La comunicación no verbal de los alumnos en el aula

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Resumen

Muchas veces bien por intuición o bien por patrones basados en la experiencia como docentes, podemos leer algunas de las conductas más usuales de los alumnos dentro del aula. En el presente artículo veremos cómo aplicamos las técnicas de comunicación no verbal sobre las posturas de los alumnos más usuales, siempre con la experiencia y con el posterior estudio de diferentes cursos y años.


Hemos leído u oído mucho sobre el lenguaje de gestos o mejor dicho, la comunicación no verbal. Este articulo lo quiero enfocar sobre todo hacia la actitud o posturas del alumnado en el aula. Para saber o entender muchas posturas que a nosotros se nos podían escapar hasta el momento no las sabemos leer o identificar.

El cuerpo humano se puede clasificar como “mecanismo nervioso” con lo cual ante cualquier  pensamiento tenemos unos gestos involuntarios  que nos hace responder de forma instintiva o automática por el teorema causa-efecto. Muchos son los detectives. Policías. Abogados. Criminólogos o jueces que introducen la lectura corporal de los gestos en sus decisiones o diagnósticos. Con el fin de determinar una información que se está intentando ocultar por cualquier miedo o motivo.

Existen numerosos estudios en que determinan que el lenguaje no verbal llega a ser hasta un 93% de la comunicación entre dos o más personas. Bien por instinto o por reacciones, nosotros podemos determinar si empatizamos con una persona o le confesamos un secreto. Permitiendo entender mejor las palabras mediante “simples” gestos de asco, alegría, tristeza, ira, sorpresa, miedo y desprecio que son universales.

Podemos clasificar los gestos en:

Emblemáticos: Son gestos que claramente están dentro de nuestra comunicación diaria. Por ejemplo; el puño cerrado con el pulgar hacia arriba indicando algo positivo u O.K.

– Reguladores: Se emplean para regular la conversación, bien sea para pedir permiso, para cerrar/abrir un comentario o incluso la descripción de la magnitud de un elemento que estamos describiendo.

– Ilustradores: Muchas veces estos gestos suplantan incluso palabras, este tipo de gestos son muy comunes cuando se discute (por ejemplo: Haciendo callar a otra persona cerrando una cremallera o poniéndose el dedo sobre ambos labios).

– Emotivos o de afecto: Hay gente más expresiva que otras personas, pero aunque sea un mínimo de coincidencia, todos expresamos las emociones o actos comprensivos de símiles formas (alegría, miedo, ansiedad, frio, calor, etc)

– Adaptación: Son gestos utilizados para manejar las emociones que no queremos expresar. Se utilizan cuando nuestra estado de ánimo es incompatible con la situación interaccional particular, de forma que tenemos no podemos expresar nuestras emociones reales directamente con la intensidad con la que realmente las sentimos. Ante esta situación se produce un situación incómoda, que necesitamos controlar, y es cuando aparece el gesto como una forma de adaptarnos a esa situación. Por ejemplo: Pasarse los dedos por el cuello de la camisa cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la situación, o cepillarnos el pelo cuando nos sentimos nerviosos.

Siendo estos últimos los que vamos a ver en el presente artículo, siempre enfocándolo al comportamiento común de los alumnos, basándome en la experiencia docente o trato de alumnos. Ya que podrían verse alterados estos comportamientos en función de la raza o etnia de cada alumnado.

Vamos a ver alguna postura corporal del alumnado, acciones o pequeños tics que tienen sobre un pupitre y luego con el contacto visual veremos la posición de la mirada, que aunque ya sea muy conocido veo interesante para reforzar.

Cuando hay un desacuerdo u otra opinión diferente entre profesor y alumno, éste puede manifestar su inconformidad, como si se sacudiera el polvo imaginario o buscando pelusilla/pelos, para sonsacar la información real, se debería de ganar la confianza del alumno antes de que este se bloquee, ya que si no dice lo que piensa es porque solo la expresa desde su interior. Sería una buena idea de ponerle retos o metas más altas. Este diagnóstico también se detecta con el brazo por la espalda, a los riñones o rascándose la clavícula o incluso también en posición de “botijo” donde podría manifestar los mismo pensamientos.

Un alumno/a inseguro/a puede manifestarlo cubriéndose la zona de los genitales, sobre todo en situaciones en que haya gente desconocida para ellos. Así como también sería un gesto de reverencia o respeto, cuando se habla delante de personas superiores como docentes o cuando hay una multitud de personas.

Un gesto de autoprotección muy común y que muchos ya conocemos es cruzar  piernas y/o  brazos, para cerrarse en una situación de confort donde se siente la persona protegida, si los brazos se cruzan y a la vez se esconden las manos por debajo y únicamente dejan entre ver las muñecas, denotan sobre este síntoma una  autoprotección, por el contra, si vemos que se ven las manos menos los pulgares, y se aferran a los brazos (ocultos), denotan inseguridades, otro ejemplo sería como si “abrazasen” un libro o una carpeta a modo de escudo, dejarían entrever que  escondiéndose a un objeto por inseguridades o miedos, en estos casos debemos de darles u ofrecerles nuestra confianza y de esta forma se sientan cómodos y se abran a la interlocución, transmitiendo una mejor tranquilidad y serenidad.

Se podemos detectar o apreciar que la palma de la mano hacia abajo, deberíamos leer entre líneas una sinceridad en su exposición o que quieren apaciguar a un compañero o profesor ante una disputa o situación con cierta tensión. Podría interpretarse como una ocultación, autoridad, dependiendo del contexto.

Cuando un alumno se pone las manos a la o sobre la cabeza se pueden producir por varias causas a causa que está cerca del cerebro. Podrían buscar un recuerdo o algún tipo de información, también se  pueden manifestar ciertos picores inesperados y no casuales (los picores son la respuesta fisiológica adaptativa a la dilatación de los vasos sanguíneos de músculos que escapan a nuestro control emocional. Las normas cívicas les obligan a guardarse información o formas.

Otro ejemplo de las manos a la cabeza es cuando se les hace una pregunta sobre un trabajo o algo que no se acuerdan y se ponen la mano en la cabeza o también como acto de reflejo en la  frente, dando a  entender la gran molestia que le causa por  haberse olvidado. De esta forma lo  interpretan para que el docente entienda la  molestia ocasionada. De ser una molestia real, se realiza un pequeño golpe en la frente como si de un castigo se tratase.

Las manos sobre cara pueden interpretar muchísimas acciones involuntarias. En el aula podemos interpretar los algunos de los casos siguientes en los que hayamos podido observar, como pueden ser:

La primera imagen: Con el dedo que señala la oreja o con la mano hacia delante se hace “cuevecita”, se interpreta como que esta atento y centrado a la explicación que están recibiendo desde el exterior.

La segunda fotográfica: Tapándose la boca con las manos, puede indicar que tiene alguna cosa en que está en desfavor, pero que no quiere manifestarlo por cualquier motivo. De apoyar la cabeza con la palma de las manos, indica que tiene un interés tan grande que va más allá del contexto.

– La tercera imagen: Es una mezcla de ambas. Se pone la mano delante de la boca cuando tiene un cierto interés pero, tienen un pensamiento interno que lo puede debatir o contradecir pero no lo quieren manifestar.

Tocarse la nariz, puede ser una acción donde puede llevar a una confusión, ya que puede tener gran número de a causa de pequeñas reacciones en la nariz que se les obligue a llevarse la mano o el dedo, la principal causa y la más conocida es la mentira, cuando una persona va a decir  una mentira ya la han o dicho e incluso cuando la han escuchado y saben que es otra cosa pero por respeto, compasión o miedo no se manifiesta. Existen diferentes toques de nariz, viniendo desde un simple toque, pasando por una caricia, hasta un rascado de desquiciado. Ya lo dice el dicho que: “si se cuentan mentiras, te crecerá la nariz”. En cierta forma sí, de ahí los picores. Porque se activan los vasos sanguíneos, produciendo esas cosquillas maliciosas que obligan a realizar estos actos de reflejo.

El tocarse la oreja o concretamente el lóbulo, se puede interpretar que está informando del agrado o conformidad de lo  que están oyendo o que hayan escuchado. De tocarse la zona media, pueden indicar desinterés por el tema que se está impartiendo o abordando, si se toca o frota la parte superior de la oreja, denotan un conflicto de sus pensamientos de lo que se está escuchando.

La nariz, la boca y la oreja, vienen de estímulos infantiles cuando se les indicaba lo que debían oír, decir o atender. Por el paso del tiempo estos tics se han ido puliendo un poco, siendo instintivos y difíciles de paliar o alterar.

Cuando se está llamando la atención a algún alumno y este sabe que no tiene la razón, suele agachar la mirada e incluso la cabeza, manifestando una sumisión considerable  o una responsabilidad de un suceso desfavorable.

Como íbamos avanzando al inicio del artículo de comunicación no verbal en los alumnos. Los ojos hablan por sí solos, cuando se le dirige a un alumno y tiene una mirada como la primera imagen, indica una mirada central, de atención y sin distracciones.

Cuando los ojos se mueven tenemos que tener una cosa muy clara antes de diagnosticar cualquier prejuicio. Es saber si el alumno es zurdo o diestro. Ya que gran mayoría de los estudios están realizado para los diestros. Siendo la posición de los ojos a la inversa para los zurdos, ya que los zurdos utilizan el hemisferio opuesto al de los diestros.

La segunda imagen busca una imagen en fase de construcción dentro de la imaginación, pudiendo ser una clara mentira cuando se le pregunta por el color de su bicicleta. Si antes de responder realiza este gesto en los ojos y te responde que es roja, determinaremos que es inventado.

La tercera imagen es opuesta a la segunda. Sería cuando preguntamos por el color es un oso polar y el alumno está buscando las imágenes en su interior hasta visualizar en su interior un oso polar.

La cuarta imagen seria cuando le preguntamos por el sonido de algo que se está imaginando. Por ejemplo; traducir la letra de una canción  de un idioma que desconoce y quiere intuir el sonido.

La quinta fotografía es cuando le pedimos al alumno diestro que sensación tendría si pudiese volar por sí solo. Al no haber registro de esta información él haría acopio de una mezcla de sensaciones en conjunto con parámetros recogidos o imaginados.

La sexta imagen es la opuesta a la cuarta. Sería cuando se le pregunta al alumnado cuál es su canción favorita. Durante unos segundos, el buscaría en sus recuerdos su melodía preferida antes de ser reproducida por su boca.

La séptima ilustración, hace referencia a la búsqueda de sensaciones almacenadas, como saber el gusto de un helado, como se comporta el cuerpo humano ante mucho frío, sobre todo recuerdos que ya hayan tenido contacto o experiencias con ellos. De ahí la diferencia de la imagen cinco que es la búsqueda de una supuesta sensación.

Referencias

Vicente Serra Pla 

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