La Arqueología en el Aula de Primaria: Descubriendo el pasado a través de talleres

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  1. Introducción

Antes de comenzar es necesario aclarar una serie de conceptos que son fundamentales para entender la materia y por lo tanto desarrollar la propuesta de trabajo que se fundamenta en una serie de talleres que queremos proponer para nuestros alumnos y alumnas que cursan la educación primaria.

Por un lado, la Arqueología, como campo de estudio y como ciencia, no debería limitarse solo a tratar de responder el dónde y cuándo de los hechos prehistóricos, debería ir más allá, es decir dar a conocer nuestro pasado de una manera exhaustiva y precisa, apoyándonos en testigos directos de esa realidad del pasado.

La arqueología es una herramienta de elevado interés para el estudio de la historia en la educación, tanto primaria y secundaria y podemos incluirla además en la educación no reglada. La enseñanza de la prehistoria en el sistema educativo obligatorio sí se incluye, aunque su lugar siga siendo marginal (Santacana & Hernández, 1999). Arqueología y educación deben de ir, por lo tanto, de la mano. Es fundamental acercar este patrimonio. Partiremos de objetos concretos, lo que nos dará la oportunidad de introducir al alumnado dentro de un programa de estrategias de indagación científica. Por así decirlo, le colocaremos “el traje de arqueólogo” y les invitaremos a investigar sobre nuestro pasado, sobre nuestros orígenes más remotos.

Lo acercaremos a una mejor comprensión de los hechos históricos y de esta forma los situaremos como verdaderos protagonistas de la labor investigadora. Si le preguntásemos a un niño o una niña sobre qué es la arqueología o que labor realizan los arqueólogos probablemente algunos no tengan ni la menor idea y un grupo muy reducido lo sitúen en las pirámides de Egipto e incluso alguno lo pueda relacionar con Indiana Jones, por ser lo más conocido y accesible para ellos, pero claro, esto no es lo correcto. Por lo tanto, debemos despojarlos de esos arquetipos para construir una nueva imagen justa y razonada de esta nueva ciencia para ellos y ellas.

Es necesario advertir que para aquel alumnado en educación primaria les son desconocidos los ejes cronológicos además de tener escasa o ninguna conciencia del pasado. Es la propia naturaleza de la historia la que nos impide que nuestros estudiantes puedan dibujarla de manera coherente, incluso dotarlo de un espacio lineal en el tiempo. Por este motivo, es necesario trabajar mediante herramientas manipulativas que acerquen al alumnado a la arqueología, y por lo tanto a la Historia, y convertirla así en algo concreto, tangible y visible.

A partir de los distintos restos materiales que les aportaremos en nuestros talleres, la ciencia arqueológica les permitirá acercar a nuestro público a la etapa histórica que pretendemos favoreciéndoles a que piensen de una forma metódica, sistemática y ordenada. Estos talleres promueven sobre todo a que combinen tanto la reflexión racional como la práctica empírica., es decir, nuestro objeto de estudio es ir más allá de la simple memorista de datos y hechos históricos concretos.

 

  1. El objetivo de los talleres arqueológicos

El objetivo de los talleres es desarrollar un conocimiento amplio y permitirles la comprensión de los distintos períodos históricos, así como fomentar el respeto por el patrimonio histórico y cultural desde el conocimiento.

Nos gustaría traer a colación una frase que nos muestra la importancia del conocimiento: “No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”. Frase muy acertada, que se le atribuye a Leonardo da Vinci entre otros.

Debemos considerar que dotar de estrategias que favorezcan el pensamiento crítico, así como una actitud activa y positiva hacia el conocimiento y el mundo que les rodea, siendo fundamental para sus vidas. No es solo conocer, sino valorar para transmitir y difundir a generaciones futuras lo que el pasado nos ha legado a nosotros. Estos “testigos directos” de la historia están en nuestras manos para poder comunicarlo de una forma correcta.

Para ello, a través de la Arqueología y de una manera dinámica y participativa, los alumnos y alumnas se acercarán a los diferentes periodos históricos y realizarán una reconstrucción e interpretación del pasado, como auténticos arqueólogos​.

 

  1. Propuesta de trabajo, objetivos y talleres

Los talleres que proponemos en este trabajo, son unos espacios educativos alternativos donde vamos a promover procesos instructivos de participación social para nuestro alumnado. Por así decirlo, los talleres se convierten en una especie de aulas de recursos con estrategias metodológicas operativas y fundamental para su formación.

En nuestra propuesta de trabajo presentaremos tres tipos de talleres que detallaremos a continuación. Estos se titulan “Taller del artista de la prehistoria”; “Taller del yacimiento de mi patio” y “Taller para comprender la periodización histórica”.

Estarán enfocados sobre nuestro patrimonio arqueológico porque es necesario que reconozcan lo que les rodea. Es interesante comprobar que cuando reconocen algo que han estudiado lo disfrutan y visualizan con un enfoque distinto. Es por ello que el uso de maquetas arqueológicas tiene como objetivo principal que el alumnado entienda sin dificultad cualquier tipo de resto arqueológico, de cualquier época y cultura. Lo estudiarán mientras disfrutan contemplando, tocando y montando las piezas que les mostraremos. Por lo tanto, este modelo de taller didáctico tiene una clara finalidad que no es otra que el conocer cómo éramos. Entre los objetivos que se trabajan en los talleres, destacan:

  • Respetar la integridad del alumnado, sus intereses y su ritmo de aprendizaje.
  • Desarrollar la sociabilidad, inculcar el respeto al otro, la tolerancia, la cooperación y solidaridad, a través de actitudes no agresivas e intentar la resolución de conflictos por medio del diálogo.
  • Mejorar las relaciones interpersonales a través de un mayor contacto entre iguales.

Por lo tanto, vamos a utilizar una metodología muy activa, con un fomento de la autonomía, y significación de los aprendizajes. Los criterios para la formación son personalizados, creando un desarrollo armónico e integral del aprendizaje activo, fomentando la interacción, el desarrollo de la creatividad y el sentido crítico. En los talleres es posible curiosear, probar una y otra vez, concentrarse, explorar, buscar soluciones, actuar con calma, sin la obsesión de obtener un resultado a toda costa ya que serán asistidos en todo momento por el guía de la actividad formativa.  A continuación, les presentamos los talleres. Hemos seleccionado tres a modo de ejemplos:

  • A. TALLER DEL ARTISTA DE LA PREHISTORIA

Para este primer taller hemos decidido utilizar técnicas milenarias. Lo que vamos a enseñar nuestros pequeños es a ser auténticos pintores de las cavernas. Para ello vamos a seguir los estilos de nuestras famosas cuevas (Altamira, Tito Bustillo. El Pendo, etc…). Vamos a utilizar distintas y diversas técnicas (pintura de manos, el trazado simple o el soplado) donde podrán recrear los paneles que han hecho destacar al pintor rupestre de la península Ibérica en el mundo internacional. De este modo pintaran animales prehistóricos como los bisontes y marcaran partes de su cuerpo con la pintura de manos.

Los materiales que utilizaremos son plantillas de pinturas rupestres conocidas, sacadas en color. Además del uso de distintos carboncillos y cartulinas de color marrón claro. Sobre las planchas de pizarra, piedras calizas planas o bolos cardíticos se marcará la imagen que se va a plasmar. Por las técnicas de piqueteado, rascado o incisión se marca en la piedra, realizando piezas similares o paneles como realizaron nuestros antepasados.Imagen 1. Foto tomada en el aula

Mientras realizamos la actividad podemos explicar las posiciones que tomaban estos artistas para realizar estas obras, ya que tienen que entender que estaban dentro de oscuras y angostas cuevas. A modo de ejemplo le mostramos dos muestras de obras realizadas por alumnos de 6º de primaria.

  • B. TALLER DEL YACIMIENTO DE MI PATIO

En el siguiente taller vamos a simular un yacimiento que, posteriormente, el alumnado acompañado del guía tendrá la labor de excavar. Es posible que no tengamos un arenero o un huerto en el entorno. Si esta actividad se realiza en un centro educativo es posible disponer de estos emplazamientos. Si no es así podemos disponer de cajas que llenaremos de arena, tierra o cualquier material similar. Si es posible y la profundidad de nuestro “yacimiento” nos lo permite, vamos a disponer de distintos estratos (proponemos tres, pero pueden ser mucho más) formados por tierras de distintas calidades como son la arcilla en polvo, la arena, la grava, tierra vegetal, etc. Se dispondrán en orden cronológico en capas superpuestas. Otra forma para representar los estratos es enterrar los objetos (o restos) en contiguas parcelas. Es importante aclararles que en un yacimiento real estos no se encuentran uno al lado del otro, sino unos sobre otros.

Es importante indicar que si la actividad se realiza utilizamos cajas con tapa en cada caja será rellenada con un material distinto. De esta forma si las apilamos formaremos estratos en capas. Podemos depositar distintos objetos de materiales diferentes que se pueden adquirir en las grandes superficies o incluso piezas en préstamos de las que disponen los museos y archivos arqueológicos. Lo idóneo es el uso de huesos, cerámicas, conchas, metales, etc. pero si no es posible y como último recurso, podemos trabajar con imágenes plastificadas.

Una vez que las piezas se encuentran bajo tierra, tenemos que medir el ancho y el largo del yacimiento. Luego lo dividiremos en cuadrículas, señalando los cuadrados con cuerdas y clavijas y posteriormente identificaremos cada uno de los objetos con una coordenada. Habrá que determinar la orientación de los puntos cardinales para pasar a fotografiar o dibujar nuestro yacimiento.

Este taller es posible hacerlo con edades más tempranas, pero les resultará más interesantes para alumnos de 4º o 5º de primaria ya que tienen un nivel mucho más madurado y pueden tener una mejor comprensión de la actividad.

 

  • C. TALLER PARA COMPRENDER LA PERIODIZACIÓN HISTÓRICA

Este taller resultará, en nuestra opinión, el más interesante de los tres propuestos, por la repercusión posterior que tendrá en nuestro alumnado en futuras etapas educativas.

Van a realizar una interpretación de las fuentes haciendo una clara distinción entre las primarias, las que vamos a utilizar, y las secundarias. Estas nos servirán para comprender la evolución histórica y poder establecer un necesario orden cronológico. Hay que advertir que podemos utilizar las cajas del taller anterior, introduciendo cajas con fuentes primarias de otros períodos.

Analizaremos todas las fuentes que les mostraremos y realizaremos una distinción entre las más antiguas y las más recientes, llegando a conclusiones sobre su evolución. Después pasaremos a apilar las cajas según el orden de los períodos históricos para designar y datar cada uno de ellos.

Les explicaremos mientras realizamos este taller el principio básico de la estratigrafía que no es otro que lo más reciente se encuentra en capas superiores y a medida que vayamos pasando a estratos inferiores encontraremos, por norma general, los restos más antiguos. Es necesario aclararles que en los yacimientos las capas no siempre se encuentran diferenciadas con claridad, ya que la estratigrafía del mismo puede haber sido modificada por causas naturales o antrópicas. Comprobaremos como relacionan sin ninguna dificultad los distintos períodos históricos.

Podemos utilizar distintos recursos, desde cartulinas para realizar murales, o los tan novedosos lapbook tan de moda entre las etapas de la educación primaria, como aparece en la imagen superior.

Estos talleres son fuentes básicas de información para poder aproximar a nuestro alumnado, así como interpretar desde un enfoque histórico los distintos objetos hallados y los períodos que conforman nuestra (pre)Historia.

Las líneas que hemos utilizado para la realización de estos talleres son plurales y abiertas. Nuestra finalidad es crear una red de información útil para la práctica docente sobre la didáctica en general, y sobre las ciencias sociales y concretamente la arqueología en particular.

Lo que se pretende es dotar de conocimientos, ideas, iniciativas y experiencias nuevas fomentando una actitud crítica e investigadora sobre la práctica educativa.

Todo se resume en nuestra frase “No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”. Y es así, es fundamental acercar al conocimiento de nuestro patrimonio para poderlo conservar, proteger y difundir a las generaciones futuras.

 

Referencias bibliográficas

A modo de referencias bibliográficas hemos utilizado revistas como Aula de Innovación educativa, así como Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia que nos han servido de inspiración para la realización de los talleres. Ambas revistas desarrollan una labor de tipo divulgativo entre el profesorado de educación sobre todo de la etapa de primaria. Destacan las siguientes:

  • BARDAVIO, A.; MAÑÉ, S. (2015): «Tocando la prehistoria». Aula de Innovación Educativa, núm. 240, pp. 28-32.
  • CARDONA, G.; FELIU, M. (2014): «Arqueología, vivencia y comprensión del pasado». Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, núm. 78, pp. 15-25.
  • HERNÁNDEZ, X.; CARDONA, G. (2015): «La historia en primaria. Problemas y perspectivas». Aula de Innovación Educativa, núm. 240, pp. 12-17.
  • SANTACANA, J.; HERNÁNDEZ, X. (1999): Enseñanza de la arqueología y la prehistoria. Lleida: Milenio.

Imagen 1: Fuente: fotografía tomada por el autor, 2024

 

Oliver Guillén Cano

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