Técnicas de la musicoterapia en las aulas
La técnica de la musicoterapia está adquiriendo un papel importante en las técnicas de estimulación de aprendizaje, fomentando un valor complementario de intervención terapéutica en diferentes ámbitos sociales. Pero es sin duda, en el ámbito de la educación y más concretamente de la educación especial, se está probando su gran eficacia en la atención de los alumnos que presentan algún tipo de dolencia de carácter; físico, psíquico, cognitivo… Entre otros que se desarrollan en el artículo.
La musicoterapia genérica, consiste en el uso de la música para facilitar la comunicación y el aprendizaje. Su aplicación en entornos educativos resulta muy favorable, tanto para niños con necesidades especiales como para cualquier tipo de alumnos sin ninguna necesidad especial a tratar.
La música tiene una conexión entre las funciones cerebrales tales como la memoria, la orientación, el equilibro, la movilidad y la coordinación. También conecta directamente con las emociones en las provoca, evoca y al mismo tiempo ayuda a expresarlas. Por este motivo, constituye una herramienta muy útil para la educación y el desarrollo del alumnado.
La técnica de la musicoterapia (Maribí Pereira, 1996) “hace referencia al uso de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía), siempre analizado y desarrollado por personal cualificado, pudiendo trabajar únicamente con un paciente o también con grupos. Creando un proceso para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes para, así, poder satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. Teniendo como fin desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de tal manera que éste pueda lograr una mejor integración interpersonal y consecuentemente, una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento” (Comité de Práctica Clínica de la Federación Mundial de Musicoterapia, 1996)
La música en el aula se puede utilizar como complemento o elemento de fondo, que contribuye a crear un ambiente agradable en el aula, cuando se imparte cualquier asignatura o se desarrolla alguna actividad práctica. En este caso, el alumno la escucha de manera pasiva, algo inconsciente, pero repercute de forma directa en su bienestar, en su modo de estar y actuar en el entorno educativo o como herramienta directa de trabajo, bien para aprender música o bien para potenciar habilidades motoras y comunicativas. En este caso, el alumno participa activamente al crearla con instrumentos, moverse a su ritmo o realizar una escucha atenta que despierta sus emociones de manera consciente.
El objetivo de estas metodologías aplicadas a los alumnos sirven para:
Potenciar las funciones cognitivas, se ha demostrado que la musicoterapia mejora la atención y la concentración de los niños, a la vez que estimula la fijación de los nuevos contenidos. Además, es una herramienta para fomentar su imaginación, creatividad, formación de conceptos y agilidad mental. Asimismo, contribuye a fomentar el aprendizaje y la resolución de problemas.
Según el artículo “Especialista educación, salud” (Jennifer Delgado, 2015) en el punto de las mejoras con los problemas emocionales. La musicoterapia puede contribuir a fortalecer la autoestima del niño, haciendo que se sienta más seguro y confiado de sí mismo. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Queen de Belfast, en el Reino Unido, ha encontrado que en este tipo de terapia se pueden reducir los síntomas de depresión en niños con problemas de conducta.
Fortaleciendo la expresión corporal, mediante la musicoterapia los niños adquieren y desarrollan sus habilidades de expresión corporal, agudizan su discriminación auditiva y refinan su coordinación motora. Además, aprenden a vocalizar y consiguen liberar la energía reprimida. Si se conjuga con el baile, pudiendo ser una excelente terapia para tratar los problemas musculares y óseos.
Puede fomentar la socialización, la música ayuda a los niños a expresarse, es una manera para motivarlos a salir de su zona de confort e interactuar con el resto de las personas mostrando su verdadero ‘yo’. De hecho, se ha convertido en una opción para trabajar de entre las terapias alternativas más utilizadas por los psicólogos y psiquiatras para mejorar las habilidades comunicativas en los niños con autismo.
En base al artículo de Jennifer Delgado (2015), esta técnica puede ayudar a estimular la maduración cerebral: la musicoterapia es una estrategia estupenda para estimular el desarrollo cerebral infantil. La música es capaz de estimular la liberación de dopamina (un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo). Además, un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Florida, comprobó que cuando los niños escuchando música se activaban numerosas áreas cerebrales como la corteza prefrontal, el área de Broca y de Wernicke, el cerebelo, el lóbulo temporal y la corteza motora.
Dentro de la musicoterapia existen diferentes técnicas aplicables al aula:
El canto: Entonar canciones ayuda a que los niños aprendan la estructura correcta de las palabras y las frases, por lo que es una excelente herramienta para potenciar el lenguaje. Además, estimula el aparato fonatorio, a la vez que mejora la memoria y la asociación neural.
Audición musical: Este tipo de terapia es perfecta para fomentar la atención y el reconocimiento de sonidos, a la vez que ayuda a relajar o activar a los pequeños, en función del tipo de música. También sirve para estimular el lenguaje y desarrollar la memoria de asociación.
Juegos musicales: Se trata de actividades basadas en un instrumento o una acción musical, en las que se siguen determinadas normas. Lo mejor es que se pueden aplicar en cualquier tratamiento pues favorecen el desarrollo del pensamiento, la creatividad, la concentración y la memoria. También estimulan la coordinación motora, por lo que son perfectas para los niños que tienen problemas motrices.
Composición de canciones: Esta técnica fomenta la creatividad y la imaginación infantil. También estimula la asociación de palabras, el desarrollo del lenguaje y la memoria de evocación. Básicamente, el niño debe componer una canción cambiando una letra que ya conozca o creando una nueva melodía.
Tocar instrumentos: tocar un instrumento musical no solo requiere conocimiento sino también habilidades motoras, por lo que es un buen ejercicio para los niños que tienen alguna discapacidad física o problemas de coordinación. También es una excelente herramienta para desarrollar la capacidad auditiva y la memoria de fijación.
La musicoterapia en educación especial lo que se pretende es abordar la discapacidad, no como un problema, sino como una capacidad diferente. Por ejemplo, un terapeuta ocupacional se encargará de las Actividades de la Vida Diaria (AVD), como lavarse los dientes, vestirse o comer solo. El logopeda tratará de ayudarle en la correcta pronunciación de las palabras, así como su entonación. El fisioterapeuta lo ayudará físicamente en aquella parte del cuerpo que requiera atención. El musicoterapeuta va a trabajar sobre los aspectos lúdicos relacionados con el mundo emocional que más tarde derivarán en el complemento de los objetivos de otras áreas haciendo un abordaje interdisciplinario. Así pues, la actividad lúdica es el medio más productivo y placentero para la implementación del trabajo del musicoterapeuta que, por supuesto, se tendrá que planificar según la edad y los intereses particulares y/o del grupo de terapia.
Se comienza a utilizar cada vez más en centros de educación especial, por sus efectos positivos, produciendo relajación o acción, según los casos, y creando una atmósfera de alegría y confianza. Enriquece la vida y proporciona un conjunto estructurado en el que intervienen aspectos y componentes sensoriales, motores, emocionales y sociales.
Siguiendo el esquema de ritmo, melodía y armonía, se tratarán de realizar las actividades adecuadas en cada caso, pero éstas no sólo tendrán como objetivo la recuperación, sino también el reforzamiento de la autoestima y la personalidad, la socialización, la integración del esquema corporal, aprendizajes correctos de lectoescritura y conceptos fundamentales. La música abre canales de comunicación insospechados. Sólo hay que probar y observar los resultados. En cuanto al tipo de sesiones, éstas pueden ser individuales o grupales, teniendo en cuenta que si son grupales, lo ideal es que los componentes del grupo tengan cierta afinidad (edad y diagnóstico similar, preferentemente), aunque también en la diversidad se pueden conseguir adelantos, precisamente por la diferencia y la complementariedad, de la que todos aprendemos y nos enriquecemos.
Pudiendo permitir la mejora del ritmo respiratorio y cardíaco (la música actúa sobre el sistema neuromuscular). Desarrollar el sistema psicomotor (coordinación motriz y oculo-motriz, equilibrio, marcha, lateralidad, tonicidad, etc.). La integración y el desarrollo del esquema corporal, desarrollo sensorial y perceptivo (sensibilización a las vibraciones sonoras, percepción de elementos y parámetros musicales, creación de reflejos, dinamismo, etc.).Trabajar el sistema auditivo (despertar el interés por los ruidos, sonidos e instrumentos). Desarrollar habilidades de destrezas y medios de expresión (corporales, instrumentales, gráficos, espaciales, melódicos, etc.). Se puede dotar de unas vivencias musicales enriquecedoras que estimulen su actividad psíquica, física y emocional. La sensibilización a los valores estéticos de la música y sensibilización afectiva y emocional. Un acercamiento al mundo sonoro, estimulando intereses. Reforzamiento de la autoestima y personalidad mediante la autorrealización, lo cual conlleva a una mejora del mundo afectivo y emocional, creando sentimientos de aceptación, comunicación e integración del propio yo. Mejorar el desarrollo de la atención y observación de la realidad circundante, que le llevará a integrarla dentro de su propia experiencia e intereses. Mejora la integración y cohesión grupal, rehabilitar, socializar y reeducar a través de su participación activa o pasiva. Y mejora la integración escolar y social al adquirir nuevos cauces de comunicación y fomentar las relaciones sociales.
Para desarrollar un programa de tratamiento acorde con las necesidades del niño o adolescente es conveniente realizar una entrevista inicial con los padres o tutores y, si es posible, con los maestros o profesores. Igualmente se rellenará una ficha musicoterapéutica elaborada para este tratamiento y que será rellenada por padres y/o alumnos, dependiendo de la edad. Es una ficha a través de la cual pretendemos conocer su historia sonora, la modalidad de las relaciones vinculares, sus gustos musicales, sus capacidades y cualquier otro aspecto que pueda parecer importante. Con estas fichas realizamos de evaluación inicial, a través de la cual nos vamos marcando unos objetivos generales y específicos que irán variando y adaptándose en la implementación o realización de las sesiones de musicoterapia, propiamente dichas.
Los resultados no son homogéneos y dependen del diagnóstico y del grado del mismo. Evidentemente, no puede esperar la misma evolución ni adaptación a la música de un niño con ceguera a un niño con autismo, pero, en términos generales. Hay que tener en cuenta que muchos de los aspectos que se evalúan se escriben en la ficha de trabajo son los que tienen que ver con las áreas corporales, de comunicación, emocional y de capacidades cognitivas, además de la capacidad motora, la conexión, lo socioafectivo, los indicadores de la percepción auditiva, las sensaciones emocionales y todo lo sonoro musical. En realidad, cada musicoterapeuta, dependiendo de su estilo y del colectivo en el que trabaje, debe elaborar su propia ficha de programación y evaluación con los ítems que considere más oportunos para los aspectos que está trabajando.
El perfil de aplicación de esta metodología es para diferentes situaciones o perfiles de alumnos:
- Para personas con enfermedades psíquicas. A través de la musicoterapia se estimulan experiencias individuales y/o de grupo para la exploración de sus sentimientos y emociones, favoreciendo el conocimiento íntimo y el desarrollo de la autoestima.
- Para personas con discapacidad y/o trastornos del desarrollo (Síndrome de Down, Déficit de Atención, Hiperactividad, Trastorno del Espectro Autista, X-frágil, Síndrome de Rett, Trastornos en el lenguaje, Asperger y todo tipo de personas con necesidades educativas especiales).
- Para personas de edad avanzada –geriatría-. La musicoterapia trata de favorecer el recuerdo y el mantenimiento de la memoria (por ejemplo seleccionando música de su pasado), al tiempo que se trata de disminuir la agitación e incrementar la orientación en la realidad.
- Para personas con adicciones (drogodependencias). Para afrontar las barreras que estas personas mantienen durante el proceso de recuperación, la musicoterapia utiliza técnicas como audiciones, improvisaciones, ejercicios de creatividad musical, realización de canciones, etc., en grupo y/o individualmente.
- Personas con deficiencia mental. Con el fin de fomentar la autoestima, la comunicación y la socialización y facilitar el desarrollo cognoscitivo, se organizan grupos de creación/improvisación musical así como otras técnicas musicoterapéuticas.
- Para personas con discapacidades físicas. Las técnicas musicoterapéuticas en esta área tratan de incrementar la motivación y el interés por alcanzar metas de rehabilitación y prevenir la frustración.
- Para personas con enfermedades crónicas. Se proponen programas de audiciones musicales y sesiones de vibroacústica con el fin de disminuir tensiones, espasmos musculares y/o dolores a los pacientes y facilitar la relajación necesaria.
Como aportaciones de la musicoterapia en las aulas podemos tener:
- Como medio de expresión y de comunicación favorece el desarrollo emocional, mejora de un modo considerable las percepciones, la motricidad y la afectividad de la persona.
- Favorece la manifestación de tensiones, problemas, inquietudes, miedos, bloqueos, etc. actuando como alivio y disminuyendo la ansiedad.
- La música suscita a la actividad, moviendo a la acción aceptada, que conlleva goce y satisfacción tanto a nivel individual como grupal.
- Estimula nuestros receptores sensoriales propioceptivos, táctiles y auditivos.
- Se consigue mayor equilibrio psicofísico y emocional. Consigue que se establezca una comunicación a través del arte y ésta es más inmediata y profunda que la palabra.
- Modifica algunas respuestas psicofisiológicas que se registran en diferentes parámetros: ritmo cardíaco, amplitud respiratoria, reflejo psicogalvánico, etc.
- Fomenta la relación y socialización a través de la experimentación y ejecución conjunta.
- Mejora de un modo considerable las percepciones y la motricidad de los niños, así como su afectividad.
- Favorece la manifestación de tensiones, problemas, inquietudes, miedos, bloqueos, etc., actuando como alivio y disminuyendo la ansiedad.
- Suscita una actividad, mueve a la acción aceptada, que lleva a un goce y satisfacción tanto a nivel individual como grupal.
- Mayor equilibrio psicofísico y emocional.
- Las respuestas psicofisiológicas se registran en diferentes parámetros: encefalograma, reflejo psicogalvanico, ritmo cardiaco, amplitud respiratoria.
- Los estímulos rítmicos aumentan el rendimiento corporal. También aumentan el riego sanguíneo cerebral.
- Los niños más difíciles responden al estímulo musical más que a cualquier otra clase de estímulo.
Referencias
Benenzon, R.O. (1992) Manual de Musicoterapia. Barcelona. Edi: Paidós. Col. Educador
Bruscia, K.E. (1997). Definiendo Musicoterapia. Salamanca. Edi: Col Música, arte y proceso
Maribí Pereira. Psicóloga general sanitaria (21/10/2016). La musicoterapia aplicada a la educación. Recuperado en: https://www.isep.es/actualidad/la-musicoterapia-aplicada-a-la-educacion/
Jennifer Delgado. Especialista educación, salud. 13/10/15. Musicoterapia infantil: Sus técnicas y beneficios. Recuperado en: https://www.etapainfantil.com/musicoterapia-infantil
Aprende a pensar. (02/09/ 2013) La musicoterapia aplicada a la educación. Recuperado en: https://aprenderapensar.net/2013/09/20/la-musicoterapia-aplicada-a-la-educacion/
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Figuras
Serra Pla, Vicente (2020) Figura. Imagen de portada (montaje gráfico)
Vicente Serra Pla