nuestras clases puesto que no se utilizan apenas materiales como tableros y sí cartas, fichas o dados. Por otro lado, todos tienen un carácter dinámico o de movimiento elevado, lo que aumenta el interés por parte del alumnado.

Happy Salmon

Happy Salmon: North Star Games. Fuente: amazon.es

Se trata de un juego de cartas de acción simultánea. En cada carta viene representado un gesto diferente, el jugador que saca una carta debe localizar a un compañero que haga lo mismo, en cuyo caso ambos se descartan de esa carta y continúan con la siguiente y así sucesivamente. El primero que sea capaz de descartarse de todo su mazo será el ganador.

Se trata de una dinámica muy divertida y rápida que mejora el clima dentro del aula y es ideal para «romper el hielo» entre un grupo de alumnos.

Ritmo y bola

Ritmo y bola: Cocktail Games. Fuente: dideco.es

Es un juego de cartas en el que tendrás que palmear al ritmo de la popular canción del grupo inglés QUEEn, «We Will Rock You«. Cada jugador tiene su propio gesto, que se muestra en su carta. La dinámica del juego es muy simple, comenzará una cadena de gestos en lo que cuando te toque deberás repetir tu gesto y el de la persona que a la que quieras «mandárselo» sin equivocarte.

Trabajamos la percusión corporal, los ritmos, la atención, la velocidad de reacción…

Monkidú

Monkidú: Mercurio. Fuente: zacatrus.es

Este es un juego en la que un gran número de alumnos pueden jugar a la vez, pueden jugar hasta un máximo de 16 personas. Se reparte una carta a cada jugador. En todas ellas salvo en una hay una serie de acciones, en la otra pone «eres un mono». A la vez, todos deben gesticular la misma acción e intentar adivinar quién es el mono (que debe improvisar el gesto puesto que es el único que no lo tiene escrito en su tarjeta)

Gracias a este juego podemos trabajar la expresión corporal, la improvisación, la atención, la capacidad de abstracción…

Memomiak

Memomiak: Fournier. Fuente: nhfournier.es

Es un juego de memoria y mímica infantil. Se coloca el mazo con las 40 cartas en el centro, el primer jugador da la vuelta a una carta y hace la mímica o el ruido correspondiente. A continuación, el segundo coge otra carta y debe hacer el ruido o mímica del primero y el de su propia carta, así sucesivamente hasta que un jugador se equivoque. Se puede trabajar la memoria, la expresividad, el respeto a los demás…

Durante mis primeras sesiones en cada clase, suelo practicar una adaptación del «Memomiak» a través del juego de presentación llamado «Yo me llamo…y mi gesto es…» en el que cada uno debe inventarse un gesto que lo defina. Posteriormente, se van acumulando los gestos de manera que el último debe decir el nombre y el gesto de toda la clase.

Personalmente, lo que más me gusta de este tipo de recursos es que se pueden adaptar a todo tipo de edades y son fácilmente modificables. Además, nos aportan ideas para realizar nuestras propias actividades con objetivos más concretos.

Por suerte, cada vez somos más conscientes de las bondades del juego y todo lo que puede aportar en el aprendizaje. Estos juegos solo son una pequeña muestra de la gran variedad de experiencias que existen en la actualidad. Esas experiencias permiten trabajar contenidos didácticos de una forma divertida, diferente, entretenida, “enganchando” a los alumnos.

Referencias

Miguel Cambronero Resta & Patricia Valero Torrijos

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