1. Introducción
La preocupación por la salud infantil no es un fenómeno reciente, pero en las últimas décadas ha cobrado una relevancia creciente debido al aumento del sedentarismo, la obesidad y otros problemas derivados de estilos de vida poco saludables. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020), uno de cada tres niños en edad escolar no alcanza el nivel mínimo de actividad física recomendado, lo que conlleva consecuencias negativas para su desarrollo físico, emocional y social.
2. La infancia como etapa clave
La infancia constituye un periodo de alta plasticidad neuronal y de formación de hábitos duraderos (Ministerio de Sanidad, 2021). Los comportamientos aprendidos en esta etapa tienden a consolidarse y acompañar a la persona a lo largo de su vida. Por ello, la promoción de la salud y de hábitos activos desde edades tempranas es una inversión con retornos tanto individuales como colectivos.
Autores como Cañabate y Martínez (2018) subrayan que la educación para la salud debe entenderse como un proceso integral que no se limita a la transmisión de información, sino que busca capacitar al alumnado para tomar decisiones informadas, adoptar comportamientos saludables y mantenerlos en el tiempo.
2.1. Responsabilidad de la escuela
La escuela es, junto con la familia, el principal agente socializador en la infancia. Su papel en la educación para la salud está respaldado tanto por la normativa educativa como por evidencias científicas que confirman el impacto positivo de los programas escolares sobre la adquisición de hábitos activos (Sallis et al., 2012).
En España, la LOMLOE y los decretos autonómicos de currículo incluyen la educación para la salud como contenido transversal, especialmente a través del área de Educación Física, pero también integrada en Ciencias Naturales, tutoría y proyectos interdisciplinares.

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La escuela puede influir en la salud infantil de múltiples maneras:
- Proporcionando experiencias motrices variadas y seguras que despierten el gusto por la actividad física.
- Integrando contenidos de educación para la salud en todas las áreas curriculares.
- Creando entornos activos, como patios dinamizados, huertos escolares o actividades extracurriculares saludables.
- Fomentando la reflexión crítica sobre el uso del tiempo libre, la alimentación y el descanso.
Tal y como señalan Trudeau y Shephard (2008), la mejora del rendimiento académico no está reñida con el aumento de tiempo dedicado a la actividad física escolar, sino que esta puede contribuir a una mayor concentración, mejor comportamiento y rendimiento cognitivo.
2.2. Responsabilidad de la familia
La familia es el primer y más duradero entorno educativo. Las pautas, rutinas y actitudes que los niños observan en sus hogares condicionan de forma decisiva su relación con la salud y la actividad física (Gubbels et al., 2011).
Los padres y cuidadores pueden favorecer hábitos activos a través de:
- El modelado: ser ejemplos visibles de un estilo de vida activo y saludable.
- La organización del tiempo y el entorno: limitar las horas de pantalla, planificar actividades al aire libre, priorizar desplazamientos activos.
- El apoyo emocional y material: acompañar en actividades deportivas, facilitar recursos y espacios.
Sin embargo, la implicación familiar no siempre es fácil. Factores como el tiempo disponible, la formación en hábitos saludables o las condiciones socioeconómicas pueden limitar la capacidad de las familias para ofrecer un entorno activo. De ahí la importancia de que la escuela no solo eduque al alumnado, sino que también informe, forme y apoye a las familias.
3. Desafíos actuales
En el contexto actual, la promoción de la salud infantil se enfrenta a desafíos significativos:

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- Sedentarismo y pantallas: el tiempo frente a dispositivos electrónicos ha sustituido en gran medida al juego activo.
- Entornos urbanos poco favorecedores: falta de espacios seguros para el juego y el deporte.
- Incoherencia educativa: mensajes contradictorios entre lo aprendido en la escuela y las rutinas familiares.
- Desigualdad de oportunidades: la brecha socioeconómica condiciona el acceso a recursos y actividades saludables.
Según Tremblay et al. (2016), el entorno familiar y comunitario debe diseñarse de forma que favorezca la actividad física espontánea y estructurada, minimizando barreras logísticas y culturales.
4. Estrategias conjuntas escuela-familia
Para superar estos retos, es necesario establecer una alianza educativa sólida. Algunas estrategias efectivas incluyen:
- Programas de actividad física extraescolar inclusivos organizados por la escuela en colaboración con entidades locales.
- Escuelas de familias centradas en hábitos saludables, con sesiones prácticas y recursos adaptados.
- Eventos comunitarios activos: caminatas, juegos tradicionales, jornadas deportivas abiertas.
- Proyectos interdisciplinares: huertos escolares, programas de cocina saludable, retos de pasos o desplazamientos activos.
La literatura académica (Van Sluijs et al., 2007) muestra que las intervenciones que involucran a la familia y a la comunidad tienen un impacto más duradero en el comportamiento físico de los niños que aquellas centradas únicamente en el entorno escolar.
5. Hacia un modelo integral
La educación para la salud y la promoción de hábitos activos en la infancia no pueden depender de acciones aisladas o puntuales. Deben integrarse en un modelo integral de bienestar infantil que combine:
- Currículo escolar adaptado.
- Formación y apoyo a familias.
- Implicación comunitaria.
- Políticas públicas que favorezcan entornos saludables.
En este sentido, el marco propuesto por la OMS (2016) sobre “Escuelas Promotoras de Salud” constituye una referencia valiosa para desarrollar programas sostenibles y contextualizados.
6. Conclusión
La construcción de una infancia activa y saludable es una tarea colectiva que requiere la implicación coordinada de escuela y familia. Ambas comparten la responsabilidad de generar contextos y experiencias que favorezcan la adopción de hábitos saludables desde edades tempranas. La evidencia científica respalda la eficacia de intervenciones conjuntas, interdisciplinares y sostenidas en el tiempo para reducir el sedentarismo y fomentar el bienestar integral.
En un contexto donde el sedentarismo y la obesidad infantil representan retos de salud pública, la apuesta por una educación para la salud integral y por hábitos activos no es opcional: es una inversión estratégica para el presente y el futuro de la sociedad.
Bibliografía
- Cañabate, D., & Martínez, S. (2018). La educación para la salud en la escuela: perspectivas y retos. Revista de Educación y Salud, 2(1), 45-59.
- Gubbels, J. S., Van Kann, D. H. H., & Jansen, M. W. J. (2011). Parental influences on children’s dietary behavior and physical activity. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 8(1), 1-13. https://doi.org/10.1186/1479-5868-8-26
- Ministerio de Sanidad. (2021). Estrategia de promoción de la salud y prevención en el SNS. Gobierno de España.
- Organización Mundial de la Salud. (2016). Global school health initiatives: Achieving health and education outcomes. OMS.
- Organización Mundial de la Salud. (2020). Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age. OMS.
- Sallis, J. F., et al. (2012). Role of built environments in physical activity, obesity, and cardiovascular disease. Circulation, 125(5), 729-737. https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.110.969022
- Tremblay, M. S., et al. (2016). Physical activity of children: A global matrix of grades comparing 15 countries. Journal of Physical Activity and Health, 13(11 Suppl 2), S125–S145.
- Trudeau, F., & Shephard, R. J. (2008). Physical education, school physical activity, school sports and academic performance. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 5(1), 1-12. https://doi.org/10.1186/1479-5868-5-10
- Van Sluijs, E. M. F., McMinn, A. M., & Griffin, S. J. (2007). Effectiveness of interventions to promote physical activity in children and adolescents: Systematic review of controlled trials. BMJ, 335(7622), 703. https://doi.org/10.1136/bmj.39320.843947.BE
Imágenes
- Canva. (2025). Ilustración de aula sobre hábitos saludables y actividad física (Imagen 1). https://www.canva.com
- Canva. (2025). Ilustración de familia sobre hábitos saludables y actividad física (Imagen 2). https://www.canva.com
Pedro Antonio García Serrano