Pautas para cuidar la voz de los docentes
En alguna ocasión ¿os habéis quedado sin voz?, yo he vivido esa desagradable experiencia, y puedo afirmar que es realmente frustrante querer hablar y no poder. No solemos valorar lo importante que es la voz hasta que un día, nos quedamos afónicos. Es entonces, cuando la imposibilidad de comunicarnos con la voz nos desespera.
La voz es la herramienta laboral de cualquier docente y un recurso metodológico que hay que cuidar ya que sin ella resulta complicado comunicar los conocimientos en el aula. Los profesores nos pasamos el día hablando frente a aulas/auditorios llenos de alumnos donde la acústica no suele ser la más adecuada, ambientes secos, clases frías o ruidos externos… La función docente no consiste solamente en la explicación, sino en entablar diálogo con los alumnos, comprobar que se ha entendido y en caso de que no sea así que se vuelva a iniciar de nuevo el razonamiento.
La Sociedad Española de Otorrinolaringología advierte que existen más de dos millones de personas que sufren trastornos de la voz y la mayor parte de ellas son profesionales dedicados a la docencia. Según las estadísticas en torno al 22% sufren molestias y problemas relacionados con el uso de la voz y, según el Servicio de Salud de la Universitat de Lleida existe una patología concreta derivada de la actividad docente: es la llamada disfonía del profesor y suele deberse al esfuerzo y al abuso vocal. Este tipo de afecciones provocan la segunda causa más frecuente de baja laboral.
La prevención es la mejor manera de evitar problemas vocales. Por ello, realizamos a continuación un pequeño listado con recomendaciones, buenas prácticas de uso de la voz y aspectos que se deben evitar:
A nivel personal:
- Las pausas entre clases resultan muy beneficiosas ya que los músculos descansan y permiten que los órganos fonatorios se relajen y funcionen mejor.
- Mantener una postura corporal correcta: espalda, hombros y caderas bien alineados. De esta forma emitiremos la voz sin realizar un sobreesfuerzo.
- Respirar por la nariz y no por la boca pues así evitamos la entrada de aire frío y supone una menor fatiga para la fonación.
(Imágenes tomadas de: https://antischnarchmeister.de/bewertung-anti-schnarch-nasenspreizer/)
- Mantener limpias las fosas nasales.
- Evitar consumir caramelos mentolados ya que, al contrario de lo que se piensa, resecan nuestras cuerdas vocales que necesitan estar hidratadas. Otro tipo de caramelos como: miel, limón o regaliz nos resecan menos la garganta debido a que al ser ácidos, nos ayudan a segregar mucha más saliva y nuestra voz lo agradecerá.
- No forzar la voz por encima del nivel de ruido-ambiente.
- Intentar evitar el estrés ya que este hace que tensiones partes del cuello que después pueden afectar a tus cuerdas vocales.
- Beber abundantes líquidos. Las cuerdas vocales necesitan estar bien lubricadas con una delgada capa de mucosidad para poder vibrar de forma eficiente. Los líquidos (agua o zumos) deben estar a temperatura ambiente. No se recomiendan las bebidas excesivamente frías.
- Evitar hablar demasiado o cantar cuando tu voz esté dañada; son muy desaconsejables los abusos fonatorios o una utilización defectuosa del instrumento vocal.
- No hablar mientras se esté escribiendo en el encerado o mientras se está borrando.
- Al salir del trabajo evitar abusar de la voz.
- Moverse por la sala de forma relajada mientras se imparta la clase para que la voz pueda fluir libremente.
- Aprender técnicas de manejo de voz como, por ejemplo, la economía vocal, es decir, aprender a usar menos palabras explicándose mejor.
- No usar la voz durante demasiado tiempo y/o a gran volumen.
- Buscar recursos para no forzar la voz y captar la atención de los alumnos: callarse, dirigirse a un lugar concreto del aula, hacer un sonido a una frecuencia muy distinta a la que utilizan los alumnos, etc.
- Realizar ejercicios sencillos para el cuidado de la voz. En internet se pueden consultar varias web, como por ejemplo: http://voz-docente.blogspot.com.es/2008/06/ejercicios-faciles-para-el-cuidado-de.html.
A nivel de estructuras y elementos del aula:
- No utilizar la tiza cuadrada que suelta mucho polvo y sustituirla por rotuladores sobre pizarra blanca.
- Controlar los ambientes con aires acondicionados (reseca las cuerdas vocales y las enfría) o con calefacción muy fuerte (se reseca el ambiente y provoca una falta de hidratación a las cuerdas vocales).
- Utilizar micrófonos en aulas grandes, así como otros medios tecnológicos como proyectores de transparencias, vídeos, ordenadores… para evitar hablar todo el rato.
- Humidificación del ambiente para compensar la sequedad ambiental. Un remedio casero y económico es colocar recipientes con agua en las ventanas y radiadores. Por ejemplo, la parte inferior de una botella de plástico o esponjas húmedas.
- Los profesores de Educación Física pueden usar gestos o monosílabos que sirvan de consignas predeterminadas para los alumnos. Cuando tengan que dar explicaciones más largas, colocar a los alumnos muy cerca y en semicírculo.
Estas recomendaciones y buenas prácticas ayudarán en el uso correcto de nuestra técnica vocal. Es mucho lo que a nivel personal podemos aportar para cuidar nuestra voz, es una labor a la que no estamos acostumbrados, pero no por ello se debe ignorar su importancia.
FUENTES CONSULTADAS
- Web de la Sociedad Española de Otorrinolaringología: http://seorl.net/
- Web Universitat de Lleida: http://www.udl.es/ca/
- Web para realizar ejercicios sencillos para el cuidado de la voz: http://voz-docente.blogspot.com.es/2008/06/ejercicios-faciles-para-el-cuidado-de.html.
Lorena Ramos Martín