Diferentes formas creativas de evaluar al alumnado

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La educación del siglo XXI exige formas de evaluar que vayan acordes a la evolución de las nuevas tecnologías y al cambio de las metodologías inductivas que se están afianzando en los últimos años: gamificación, aprendizaje basado en problemas, visual thinking, escape room, flipped classroom, aprendizaje basado en el pensamiento, pensamiento de diseño, aprendizaje colaborativo, aprendizaje ubicuo, entornos virtuales de aprendizaje,… (Prieto, 2014).

Muchas veces una forma de motivar al alumnado a aprender es cambiar la forma de evaluarlos y de evaluarse el propio docente. De este modo, si tratamos de introducir un proceso evaluativo que sea divertido, dinámico y participativo los estudiantes podrán sentirse más involucrados en el método de enseñanza-aprendizaje y obtener mejores resultados que si seguimos desarrollando metodologías tradicionales como los exámenes o trabajos ordinarios.

Aunque en la actualidad hay muchas herramientas de evaluación (aplicaciones informáticas gratuitas o de pago) vamos a resaltar las más empleadas que están relacionadas con el fenómeno de la gamificación o el «aprender jugando». Vamos a desarrollar las cinco técnicas de evaluación y de autoevaluación del aprendizaje más frecuentes:

Diario de clase: Se puede realizar en formato digital o papel. Implica un hábito de lectura y de escritura en el alumno que le obliga a reflexionar sobre lo aprendido y realizado al tener que exponer una crítica constructiva de cómo podría mejorar su esfuerzo en la materia. De esta forma se incentiva la creatividad y puede compartirse con el resto de los compañeros multiplicándose la interactividad del grupo. Así, si se realiza un diario digital se pueden añadir imágenes, comentarios de otros alumnos, explicaciones del profesor,… Es decir, se puede convertir en un blog personal que motiva al estudiante a mejorar para que éste sea más visitado por otras personas y compañeros de clase.

Imagen 1: Ejemplo de diario de clase

Rúbricas de evaluación: Es necesario que el estudiante conozca antes de realizar una prueba de evaluación cómo va a ser evaluado y qué aspectos del temario son los más importantes para la nota final. Al mismo tiempo, debe saber qué hechos concretos se van a valorar con más nota y las posibles penalizaciones que tendrá a la hora de realizar un escrito, vídeo, portfolio,… De esta forma, se puede planificar el trabajo y mejorar la autoevaluación conociendo qué se pide para obtener un insuficiente, un aprobado o un sobresaliente. Para la realización de las rúbricas será necesario poner en una tabla en el eje horizontal los diferentes rangos que se van a evaluar y en el eje vertical los criterios que se van a tener en cuenta a la hora de realizar la evaluación externa. También puede ser desarrollada por el propio docente.

Dianas de evaluación: Muy interesante por su carácter visual ya que motiva más profundamente a los alumnos (de primaria especialmente). Consiste en un método de evaluación gráfico que puede usarse de forma individual o en pequeño grupo. Radica en elaborar una diana con diferentes círculos concéntricos que está coloreada en diferentes tonos. Cada uno de los círculos considera el nivel de valoración del propio alumno según su esfuerzo y dedicación. El alumno de forma personal deberá colorear a qué nivel, según él/ella han llegado a obtener en los conocimientos que se han expuesto o dibujar una flecha indicando el valor cualitativo que ha alcanzado en una actividad, unidad didáctica,…

Escalera de metacognición: Aquí se pretende enseñar al estudiante a aprender a aprender. Para ello, de forma gráfica, se le ofrecen al alumno una escalera dividida en diferentes peldaños donde se le dan marcadores para profundizar y reflexionar sobre lo aprendido, cómo lo ha aprendido y cómo podría mejorar su manera de aprender.

Portafolio: Muy útil por si un alumno cambia de centro y el profesor que lo recibe quiere saber su nivel y qué ha realizado en el anterior centro. Además, permite que el alumno guarde y ordene trabajos elaborados de forma personal que se pueden recopilar de forma cronológica en una carpeta física o virtual. Es una magnifica forma de evaluar el seguimiento y el progreso de cada estudiante. Normalmente, los alumnos se esfuerzan y valoran más el trabajo realizado por sí mismos. A su vez, al realizar las tareas tendrán que repasar todos los contenidos explicados en las diferentes unidades didácticas.

También existen aplicaciones digitales o Apps que pueden ayudar al profesor a evaluar de forma holística a sus estudiantes. Entre las más frecuentes tenemos (Santiago, 2018):

1) Additio App o Idoceo: No solo nos sirve para evaluar a los alumnos sino que se pueden utilizar para organizar de forma sencilla las clases, realizar informes, anotar las faltas de asistencia o mandar mensajes a los propios estudiantes o notas de recuerdo para el propio profesor. Hay una versión para el docente y otra para el alumno. Es muy intuitivo y se puede usar desde móviles, tabletas,…

Blicker Bluetooth: La idea es aprovechar el dispositivo de bluetooth de los teléfonos móviles para conseguir hacer un sondeo de respuestas ante problemas o preguntas que el docente realiza al grupo de estudiantes. Para este intercambio de información se necesitan dos aplicaciones, una para el docente y otra para el alumno. Las respuestas que recibe el profesor son anónimas y de esta forma éste puede ver si sus estudiantes han entendido la explicación cuando el ejercicio es resuelto correctamente por la mayoría de los estudiantes o no. Por otra parte, es muy visual para el alumnado porque éste se puede dar cuenta de la comparación de sus resultados con los de sus compañeros.

Kahoot: Es muy dinámico y ameno ya que consiste en crear test interactivos en tiempo real para que sean contestados por los alumnos. De esta forma, se puede realizar evaluaciones iniciales, conocer la opinión de los estudiantes antes de explicar un tema, gamificar los contenidos y fomentar la participación de forma rápida y sencilla mediante una perspectiva lúdica. Lo mejor es que es un aplicación gratuita y muy intuitiva que permite incluso realizar encuestas las cuales ofrecen resultados de forma inmediata.

Imagen 2: Visualización de un ejemplo de Kahoot

Class Dojo: Ideal para valorar el comportamiento diario de los estudiantes. Es muy motivador, especialmente en educación infantil y primaria, y da una perspectiva individual y grupal de las actitudes del grupo. La información se puede compartir rápidamente con los padres y madres y es una canal muy gráfico que permite evaluar el progreso del comportamiento de los estudiantes. Igualmente es gratis e inmediato.

Picklers: Lo mejor de este recurso es que no hace falta internet para poder trabajar con él. Se pueden recoger datos de encuestas y test en tiempo real sin que los estudiantes tengan dispositivos móviles. Sirve para valorar el nivel de comprensión de la clase, comprobar sus conocimientos previos o simplemente pedir opiniones (información de la página web oficial del producto). Para ello se necesita que el profesor tenga un aparato móvil conectado a la pizarra digital. ¿Cómo se puede usar? Mediante unas tarjetas especiales con código QR que sirve para contestar a las preguntas que el docente presenta en la PDI. Los alumnos levantan la tarjeta con la respuesta y con la aplicación bajada al móvil se pueden leer los resultados.

En conclusión, aunque no existen las metodologías que aseguren el éxito educativo y la motivación total, sí hay que reconocer que todas estas metodologías y aplicaciones digitales sí pueden ayudarnos en la labor educativa. Si se empiezan a utilizar enganchan tanto a los alumnos como a los docentes. ¿Te animas a usarlas?

Bibliografía

José Antonio Carmona Gómez

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