Fracaso y abandono escolar

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Introducción

El fracaso escolar, la proporción de estudiantes que no consiguen acabar sus estudios obligatorios, es uno de los principales problemas del sistema educativo de nuestro país. Consiste en uno de los grandes retos de educación al que se enfrenta España, que cuenta con los peores resultados de Europa. Las consecuencias de este abandono son serias, ya que estas personas al dejar sus estudios antes de lograr un título obligatorio tienen graves dificultades para su inserción laboral y mayor riesgo de exclusión social y económica.

El abandono escolar en España

En la Unión Europea más de seis millones de jóvenes dejan sus estudios tras acabar Educación Secundaria, y en ocasiones no llegan ni a conseguir esa titulación obligatoria. Las cifras de nuestro país son las más alarmantes, existe un alto porcentaje de abandono escolar muy por encima de la media de los países desarrollados de la OCDE.

El fracaso escolar se sitúa en España según los análisis elaborados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional en un 24,4%. Es decir, prácticamente uno de cada cuatro estudiantes no ha obtenido el título de Educación Secundaria Obligatoria, no ha conseguido superar la etapa mínima necesaria para seguir estudiando. El mercado laboral es cada vez más exigente y todos estos jóvenes están sin los recursos y habilidades necesarias para poder enfrentar el reto de encontrar un empleo.

Se dan lugar diferentes variables que afectan directa o indirectamente al abandono escolar, como son el tipo de alumnado, el tratarse de escuela pública o privada o la localización del centro. Las características de los estudiantes no sólo influyen sobre su propio rendimiento, sino que afectan indirectamente el de sus compañeros. (Coleman et al., 1966; Farley, 2006; Willms, 2006). Los factores socioeconómicas y culturales de las familias del grupo influyen sobre el rendimiento final del alumno al interactuar éste con sus compañeros de clase y colegio. Por ello cuanto mejor sea el clima del centro menor será el riesgo de fracaso escolar de un estudiante de dicho centro.

Pobreza y fracaso escolar

Casi la mitad de los niños sin recursos abandona los estudios antes de tiempo en nuestro país. Existe una relación estrecha entre pobreza y fracaso escolar, ya que la pobreza priva a los alumnos de factores tan importantes como el material escolar, un seguimiento familiar de la vida en clase o de un ambiente adecuado para estudiar. Estos adolescentes que provienen de familias desfavorecidas y que dejan sus estudios sin haber conseguido la titulación de educación secundaria obligatoria tienen más riesgo de caer en dependencias como el alcohol o las drogas.

España cuenta con un sistema educativo público equitativo que fomenta la igualdad de oportunidades, intentando aportar las mismas condiciones independientemente de la situación social. Pero pese a que exista una educación gratuita para todos ésta no garantiza el éxito educativo, ya que el entorno social no es apropiado para muchos menores que viven en la pobreza o marginación social.

Un alto porcentaje de alumnos sin recursos son inmigrantes. Pero según los últimos informes la acumulación de alumnos de origen inmigrante en los colegios tan sólo incrementa el riesgo de fracaso escolar cuando el número total de alumnos de fuera suponen más del 20% del alumnado en total. Este dato defiende una distribución más equilibrada del alumnado de origen inmigrante entre centros, creando una redistribución de estudiantes nacionales, especialmente entre escuela pública y privada donde existen más diferencias. Usando palabras de Westerbeek (1999), la agrupación territorial de los alumnos inmigrantes puede conducir a que dicho colectivo obtenga peores resultados que los nativos.

Medidas contra el fracaso escolar

Existen diversas medidas para afrontar el fracaso escolar, que se llevan a cabo a nivel clase, nivel o centro. Algunas fórmulas son programas de refuerzo o clases de aprendizaje de español dirigidas a padres que desconocen el idioma. Aparte de las propuestas de las administraciones algunos pedagogos plantean que son necesarios cambios de metodología, especialmente en Educación Secundaria. ya que un alto número de alumnos considera que lo que está aprendiendo no es útil para la vida, es decir, que los contenidos no están adaptados a la realidad fuera del aula.

Otra de las medidas fundamentales para el éxito es la participación y el compromiso de los padres y las familias. Por ello hacerles parte del seguimiento escolar y de diversas experiencias educativas es un factor importante para evitar el fracaso escolar.

A nivel de currículum dentro de las distintas materias Knighton y Bussière (2006, p. 18) consideran que tener: «competencias efectivas en lectura y credenciales en educación no garantizan el éxito en el futuro, pero, sin ellas, (las personas) afrontan mayores riesgos de encontrarse barreras en el empleo, de tener una seguridad financiera reducida y una peor situación social». Esta afirmación apoya la importancia de la lectura, práctica que debe fomentarse desde la primera infancia y que puede prevenir el fracaso educativo.

Otra de las herramientas se trata del uso de las TICs, un elemento motivador para los alumnos, especialmente aconsejable para aquellos con problemas de aprendizaje que encuentran en las nuevas tecnologías un aliciente para seguir aprendiendo.

Conclusión

El abandono escolar prematuro en España es un obstáculo para un crecimiento sostenible y un problema grave que hay que abordar. Los jóvenes sin formación suficiente se encuentran con grandes dificultades para encontrar trabajo y tienen más posibilidades de depender de prestaciones sociales y acabar excluidos socialmente. Para poder resolver este complejo problema no basta con cambiar la política educativa, sino que se necesitan medidas de carácter social, como son clases de apoyo o facilidades para que los alumnos reanuden los estudios con ayudas educativas.

Referencias

  • Coleman, J., Campbell, E., Hobson, C., Mcpartland, J., Mood, A., Weinfeld, F. & York, R. (1966). Equality of Educational Opportunity. Washington D.C: U.S. Government Printing Office
  • Knighton, T. & Bussière, P. (2006). Educational Outcomes at Age 19 Associated with Reading Ability at Age 15. Statistics Canada Education, skills and learning research papers, 81-595-MIE-No. 043
  • Westerbeek, K. (1999). The colours of my classroom. A study into the effects of the ethnic composition of classrooms on the achievement of pupils from different ethnic background. Florence: European University Institute.

Ana Palomo Blázquez

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