el Alumnado con NEE, ¿tiene cabida en un conservatorio?

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Parece obvio que la práctica musical puede ser el paraíso para alguien con altas capacidades y un oasis para quien necesite apoyo por bajas capacidades. ¿Es el conservatorio el lugar ideal para atender las NNEE?

Dudo luego existo. Me dedico a la enseñanza desde hace más de 20 años y he visto como en los últimos cursos ha aumentado el número de alumnado con necesidades educativas especiales o específicas. Mis dudas son tan grandes que ya no sé ni cuál es el término correcto para referirme a ellas.

Lo cierto es que ese alumnado existe, está llegando a nuestras aulas y merece ser atendido, de la mejor forma posible, o derivado a las instituciones públicas o privadas que mejor atiendan esas necesidades particulares. Así que lo primero que hago en esta entrada eses plantear mis dudas, ofrecer mi opinión personal sobre el tema y supongo que crear debate, en el buen sentido de la palabra. Empiezo mi lista con la pregunta del titular:

  1. ¿Tiene cabida este alumnado en un conservatorio?

Sí, pueden cursar sus estudios de música en un conservatorio, dependiendo del tipo de necesidad al que nos estemos refiriendo y en el caso de las Enseñanzas Elementales, ya que para el ingreso a las mismas no se necesitan conocimientos previos y sí actitudes y aptitudes que este alumnado puede tener sin ningún problema.

Si nos referimos a las Enseñanzas Profesionales la cosa se complica
 y es muy probable que ya no sea posible continuar los estudios o que en caso de lograr superar la prueba de acceso resulte muy difícil terminarlos. De todos modos ¿por qué no intentarlo?

2.    ¿De qué necesidades estamos hablando?


Existe mucha confusión en cuanto a la terminología
 y son varias las clasificaciones que ofrecen diferentes autores. En la web de la Universidad de Castilla la Mancha (UCLM) , aparece un listado completo de esas diferentes clasificaciones de alumnado con necesidades educativas específicas. Merece la pena echar un vistazo para comprender la complejidad del tema.

3.    ¿Los niños con altas capacidades pueden estudiar sin dificultad en un conservatorio? 

En principio sí.
 Cabe pensar que se moverá como pez en el agua, que le resulte más fácil entender o asimilar los conceptos, retener la música, memorizarla e interpretarla. Incluso es probable que se baraje la opción de promocionarles de curso. No siempre es tan sencillo y hay que valorar muchos aspectos, ya que la ventaja intelectual no tiene por qué ir acompañada de la madurez emocional necesaria para incorporarse a un grupo al que no se corresponde por edad.

Además, algunas personas diagnosticadas como superdotadas (o cualquier otra variante: talentosas, precoces, prodigio, etc.) pueden tener en clase un comportamiento tan alejado de lo que a priori se espera de ellas, que más bien parezca que necesitan apoyo educativo porque no se enteran de nada, están dispersas e incluso fracasan en sus estudios.

Otras acribillan al profesorado a preguntas, que a buen seguro son muy interesantes, ocurrentes y originales, pero que rompen la dinámica de grupo en el caso de las clases colectivas o que interfieren en el planteamiento del profesor en el caso de las individuales. Después de todo, ser una persona superdotada no significa estar bien educada, ni asegura ser hábil en las relaciones sociales.

4.    ¿Qué beneficios pueden aportar los estudios musicales a niños con necesidades educativas a la baja?

Infinitos. Cada vez son más los estudios que demuestran los beneficios de practicar música, incluso solo escucharla, tanto en la niñez como en la edad adulta, tanto en personas sanas como en diagnosticadas de enfermedades tan degenerativas como el Alzheimer.

El poder curativo de la musicoterapia, los estudios que demuestran las diferencias que se producen en el cerebro ante el estímulo musicalel diferente desarrollo cerebral de las personas que practican música con respecto a las que no lo hacen, todo eso apunta a que la música tiene muchos beneficios que ofrecer y aportar a las personas con necesidades educativas.

5.    ¿Está el profesorado de conservatorio debidamente formado para atender a este alumnado?

Alberto Zurrón recoge más de una anécdota sobre este tema en su «Historia Insólita de la Música». Narra varios ejemplos de grandes músicos consagrados, intérpretes o compositores, admirados por sus proezas musicales, en los que se demuestra que ser una persona virtuosa en la música no significa ser hábil para la enseñanza de la misma. En otros casos no se trata de falta de destrezas para la enseñanza, sino más bien de falta de vocación, de preferir ganarse la vida como intérprete en vez de en la enseñanza.


Reconozco que he sido una docente atípica, que cuando finalizó los estudios superiores de clarinete se matriculó en Magisterio Musical. Que cursó también el CAP cuando en realidad parecía un esfuerzo inútil ya que resultaba “convalidado” al tener magisterio (de aquella ni se sospechaba que sería necesario para desarrollar mi labor como profesora en un conservatorio).

Lo cierto es que en mi clase entraba alumnado de 8 años, adolescentes y adultos
. Toda la formación que aglutinase para poder atender a esas personas me parecía poca. Las prácticas de magisterio en colegios y del CAP en institutos supusieron para mí un baño de humildad y una inmersión en la realidad del sistema educativo, que solo con la pedagogía del conservatorio no habría alcanzado.

Aunque se sigue relacionando al músico profesional con el aspecto interpretativo, y a poder ser solista o como miembro de una orquesta, poco a poco la pedagogía musical ha ido cobrando más importancia en los currículos de los conservatorios y en la formación continua del profesorado ya en activo.

En mi opinión falta que existan prácticas de profesorado de conservatorio en centros específicos como, conservatorios y escuelas o academias de música.

6.    Las familias de este alumnado ¿ofrecen abiertamente al profesorado de conservatorio información sobre las necesidades educativas de sus hijos? 

Mi experiencia me dice que en la mayoría de los casos no, por temor a que no se les permita el acceso, en el caso de necesidad de refuerzo o adaptación, o en un intento de normalizar algo que se sale de la norma y que tarde o temprano acabará evidenciándose.

En los casos en que todo va como la seda, el tema se resuelve añadiendo más exigencia al programa que interpreta ese alumnado y ofreciéndole más oportunidades para mostrar sus destrezas en público en el caso de la especialidad instrumental.

El problema surge cuando ese alumnado a duras penas logra alcanzar los mínimos exigibles. Lo deseable sería que las familias compartiesen con el profesorado tanta información como esté en su mano, tal y como se hace en otros centros educativos, colegios o institutos. Lo ideal sería incluso trabajar de forma coordinada con el profesorado de esos otros centros.

7.    El equipo de orientación educativa que diagnostica y sigue la evolución de este alumnado en sus centros educativos de enseñanza general (colegios e institutos) promueve una coordinación con los centros de educación artística?

Hasta donde llega mi experiencia no. No creo que sea por falta de interés por su parte. Más bien lo que sucede es que no se solicita su actuación ni por parte de las familias ni por parte del profesorado de conservatorio.

También por desconocimiento. La música  en general y los estudios en el conservatorio en particular, son vistos como una extraescolar máscuando en realidad son unos estudios reglados, que suponen una exigencia a nivel familiar, personal y administrativo, que bien utilizados podrían ser la panacea y la solución paliativa de muchos de los males que aquejan a la educación. De hecho los conservatorios están supliendo una carencia existente en la educación de nuestro país, en la que la música ha quedado en un plano muy secundario.

En la práctica del día a día, en las clases de los conservatorios, las adaptaciones se hacen de forma espontánea. La ratio en las aulas de Lenguaje Musical permiten atender de forma bastante directa al alumnado. Las clases individuales de instrumento son un verdadero lujo para poder adaptar la programación según las características específicas de cada caso.

De todos modos, cada vez es mayor el número de alumnado que necesita atención especializada que ocupa un asiento en las clases de L.M. y ni siquiera las clases individuales de instrumento alcanzan a solventar las peculiaridades de cada caso.

8.    Los profesionales de la salud que recomiendan la música como recurso óptimo para este tipo de alumnado ¿orientan a las familias sobre qué tipo de música o centro es más adecuado para cada caso?

De nuevo desde mi experiencia, me temo que no. Una vez más el error parte del desconocimiento, en este caso por parte de esos profesionales de lo que supone estudiar música: una exigencia de estudio, constancia y compromiso que mucho alumnado, y sobre todo muchas familias, no están dispuestas a asumir.

Matricular a ese alumnado en un centro privado en el que se puede solicitar una enseñanza más a la carta o a la medida de las peculiaridades particulares, supone una inversión económica que muchas familias no pueden costear.

Está en nuestra mano, en la de las personas que nos dedicamos profesionalmente a la música,
 y en concreto a la enseñanza de la misma, educar a la sociedad e informar a las familias, incluso antes de que matriculen a sus hijos en nuestros centros, de lo que puede suponer unos estudios musicales. En el Conservatorio de Gijón lo venimos haciendo desde hace años en las reuniones  informativas previas a la adjudicación de instrumentos, tal y como se puede comprobar en el siguiente vídeo.

9.    ¿Existe bibliografía o estudios específicos sobre la realidad de las NNEE en los conservatorios?

He navegado mucho por la red, desde hace años, buscando orientación sobre este tema. Más aún desde que me planteé escribir este post. Aglutino mucha formación a mis espaldas, y me atrevo a afirmar que, por lo menos en castellano, la bibliografía específica es inexistente. Reconozco que no he buscado en otros idiomas. Ojalá tras la publicación de esta entrada mi correo electrónico se sature de mensajes que me remitan a bibliografía tanto en castellano como en cualquier otra lengua.

En cuanto a estudios específicos he encontrado una interesantísima tesis dedicada a este tema: Actitudes del profesorado de Conservatorio sobre la INtegración Educativa: Un análisis exploratorio. Su autora es Ana Isabel Castillo Martínez.

La verdad es que el profesorado y el sistema no sale muy bien parado en este estudio, y en las conclusiones extraídas por Ana Isabel se refleja el amplio margen de mejora que existe hasta lograr una integración real y efectiva de todo tipo de alumnado en los conservatorios.

También es cierto que la tesis está fechada en 2007 y que en la última década se ha evolucionado mucho en este tema. Se ha evidenciado la importancia de la inclusión del alumnado de NNEE en las aulas de enseñanza obligatoria. Esta normalización ha provocado que las familias se animen a integrar a sus hijos en otros ámbitos, incluidos los conservatorios.

Por tanto, si bien es cierto que esa tesis evidencia parte de la realidad, por mi propia experiencia y la de mi entorno, constato que la actitud del profesorado y de los centros educativos está cambiando al respecto y que, de poder repetir las encuestas que nutrieron esta tesis, quizás los resultados de las mismas reflejarían un sentir diferente por parte de las comunidades educativas sometidas a estudio. 

10.    ¿Existe en España algún conservatorio de referencia en la inclusión de alumnado con NNEE? 

¡¡¡SÍ, EXISTE!!! Se trata del Conservatorio Profesional de Música de Torrent, Valencia, en el que se pueden cursar tanto Enseñanzas Elementales como Profesionales. Desde el curso 2004/2005 cuenta con un Proyecto Educativo que bajo el nombre «Tots músics, tots diferents»  permite la escolarización de alumnado con necesidades educativas especiales, reservando un cupo de plazas para ellos en su oferta de vacantes, 14 en total.


En conversación telefónica con la directora del centro, Fani Blanch, pude conocer un poco mejor en qué consiste el Proyecto.
 Así, a muy grandes rasgos se pude resumir en los siguientes puntos:

– El Conservatorio trabaja en coordinación con centros ordinarios en los que el alumnado cursa sus estudios de primaria.

– El profesorado ha recibido formación específica para atender las NNEE.

– El centro y los colegios en los que está matriculado el alumnado, cuenta con el asesoramiento y coordinación de un Orientador y una Profesora de Apoyo.

– El alumnado es orientado sobre el instrumento más idóneo para su caso.

– Además de cursar las asignaturas propias de su curso en el conservatorio, este alumnado cuenta con una clase de apoyo individual de L.M.

– Ha llegado a lograrse la inclusión de personas con NNEE como Síndrome de Down, Autismo, Asperger, entre otros. 

– En ningún momento se aborda el ingreso en el conservatorio como un tratamiento de musicoterapia.

La verdad es que hablar con Fani supone un bálsamo para el alma de toda aquella persona que se dedique a la enseñanza y que se formule preguntas sobre este tema.
 Un canto a la certeza de que las cosas se pueden hacer mejor y una ventana abierta a la esperanza de estar en el camino para lograr que así sea.

El Proyecto “Tots músics, tots diferents” ha resultado galardonado con varios premios, entre ellos el Premio Nacional a la Acción Magistral en el año 2009.
 

Lo mejor de todo es que, siguiendo el ejemplo del Conservatorio de Torrent, se han puesto en marcha otras iniciativas de este tipo, como el caso del Conservatorio Profesional «Maestro Chicano Muñoz» en Lucena, Córdova.

11.¿Qué podemos hacer para que la situación mejore?
 

Al principio de esta entrada ya explicaba que iba a desglosar en ella mi propia experiencia y mis opiniones. Ahora expongo las medidas que voy a tomar a nivel personal para mejorar la situación:

–  Escribo esta entrada para plantear mis inquietudes, invitar a la reflexión, abrir el debate y dejar de silenciar una realidad que nos afecta a todos los agentes implicados: alumnado, profesorado, familias y administración.

–  El siguiente paso será solicitar sesiones informativas al equipo de orientación de referencia para nuestro centro. Mi intención es enmarcarlas dentro de las Jornadas de salud que se desarrollan en nuestro conservatorio dentro del Proyecto de Educación para la Salud «Postura sana» y que tendrán lugar en el mes de abril. ¡Estad atentos a mi blog y las redes en las que compartiré el programa de esas jornadas!

–   Incluir en esas Jornadas de Salud alguna sesión con Asociaciones de familias con alumnado de NNEE, para que den a conocer sus diferentes experiencias.

–   Proponer, ya para el próximo curso, en colaboración con el CPR de Gijón, formación específica sobre este tema para profesorado de conservatorio.

Hasta aquí mi exposición sobre este tema. Seguro que tú tienes tu propia opinión y experiencia sobre él. Quizás conozcas casos, bibliografía, asociaciones que lo abordan. O a lo mejor se te ocurren medidas que podrían mejorar la calidad de la enseñanza del alumnado afectado por NNEE.

Te animo a que las compartas
 para lograr entre todos que mejore la enseñanza musical. Puedes hacérmelas llega a mi web www.aninamasana.com, en mi fan page de facebook o en mi perfil de twitter @aninamasana.

La sociedad nos necesita. Los cambios profundos en la sociedad se generan desde la educación, la música tiene mucho que ofrecer y los profesionales que nos dedicamos a ella, en especial a la docencia de la misma, tenemos la oportunidad de ser agentes activos de ese cambio. Mientras tanto, ¡Mucha música y mucha salud!

Ana María Pérez Martínez.

Profesora de clarinete del Conservatorio Profesional de Música y Danza de Gijón.

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