1.- Introducción.
Se acercan los exámenes de la primera evaluación y luego vendrán los de la segunda y la tercera, más las pruebas para entrar en la Universidad y muchos alumnos no sabrán gestionar bien su tiempo. Y es que un día tiene veinticuatro horas, y a veces a un estudiante le parecen pocas horas cuando se acercan las pruebas que evalúan sus conocimientos, conllevando noches en vela, nervios, mucho estrés y más de uno cuadros de ansiedad. Tal vez todo esto se haya debido a que el estudiante no haya planificado muy bien su estudio a lo largo de todo el trimestre. Existe la falsa creencia por parte del alumnado que estudiar es sinónimo de memorizar, y más bien es todo lo contrario al ser un trabajo profesional y un arte que implica la dominación de unas destrezas, habilidades y técnicas, que se aprenden día a día y que permiten alcanzar un objetivo: el éxito académico, sea el curso académico que sea. Hoy en día existen diferentes aplicaciones móviles que se han creado para ayudar a los estudiantes a concentrarse en el estudio y a planificar y registrar sus horas de estudio para aumentar su productividad y conseguir con creces superar el curso y los exámenes, viendo asimismo ellos y sus progenitores a un golpe de clic cuántas horas diarias, semanales y mensuales han dedicado a cada materia del colegio o del instituto.
En los hábitos de estudio hay que establecer rutinas y técnicas para adquirir y aprovechar al máximo los conocimientos que se adquieren, pero las competencias de cada persona son diferentes de ahí que se debe combinar habilidades personales innatas con aquellas que se pueden fortalecer con el tiempo. El fin esencial que deben buscar las técnicas de estudio debe ser ante todo la formación integral de la persona, capacitándola para llevar una vida con plenitud, tanto a nivel individual como colectiva, una existencia activa, consciente. De ahí que los docentes tienen la obligación de inculcar en sus alumnos que estudiar no es desligarse de su vida como ellos creen alegando que es un rollo porque prefieren salir con sus amigos, estar jugando al fútbol o con los videojuegos…, sino que es una filosofía personal para conseguir un bienestar físico y psicológico. Lo que no puede ser es atiborrarse de uno de datos que son escupidos el día del examen y olvidados más salir por la puerta. Más bien el estudiante debe adquirir una buena formación mental que le ayude al alumno a interpretar la realidad, adquiriendo las características de flexibilidad, agilidad, capacidad crítica, creatividad, curiosidad y sensibilidad intelectual, capacidad para el análisis y síntesis y facilidad de lectura y expresión para que en el futuro le sea más fácil sus estudios universitarios, de formación profesional o tal vez unas oposiciones.
Hay la falsa creencia de que no es compatible el estudio con un móvil. Y es que habitualmente se habla de los riesgos que supone tener un smartphone o tablet cerca cuando está estudiando porque es un elemento de distracción llevando a muchos centros hay prohibirlos en la práctica docente, pero lo que nunca se ha dicho en los medios de comunicación y en el día a día del docente es que se puede convertir en un perfecto aliado en el estudio o en la metodología en el aula si uno lo utiliza adecuadamente.
2.- Una buena planificación del estudio.
Esa organización del estudio hará que el estudiante tenga un alivio psicológico, evitará malgastar el tiempo y estudiar más de lo necesario, permitirá la concentración, ayudará a crear el hábito del estudio y conseguirá uno estudiar lo justo en el tiempo justo. Ese horario personal debe ser estructurado semanalmente, debe tener en cuenta los tiempos de todas sus actividades, hay que hacer una escala de autovaloración de las materias según el grado de dificultad y el agrado hacia ellas, las asignaturas parecidas nunca deben estudiarse seguidas, dejar cada día un rato para el ocio, hacer ejercicio físico habitualmente, ser realista y ajustarse al ritmo de vida de cada uno y se debe tener siempre a mano. Este horario puede fracasar por la distracción, que puede ser interna (pensamientos) o externa (ruidos, familia, amigos…) y el hecho de no valorar como importante el horario, lo que conduce a su incumplimiento.
Las estrategias que se pueden llevar a cabo para el cumplimiento del horario son efectuar periodos más breves de estudio, pero manteniendo el nivel de horas establecido, tener las metas marcadas al máximo, intercalar más descansos, adecuar mejor el lugar de estudio, estudiar en las mejores horas para cada uno, controlar el pensamiento, hacer comprender a la familia y a los amigos la importancia de estudiar para que la respeten, acudir asiduamente a una biblioteca y, por último, hacer nuestro el lugar donde se trabaja.
Sea como sea, el estudiante tiene que cumplir estos pasos. El primero de ellos es organizar tiempos escogiendo el momento del día en el que uno se siente con más energías y más animado para estudiar, organizando también cuánto tiempo va a estudiar por materia. Acto seguido, debe procurarse definir metas a corto, mediano y largo plazo al estudiar donde los objetivos sean claros, realistas, medibles y comprobables. De nada sirve estudiar durante diez horas seguidas una noche antes del examen. El cuerpo y el cerebro se cansan y llega el momento en que el estudio no es significativo. Por eso es importante que en tus técnicas de estudio establezcas tiempos de descanso. Por ejemplo, por cada veinticinco minutos de estudio, puedes descansar cinco minutos. Esto ayuda a que tu cerebro recargue pilas y se le conoce como la técnica Pomodoro para estudiar.
3.- Los progresos en el estudio con las aplicaciones.
Como todos sabemos que el tiempo es oro, y el alumno debe marcarse un horario en el estudio, algo que se puede hacer con las aplicaciones Study Bunny y Forest. Así, el estudiante se encuentra con una cuenta atrás regulable en la aplicación gratuita Study Bunny, que consiste principalmente en vestir y alimentar a una mascota, como el título dice en inglés es un conejito. Para ello, uno debe dedicar horas de estudio para obtener los ítems de alimentación y vestimenta, y como no lo haga muy bien el animal sufrirá penurias en su alimentación. Con distintos colores, el usuario verá sus materias y en un gráfico de barras horizontal se mostrará su evolución y progresión en el estudio. Un progreso, que se refleja en el número de horas total, por días, semanas y meses que verá el alumno o también sus padres. Asimismo, el estudiante puede en la aplicación móvil indicar sus tareas y en el caso de distraerse con otras cosas o aplicaciones en el celular, el conejito le avisará que no está estudiando porque detecta que está perdiendo el tiempo con el móvil. Lo malo de la aplicación por decir algo es que el alumno también puede perder su preciado tiempo viendo anuncios para ganar más monedas para compras ítems para su conejo. En esta aplicación la gratuidad va acompañada de publicidad.
Otra de las aplicaciones móviles que tiene en cuenta tus horas de estudio es Forest, la cual con un temporizador de cuenta atrás, se elige y se modifica el tiempo de estudio, que se puede ver en como la anterior en un gráfico de barras diario, mensual y anual. Cada materia sería representada en el bosque con una especie de árboles, pero, no obstante, tiene pocas variedades en la versión gratuita que te obliga a ver publicidad como sucedía en Study Bunny. A diferencia de la anterior es que esta aplicación se puede convertir en una competición entre los alumnos por ver quién tiene más árboles, pero eso implicará que ha dedicado muchas horas de estudio y que están pagando la versión pro. Asimismo, el alumno no puede salirse de la aplicación, porque al volver a entrar en la aplicación el árbol puede estar muerto de ahí que exija estar conectado también a lo largo de la mañana cuando está en el centro escolar.
A estas dos aplicaciones de móvil se une Google Calendar, a la que accedes con una cuenta Google. Un calendario donde se organiza y planifica la vida estudiantil indicando los exámenes y bloqueando tiempo para estudiar la semana que viene. Además, el alumnado puede igualmente introducir recordatorios y marcar sus eventos al igual que sus objetivos. También estaría la aplicación Be Focused basada en la técnica de Pomodoro de estudiar veinticinco minutos y descansar cinco para recargar pilas. Con ella, el alumno puede planificar el tiempo que dedica a cada trabajo y dividirlo en intervalos de tiempo. Es una aplicación sencilla que te permite mantener la concentración y el foco durante un periodo de tiempo. Asimismo, puede visualizar en un gráfico el estudiante sus progresos para saber cuánto tiempo ha dedicado a cada tarea. Estas aplicaciones son unos ejemplos, pero en el mundo digital existen muchas más como Focus To-Do, FlowTimer, Asana o Smiling Mind.
4.- Curiosidad, subrayado y dudas.
Una vez establecido el tiempo de estudio y los objetivos con estas aplicaciones, viene lo que hay que hacer ante el libro o los apuntes delante. Un clásico de los hábitos de estudios con éxito es subrayar textos y resaltar visualmente la información más útil, porque cuando uno vuelva a retomar el estudio días o semanas después verá en un golpe de vista lo más relevante de la información sin necesidad de volver a leer todo otra vez. Luego viene el realizar mapas conceptuales para establecer diferencias y semejanzas de los temas vistos, o bien realizar diagramas o dibujos para estudiar visualmente.
Antes de memorizar la información, es necesario entenderla. Si solo se memoriza para repetirla en el examen no se logra un correcto aprendizaje porque a lo mejor los nervios le fallan a uno y se puede quedar en blanco o no le viene la palabra exacta. Ante cualquier duda, pregunta a tu profesor o a tus compañeros de clase, pero también hay foros y redes sociales que en el último momento te pueden resolver tus cuestiones porque para adquirir conocimientos hay que hacerse preguntas, y si a eso sumas explicárselos a otra persona o a ti mismo en casa, el éxito del estudio será mayor.
Por último, es necesario que la curiosidad por conocer conocimientos nuevos nunca se termine, de ahí que ante las dificultades de una materia ardua es hacerla que conecte con tus gustos buscando información o hacerla más comprensible llevándola a tu terreno de aficiones para que el aprendizaje sea algo más que información para salir del paso en un examen.
Existen malos hábitos de estudio en el alumnado que prefiere más de una vez procrastinar por eso es conveniente que el estudiante y sus padres identifiquen esos errores en su hábito porque disminuyen su calidad; luego que haga cambios progresivamente porque pueden ser rutinas adquiridas que están muy arraigadas, y por último, si es uno incapaz de eliminarlas siempre hay que pedir una ayuda externa para planificar el hábito de estudio, ya sea el orientador del centro escolar o el tutor que uno tiene.
5.- Conclusión.
En resumidas cuentas, un buen hábito de estudio marcará los éxitos o los fracasos de un alumno en su vida académica, que en pleno siglo XXI puede aliarse o no de las nuevas tecnologías para conseguir sus metas. El móvil y la tablet ya no son una distracción como muchos creen y pueden ser un perfecto aliciente para motivar al estudio con el uso de aplicaciones creadas para mejorar los hábitos del alumnado que ha nacido con las nuevas tecnologías y que gestionando bien estas aplicaciones consigue aprender a aprender.
Bibliografía.
GARCÍA SIMAL, ANA: “Técnicas de estudio: A aprender también se aprende”. Editorial San Pablo, Madrid, 2018.
MORENO RODRÍGUEZ, SERGIO: “Los 21 hábitos del estudiante efectivo: aprender a aprender”. Ediciones Paraninfo S. A., Madrid, 2019.
RUIZ MARTÍN, HÉCTOR: “¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza”. Editorial Graó, Barcelona, 2021.
Imágenes.
- Cameron, Julia (2020) Figura 1. Estudiante sentado ante su escritorio. Recuperado de: https://www.pexels.com/es-es/foto/escritorio-sentado-colegio-mesa-4144101/
- Figura 2. Captura de pantalla de la aplicación Study Bunny.
ROBERTO NÚÑEZ GUTIÉRREZ