La FP, esa gran olvidada. Realidad pasada,  presente y futura de los ciclos formativos

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Durante las sesiones de evaluación en las que se debate sobre el futuro de nuestros estudiantes, en ocasiones, algún docente expresa su opinión en términos tales como “son carne de Formación Profesional”, “su única salida son los ciclos”, ….. Ante dichos comentarios de todo punto peyorativos y como alumno de FP que fui no puedo por menos que sentirme ofendido.

Muchos profesores que hoy día compartimos mesa de reuniones de fin de trimestre con bachilleres ya licenciados provenimos de la formación profesional que complementaba estudios de E.G.B o bien de los actuales ciclos formativos. Variadas son las causas que nos impulsaron a seguir este tipo de estudios, como lo es actualmente en estos tiempos de crisis y recuperación económica para nuestros alumnos. En todo caso conviene recalcar que estudiar FP no descarta las posibilidades de continuar estudios en la universidad ni caer en errores como que los centros que desarrollan estas actividades formativas sean “cajones desastre” de nuestro sistema educativo.

En los años previos a la ruptura de la burbuja inmobiliaria, muchos eran los estudiantes que abandonaban la ESO y el bachillerato para abrazarse a sueldos desorbitados en la construcción y todos los oficios relacionados con la misma. Se utilizaban contactos familiares, empresas de conocidos y agencias de contratación temporal para acceder a este mercado al alza. Tal era la demanda de mano de obra que llegó a no importar la experiencia o siquiera tener del todo en cuenta la seguridad en el tajo.

Con el estallido de la crisis financiera originada en Estados Unidos y que, rápidamente se extendió por todo el mundo, en nuestro país pasamos de un ritmo de construcción de 1 millón de casas al año al nivel de casi cero. Como es sabido, esto originó una rápida aceleración de los niveles de desempleo en oficios como electricista, fontanero, albañil, etc, la ruina para muchas familias que se habían endeudado de forma desmedida gracias a sus sueldos inflados por la burbuja y una desaparición sin precedentes de empresas y negocios.

En este entorno, aquellos ex alumnos que ni siquiera contaban en muchos casos con la titulación de la ESO, volvieron sus miradas hacia los institutos y encontraron en la formación profesional una posible tabla de salvación. Como  nadie creía entonces que la crisis se prolongaría demasiado en el tiempo , la preocupación ahora sería legalizar con títulos sus oficios para tener más posibilidades en una hipotética vuelta de las “vacas gordas”.

Los ciclos formativos se vieron superados por la demanda y se produjo la paradójica situación de que llegaron a convertirse en la estrella de la educación con largas listas de espera y la reinvención de los Institutos para adaptarse al mercado laboral.

Así pues, ciclos tradicionales como electrónica pasaron a llamarse Sistemas de Telecomunicaciones o administrativo se convirtió en Asistencia a la Dirección, emulando de alguna forma a los grados universitarios.

Además, ya hace más de una década que la Formación Profesional incluye en su último trimestre prácticas en empresas, las cuales, más tarde,  tienen la opción de contratar a los alumnos al terminar las mismas lo que, además de la incentivación estatal, ahorra costes en selección y capacitación.

 

 

En los años 80, el acceso al mundo profesional no era tan directo pero cierto es que muchos profesores, con bastante implicación y contactos empresariales, conseguían tasas altas de contratación para los alumnos que demostraban más talento y esfuerzo en sus clases.

También hay que considerar que a principios de los 90 aún existía algo de fabricación en nuestro país y  la necesidad de mano de obra en líneas de montaje, instalaciones y pruebas de equipos electrónicos, automoción, electrodomésticos, etc ofrecía un gran número de puestos de trabajo a estudiantes del primer y segundo grado de FP.

En los últimos años los datos de la Comunidad de Madrid que hemos recabado nos muestran una alta contratación de alumnos procedentes de los ciclos formativos. En las siguientes tablas se muestran por familia profesional los porcentajes de empleo en el primer año para el grado medio y el superior.

La muestra es de 33.540 alumnos. Alumnos de Grado Medio 12.400 y alumnos de Grado superior son 21.100.  La muestra se graduó en los años 2013-14 y 2014-15.

Avanzando en el tiempo presentamos los datos de ciclos más demandados este curso (2017-2018) en la zona sur de Madrid;

  • Animación de Actividades Físicas y Deportivas: IES Los Castillos, Jimena Menéndez Pidal, Laguna de Joatzel, Luis Vives, Felipe Trigo.
  • Imagen para el Diagnostico: San Juan de Dios. – Higiene Bucodental :Villa de Valdemoro. – Prótesis Dental: Salvador Allende.
  • Educación Infantil: Felipe Trigo, Jimena Menéndez Pidal, Julio Verne , Alarnes – Dirección de Cocina: Alpajes como la Simone Ortega. – Laboratorio Clínico y Biomédico: Prado Santo Domingo, Siglo XXI y Benjamín Rúa.
  • Desarrollo de aplicaciones multiplataforma: El Cañaveral, E.T. Galván y Jovellanos.
  • Automoción: Luis Vives y Felipe Trigo.
  • También muy demandadas Administración de Sistemas Informáticos en Red y en menor medida Desarrollo de Aplicaciones Web.

 

Desde luego y a la vista de los datos oficiales, el futuro laboral de miles de estudiantes pasa por los ciclos formativos en cualquiera de sus tres modalidades; dual, presencial y a distancia.

La modalidad presencial es más demandada que la dual. No obstante, existe una mayor inserción laboral en alumnos cuya modalidad ha sido la dual.

«Los empresarios son los verdaderos responsables del empleo«, declara Daniel Restrepo, director del área de acción social de Fundación Mapfre, que añade: «La universidad no es mejor ni peor que la FP. La formación en la primera es más dilatada, predominando contenidos teóricos, sin embargo, en la segunda se adecúa más a los fines que persigue, estando más enfocada a la práctica de los alumnos y su empleabilidad”.

Atendamos ahora a la opinión de los protagonistas, alumnos, profesionales procedentes de la FP, profesores y equipos directivos. En una encuesta realizada en algunos centros de la zona sur que cuentan con ciclos formativos aparte de bachillerato y ESO obtenemos datos reveladores sobre el sentir general de esta oferta educativa.

Grado medio

El 40% de los estudiantes asegura que estos estudios se adecuaban más a su perfil.

El 27% continuaron su trayectoria en los ciclos pensando en las salidas laborales y el 17% por temas vocacionales.

El 90% de los encuestados eligieron su especialidad acorde a sus gustos personales.

Por otro lado el 67% de los encuestados piensan complementar con un grado superior sus estudios y el 30 % ya piensan en la vía laboral.

Al preguntarles sobre los módulos o asignaturas más interesantes y en línea con la opinión de los directores de centros entrevistados, los alumnos optan por aquellos más prácticos y relacionados con su especialidad pero también critican algunos de ellos.

El 63% de los alumnos piden más medios al gobierno, como conexión a red y ordenadores nuevos y también en un porcentaje inferior una mayor actualización de conocimientos del profesorado así como adecuar las materias a las nuevas tendencias.

Asimismo el 60% vería con buenos ojos la formación profesional bilingüe.

Grado superior

En este nivel los resultados difieren de los anteriores en cierta medida.

Los alumnos entrevistados en este nivel escogieron estos estudios en un 31% de los encuestados por las salidas que les ofrecía y en un 29%  por continuar estudiando.

Un 13,3% lo hizo porque no pudo elegir lo que quiso en un principio.

En cuanto a la especialidad en un 67% fue elegida porque era lo que les gustaba.

El 51% piensa en trabajar como alternativa después de estos ciclos y el 11% optarían por la universidad en consonancia con lo que nos dicen los profesores quienes según su experiencia entre el 10-15% continúan por la vía universitaria.

En todo caso el 38% de los encuestados piensa en seguir estudiando ya sea otros ciclos o universidad y un 13,3% apuntan al camino de las oposiciones, sobre todo en los ciclos de las actividades físicas.

Hasta casi el 82% contempla compaginar estudios con trabajos si tuviesen dicha oportunidad. Como vemos el porcentaje se dispara en comparación con los ciclos de grado medio en este sentido.

La actitud de los alumnos se ve distinta a ESO y Bachiller en casi el 85% también en modo parecido a como los profesores encuestados la perciben ya sea por madurez, actitud hacia el trabajo o bien por disciplina.

En estas edades (entre los 20 años y aumentando a medida que se integran alumnos provenientes del mundo laboral) pedirían al gobierno más fondos y ayudas y la revisión de los contenidos de ciertas asignaturas que mencionan como con poco contenido aparte del ya visto en el grado medio o en primero del grado superior.

También ven con buenos ojos la FP bilingüe hasta en un 82% de la cantidad de personas que se sometieron al estudio.

 

Ex alumnos de la FP

En otro estudio realizado con personas que estudiaron formación profesional o ya más recientemente ciclos formativos y que ahora se encuentran trabajando, hemos recabado algunas informaciones que pueden ser muy útiles en nuestro entorno educativo.

El 43% de los encuestados eligieron estos estudios por la posibilidad de conseguir un título de forma rápida mientras que inicialmente sólo el 14,2% lo hizo de forma vocacional.

Al preguntarles si estaban contentos con sus decisiones de entonces casi el 86 % asienten y hasta el 75% volverían a elegir los mismos estudios y especialidades.

Después de la FP el 43% se puso a trabajar y el 75% siguieron sus estudios por la vía universitaria terminando hasta el 78% de ellos, si bien algunos lo compaginaron con los trabajos a los que accedieron merced a la FP. Comprobamos así que los “desheredados de los estudios” si tenían potencial capacidad para enfrentarlos con éxito.

Si hablamos de las remuneraciones, tenemos sueldos brutos anuales que oscilan entre los 19500 euros para los más jóvenes recién licenciados y hasta 70.000 € para aquellos que tienen una media de 50 años con estudios universitarios y cierta proyección. La media se sitúa en unos 35000 euros en sectores como informática, telecomunicaciones, enseñanza o medicina.

En general podemos concluir que los ciclos formativos son una oferta muy válida para nuestros jóvenes, ya sea porque tienen dificultades con los estudios tradicionales de bachillerato, porque su economía doméstica no les permite otra vía o bien porque vocacionalmente les atrae más en un principio este campo algo más práctico que la universidad. Además, actualmente las facilidades que esta opción ofrece con sus prácticas en empresas la convierten en una magnifica pasarela para el acceso al mercado laboral y por otro lado crean la curiosidad e inquietud por seguir ampliando conocimientos en las facultades.

Referencias y bibliografía

  • Estudio inserción laboral regresados FP de la CAM (SERVICIO PÚBLICO DE EMPLEO)
  • ORDEN 2510/2013, de 1 de agosto, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, por la que se regula el procedimiento de admisión de alumnos en centros sostenidos con fondos públicos para cursar Formación Profesional de grado superior.
  • Encuestas a alumnos, profesores, equipos directivos y ex alumnos FP.
  • http://www.sepe.es/indiceTitulaciones/indiceTitulaciones.do?tipo=fp&idioma=es
  • http://www.madrid.org/fp/
  • Los titulados de FP más demandados por las empresas. (Eva Ramirez 18-1-18 El economista.es)

 

ALVARO CABRERO VILLAJOS

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